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Karlee
MIS OJOS SE ABRIRON y sentí mi cabeza apoyada en un pecho, entonces levanté la vista para encontrarme con orbes azules, sus manos acariciando mi pelo y sonreí, rodando sobre él y mi barbilla se apoyó en su pecho mientras sus manos seguían jugando con mi pelo y le sonreí ligeramente. Parece que se ha despertado hace un par de minutos y tiene un aspecto adorable.
Aunque pueda parecer un cliché (no es que realmente importe) pero cerca de Isaac, es como si cada problema, cada pensamiento, todo en general, bueno o malo, simplemente desaparece. Se inclina hacia delante y me deja pequeños y suaves besos en la nariz haciendo que se me escape una incontrolable y muy femenina risita.
—Buenos días—.Isaac sonríe y yo me muerdo el labio ante el apodo, preguntándome cómo es que no me he desmayado todavía.—Lo siento, me he quedado dormido—.Se disculpa y miro su pelo rizado y desordenado antes de darme cuenta de que estaba sin camiseta.—Y me he acalorado—.
—No pasa nada. Me gustaría volver a despertarme así—.Admito con cansancio y suspiro.—Hoy es el cumpleaños de Lydias... me pregunto si habrá enviado invitaciones—.Pienso en voz alta.
Isaac levanta una ceja confundido.—¿Por qué tendría que dar invitaciones?—.
No es un secreto que Lydia Martin era popular por su belleza y sus encantos, pero eso fue en el pasado, antes de su estado de fuga en el bosque. Ahora, la gente la ve como una loca que se escapó del hospital y deambula por el bosque. Desnuda. Si ella no da invitaciones, no creo que nadie venga. Le preguntaré más tarde.
—Porque... su reputación ya no es precisamente ideal—.Suspiro, de nuevo.—Tu eres lo único bueno de Beacon Hills—.Sonrío y él también.—...Bueno, también lo son mi madre, Scott, Allison oh y Stile...—
—Sí, ya no me siento muy especial—.Isaac interrumpió y me reí antes de enviarle una mirada de disculpa.
—Lo siento.—
—Compénsame—.Isaac sonrió con suficiencia y yo puse los ojos en blanco juguetonamente, bajando de él y palmeando mi pelo que actualmente parece un nido.—No eres divertido—.
—Mhm.—Sonrío y mis labios se fruncen.—¿Qué somos?—
Isaac me mira, reflexionando sobre lo que somos. Nunca confirmamos nada. No confirmamos nada, sólo compartimos besos. Mientras abre la boca para decir algo, suena mi teléfono y le dirijo una mirada de disculpa, contestando al teléfono.
Contesto el teléfono.—Hola—.Digo alegremente.
—¿Oye?—Allison parece confundida.—Como sea, apúrate, es el cumpleaños de Lydias, nos necesita—.
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Lydia se acerca a Allison y a mí, sosteniendo dos bolsas blancas con estrellas rojas vistiendo una falda negra con una camiseta de tirantes verde azulada, parece feliz y emocionada lo que me hizo sonreír y cerrar el libro que estaba leyendo. Allison se sentó en su escritorio mientras yo me sentaba en su cama antes de que la culpa me tragara por no haberle contado a mis mejores amigos algo importante pero aunque lo haga, hoy no se lo voy a contar. Hoy es el día de Lydias.
No le había dicho a ninguno de ellos que ya no estoy soltero y no sé si Isaac se lo dijo a alguien pero creo que ahora mismo no sería un buen momento para anunciar nuestra relación por muchas razones. La primera es el Kanima, la segunda es que Derek probablemente no lo apruebe, especialmente porque no estamos exactamente en buenos términos en este momento, y Scott, junto con el resto, todavía se están acostumbrando a la compañía de Isaac y Erica. Boyd en apenas alrededor.
—Despejen su agenda—,nos dijo Lydia, aún sosteniendo las bolsas en alto.—Esto va a tomar tiempo—.
Allison deja su pluma mientras yo coloco mi libro a mi lado y me pongo de pie, observando como Lydia deja las bolsas en el suelo, sonriendo.—¿Cuántos atuendos piensas usar esta noche?—pregunta Allison.
—¡Es mi fiesta de cumpleaños!—Lydia saca un vestido de rayas grises, blancas y negras mientras asentimos con las manos.—Un vestido de anfitriona, uno de noche, y luego...¿uno casual?—
—Entonces...—Empiezo y me aclaro la garganta, compartiendo los mismos pensamientos que Allison.—¿Has enviado alguna invitación...?—Pregunto despreocupadamente, bueno, al menos intenté actuar de forma casual.
Allison asiente con la cabeza.—Sí, he notado que no has enviado invitaciones—.
—Es la fiesta más grande del año—,afirmó Lydia mientras doblaba un vestido.—Todos lo saben—.
Allison y yo compartimos miradas nerviosas.—Este año me preguntaba, si las cosas, serian diferentes...—Allison dice incómodamente.
Me muevo con la mano.—Sí, las cosas son diferentes... deberías darte invitaciones—.
—¿Por qué habría algo diferente?—
Allison me mira en busca de ayuda sólo para notar que le estoy enviando la misma mirada.—Por todo lo que ha estado sucediendo...las cosas, y las personas...Jackson—.
Lydia la mira con una mirada de muerte y, aunque es la que conozco desde hace más tiempo, todavía consigue producirme escalofríos.—¿Por qué te importa Jackson?—Pregunta estrictamente.
—Lydia, no es la cuestión...—vuelve su mirada de muerte hacia mí haciendo que cambie mi peso sobre una pierna mientras continúo.—¿Sabes si vendrá esta noche?—
Lydia mantiene la mirada y yo miro a mi alrededor, sin querer encontrarme con sus ojos. Me siento como una niña a la que regañan.—Todo mundo vendrá—.Declara antes de sonreír.—Este es de American Rag—.Ella muestra un vestido de camisa de espaguetis de color beige.—Mmm, lo amo-para mí, no para ti—.Sostiene un vestido floral y se dirige a Allison—Este es Material Girl. Es para ti—.
Victoria llama a la puerta y todas nos giramos para mirarla. Lydia sostiene un vestido azul Jean muy corto.—Señora Argent, ¿qué opina de este?—.
La madre de Allison ni siquiera mira el vestido.—Oh, es hermoso...Allison, ¿podemos hablar por un momento? ¿A solas?—Ella pregunta.
—Um, ¿puede ser después?—
—En realidad, eh, para ser honesta, me gustaría...que fuera...lo antes posible—Victoria tartamudea y yo me muerdo el labio.
—La fiesta es a las diez—.Lydia y yo informamos al unísono. Lydia se da la vuelta hacia los vestidos pero yo mantengo la mirada en las dos con una expresión de cansancio.
—Um, ¿estarás por aquí antes?—
—Eso creo.—
—¿Eso crees?—
—No lo sé.—Le dice Allison y se vuelve hacia Lydia. Los ojos de Victoria se encuentran con los míos y pone una sonrisa falsa pero no se la devuelvo, mis cejas se fruncen y ella se aleja lentamente, todavía observando a las dos complementarse.
Lydia se vuelve hacia mí y me tira del brazo.—¿Qué te parece esto?—Ni siquiera miro el vestido, mirando fijamente el lugar en el que estuvo Victoria por última vez.
