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Encendió la luz sin detenerse un instante y frenó en seco a los pies de la cama.
Seokjin se estaba abrazando a sí mismo como si tratara de protegerse de una amenaza. Las lágrimas corrían como ríos por su dulce rostro, tenía el pelo revuelto y la cabeza gacha.

Gimoteaba y respiraba con dificultad.

-¿Qué pasa, cariño? -preguntó sentándose a su lado.

Las sábanas estaban revueltas , como si la tercera guerra mundial se acabara de librar en ese colchón.
-Estaba soñando -
susurró como si todavía no se lo creyera del todo y tuviera que convencerse a sí mismo
-Tuve una pesadilla.
Namjoon lo tomó en brazos y lo sentó en su regazo, atrayendo el cuerpo sumiso
y tembloroso hacia el suyo para transmitirle calor y serenidad.

Lo estrechó entre los brazos con el corazón acelerado y le apoyó la cabeza en su cuello.
-¿Con qué estabas soñando?
Le acarició la melena deslizando las yemas de los dedos entre los sedosos
mechones de cabello mientras él respiraba hondo para tratar de apaciguar su
alterado corazón.

-Con la agresión. Parecía tan real... -
murmuró estremeciéndose junto a sucuerpo.
-Ya pasó. Estás a salvo. Siempre lo estarás.

«Aquí. Conmigo».

Lo apartó de su regazo y se dispuso a levantarse, pero los brazos de Jin se
tensaron alrededor de su cuello para sujetarlo con todas sus fuerzas.

-¡No! ¡No te vayas todavía, por favor! -
Aquel grito de vulnerabilidad se le clavó en las entrañas como un cuchillo.

«Me necesita».

Y él no dejaría de estar a su lado por culpa de las inseguridades.
-Tranquilo. No me voy. No te dejo solo.

«Jamás te dejaré solo».

Seokjin siguió sujetándolo del cuello mientras él se reclinaba, lo tomaba en brazos y se ponía de pie, tratando de no prestar atención al diminuto short  que apenas le cubría el trasero.

Contuvo un gruñido y, al atraer su cuerpo hacia el suyo, sintió su piel arañándole el pecho y la tela acariciándole la piel.

Salió del dormitorio y recorrió el pasillo para dirigirse a su cuarto con el ser al que más apreciaba en la vida entre los brazos.

Como Seokjin seguía aferrado a su cuello, Namjoon tuvo que agacharse para dejarlo en la inmensa cama. El pavor empezó a remitir y Seokjin relajó los brazos, de modo que Namjoon pudo taparlo con las sábanas y el edredón.

Se metió en la cama a su lado y lo abrazó con todo su cuerpo, envolviéndolo y protegiéndolo con sus cálidos y fornidos brazos.

Seokjin suspiró y se relajó en la calidez que le proporcionaba Namjoon, posando la cabeza en su hombro y saboreando la seguridad que ofrecía su recio cuerpo viril.

-¿Te encuentras mejor? -preguntó en un susurro y, al hacerlo, lo despeinócon el aliento.
-Sí. Siento haberte despertado. Volveré enseguida a mi cama.-

Jin no quería irse de allí, quería quedarse tal y como estaba, calentito y a salvo en sus brazos, pero respetaba que Namjoon necesitara su espacio para dormir.

-No irás a ninguna parte -replicó
-Pero así no podras dormir - protestó sintiéndose egoísta por querer
quedarse.
-Al revés. No podré pegar un ojo si no estás aquí. Estas dos últimas semanas no dormi un carajo.‐

Namjoon lo atrajo hacia él tomándolo por la cintura y, como no dejó ni un hueco
entre sus cuerpos, Seokjin notó un bulto en el trasero.

-Estás desnudo.
-Sí, siempre duermo así. Tendrás que acostumbrarte, cariño‐ murmuró con sensualidad -¿Quieres contarme lo que soñaste?

Aunque en realidad lo que quería era olvidar esa pesadilla, se dio media vuelta entre sus brazos, desesperado por abrazar aquel cuerpo cálido y viril.

no era un chico pequeño ni frágil, pero, cuando enterró la cara en su pecho sólido y musculoso, se sintió como tal.

-Estaba soñando con lo que pasó, pero en la pesadilla sí lograban meterme en el auto. Iban a violarme antes de pegarme un tiro en la cabeza. Me resistí con todas mis fuerzas, pero lograron arrancarme la ropa. Eran mucho más fuertes que yo.
Lo único en lo que pensaba era en que quería morirme antes de que me violaran, pero el que logró escapar se me subió encima mientras el otro me apuntaba con una pistola en la sien. -

Sacudió la cabeza tratando de no alterarse. Tan solo había sido una pesadilla. No había ocurrido de verdad
-¡Parecía tan real! Sentía su olor corporal, veía sus ojos perversos... Me desperté justo cuando... -
Fue bajando de volumen hasta que su voz se redujo a un suspiro trémulo.

Namjoon le acarició la espalda con una mano como si estuviera consolando a un niño pequeño. -Shhhh... Tranquilo, cariño. Estás a salvo. Ya no pueden acercarse a ti.-

La pesadilla lo hacía estremecerse sin descanso, y lo único que queria hacer en ese momento era olvidarse de todos esos agrios recuerdos, deleitarse en las sensaciones y disfrutar del increíble cuerpo que tenía el hombre que lo estaba consolando.

El único hombre que, con sus sensuales manos, podía hacerle olvidar todo lo que había pasado los últimos días.

-Hazme el amor. Ayúdame a olvidar -
susurró con una voz seductora y temblorosa.
Lo empujó con suavidad para que cayera de espaldas y notó cómo su cuerpo entero se tensaba.

Recorrió su pecho con las manos, deleitándose tanto en los duros y fibrosos músculos como en la piel tensa y caliente. Palpó despacio cada centímetro de su cuerpo, desde los hombros hasta el vientre.

-¡No podemos hacerlo! - exclamó Namjoon frustrado agarrando con fuerza las aventureras manos de Seokjin -No hay nada más agradable que sentir tus manos por todo mi cuerpo, pero acaban de darte el alta.

-Me la dieron hace días y ya no me duele nada. Me encuentro bien. Tan solo tengo un pequeño corte en la frente. La única parte del cuerpo que me duele está bastante más abajo. -
La mano de Namjoon no opuso resistencia cuando él separó las piernas y la colocó entre sus muslos ardientes.

Puede que lo estuviera presionando demasiado, puede que le estuviera pidiendo algo que él no podía ofrecer, pero le daba igual; necesitaba que Namjoon lo poseyera, necesitaba sentirlo dentro

-Por favor -
le rogó con desesperación mientras se zafaba de su mano y bajaba el brazo para tomar su miembro erecto.
-¡No, por favor! Si me tocas, me corro - explicó con la voz entrecortada mientras agarraba la mano de Seokjin y la ponía sobre su pecho.

Con la mano que tenía entre los muslos de Jin apartó la tela de su diminuto short y deslizó un dedo con facilidad en su entrada
-Estás empapado. Estás muy
caliente.-
-Porque te necesito.-
Gimió mientras sus anchos dedos lo exploraban.

Un deseo frenético le mordía el cuerpo
entero y no era capaz de pensar, solo de reaccionar a la acuciante necesidad que palpitaba en su interior, así que se quitó la poca ropa que le qudaba, la dejó entre
las sábanas y se subió encima de él, sentándose a horcajadas.

Le puso las manos a ambos lados de la cara y lo besó. Estaba encima de él, besándolo en los labios y listo para perderse en las
sensaciones de su tacto, pero un instante después... se encontró boca
arriba.

Namjoon le había dado la vuelta y había arrancado su boca de la de él.
-No. No puedo -

you're mine • namjin [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora