you're mine • namjin [ADAPTACIÓN]

10

-Me la prestaron- respondió mientras Namjoon retiraba el cuenco y le ofrecía un sándwich que se veía delicioso y que él aceptó de inmediato
-Es que soy idiota... Esta mañana me tiré un café encima y, como no me daba tiempo a pasar por casa antes de ir al trabajo, una compañera me prestó esta ropa-

-Tú no eres idiota - afirmó Namjoon con rotundidad.
Seokjin le lanzó una mirada de asombro mientras tragaba un bocado del delicioso sándwich.

-No nos conocemos. ¿Cómo me reconociste? ¿Cómo sabes la ropa que suelo llevar?-

Se encogió de hombros y desvió la mirada.
-Te he visto en el restaurante.
-Yo a ti no.
-Voy a menudo a ver a mi madre, pero no suelo pasar por la entrada principal.

Aquello tenía sentido, el despacho de Suni estaba en la parte de atrás. A demás, recordaba que Suni le habia dicho que su hijo la visitaba.

Seokjin permaneció en silencio mientras devoraba lo que le quedaba del sándwich. Estaba muerto de hambre... y le estaba muy agradecido por aquella comida.

-Gracias -le dijo mientras le devolvía el plato, que él dejó sobre la mesita.

-Tienes que comer y dormir. -Acarició las ojeras de Seokjin con el dedo índice
-Como nunca había estado tan cerca de ti, no me había percatado de lo exhausto que se te ve.
-El virus me dejo hecho un asco-
murmuró sin darle importancia.
Se sentía a gusto no solo por tener el estómago lleno, sino también por la preocupación que veía en su rostro.

-Me encuentro bien. Mañana podré ir a trabajar.-
Le entregó el vaso antes de contestar:
-Ni lo sueñes. Acábate eso y a dormir.-

Estaba demasiado cansado para discutir, así que se acabó el agua y, como Namjoon seguía con la mano extendida, le devolvió el vaso.
Ya lo discutirían después.

Se le caían los párpados de sueño y sentía el peso del agotamiento como una losa sobre su cuerpo.
Necesitaba cerrar los ojos

Suspiró, apoyó la cabeza en la almohada y se acurrucó bajo el edredón.
Hacía años que no se sentía así: lleno, cómodo y... a salvo.

Aunque fuera un poco malhumorado, Namjoon parecía haberse adjudicado la misión de proteger a Seokjin y aquello resultaba en cierto modo reconfortante
Siguió dándole vueltas a esa idea hasta que se quedó dormido.

Esperaba sentirse mejor al día siguiente para regresar al trabajo