𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 | ⁱˢᵃᵃᶜ ˡᵃʰᵉʸ ✓

Epilogue

Epilogue

Cinco años después

Isaac

—Ahora que lo pienso, yo te bese primero, te tomé de la mano primero, te dije 'te amo' primero—,se ríe y yo sonrío, mi cabeza en su regazo mientras ella continúa jugando con mi cabello.—Mas vale que seas tú quien me proponga matrimonio o si no esto no va a funcionar—.

Sonrió, abriendo los ojos y poniendo una mano en su mejilla, y juntando mis labios suavemente contra los suyos.—Lo haré. Lo prometo—.Su nariz roza la mía y la mantiene ahí.—¿Así que quieres?—

Karlee levanta una ceja.—¿Que quiero qué?

—Quieres casarte conmigo—.Le sonrió ampliamente, entrelazando su mano libre con la mía mientras su otra mano sigue jugando con mi pelo rizado.

—Claro que quiero. No he desperdiciado cinco años saliendo contigo y dos años de gustarte para nada—.Karlee sonríe, sin duda lo más mínimo, escuchó los latidos de su corazón, esperando que se acelere para demostrar que estaba mintiendo pero sigue igual.—Te amo Isaac Lahey—.

—Lo mismo digo—.Karlee sacude la cabeza, sonriendo.—Yo también te amo, Karlee—. Digo las palabras y luego miro nuestras manos.—Mira esto—, mira nuestras manos unidas.—Encajan perfectamente, estamos hechos el uno para el otro—.

Karlee suelta una risita, inclinándose hacia delante.—¿Es así?—

—Si, es así—.Le acomodo un mechón de pelo detrás de las orejas y vuelvo a juntar mis labios con los suyos mientras nos sentamos cómodamente en nuestra residencia universitaria en Francia. Ambos hablábamos el idioma con fluidez y de vez en cuando visitábamos a nuestros antiguos amigos en Beacon Hills.

Karlee se separo y se puso de pie con unos pantalones cortos blancos de seda y una camiseta de tirantes en color oro rosa con una camisa suelta de un solo hombro.

—¿A dónde vas?—Pregunto, poniéndome de pie mientras ella se dirige a la cocina y saca una barra de granola. Me río, rodeando su cintura con los brazos y apoyando la barbilla en su hombro, sobresaliendo por encima de su cuerpo y dándole suaves besos en el cuello.—Empiezo a pensar que las quieres más que a mí—.

Se gira para mirarme.—Lo hago.—Ella confirma y yo frunzo el ceño haciéndola reír.—No preguntes si no te gusta la respuesta—.

—Bien, entonces supongo que no me propongo—.Me alejo, sonriendo.

Puedo sentir cómo Karlees pone los ojos en blanco ante mi dramatismo. Me agarra de la camisa y tira de mí hacia atrás, poniéndose de puntillas y colocando sus labios sobre los míos. Me conoce. Sabe que no podré apartarme.

Me he enamorado completa y totalmente de Karlee Russo y no me quejo.

Sé que ella me corresponde, pero es imposible que me quiera tanto como yo a ella. Su amor es tan dulce y gratificante, cada vez que me mira con su sonrisa, es como si yo fuera alguien importante. No tiene ni idea de lo que me hace.

𖣔

Karlee

—No puedo...no puedo arreglar esto...—Escuché, ya no sentía el calor de la cama y mis ojos se abrieron de golpe. Estoy acostumbrada a esto, Isaac siempre tiene pesadillas, incluso después de todos estos años, no puede superar todo lo que su padre le hizo pasar.

He tratado de enviarlo a terapia pero se niega y por eso ahora, siempre estoy tratando de ayudarlo. Rápidamente, me siento y miro a Isaac.—Oye, cariño, acuéstate—.Le digo, tratando de mantener mi voz lo más calmada posible.

Isaac me mira, con el sudor goteando de su frente, escucha lentamente y cierra los ojos mientras me levanto y me apresuro a ir al baño. Agarro una toalla y le echo agua fría antes de ir rápidamente a la habitación, oyendo a Isaac respirar con dificultad, lo que indica que está teniendo un ataque de pánico.

Me apresuro hacia él y me siento junto a su cuerpo mientras se agarra a la sábana. Le pongo la toalla húmeda en la frente, el cuello y los lados de la cabeza.—¿Respira bien? Repite después de mí. Uno...—

Isaac se toma un momento, tragando el nudo en la garganta, asiente, cerrando los ojos mientras sigo colocando la toalla a su alrededor.—Uno...—

—Dos...—Hablo despacio y él sacude la cabeza.—Puedes hacerlo, Isaac. Nadie va a hacerte daño—.

Isaac agarra mi mano, con los ojos aún cerrados y respira profundamente haciéndome sonreír.—Lo conseguiste—.Sonrío con cansancio, apoyando mi frente contra la suya.

Él aprieta mi mano, abriendo lentamente los ojos.—Promete que nunca me dejarás, Karlee. Nunca podría perderte. Promete que nunca me dejarás...—

Nunca podría dejarle, aunque quisiera.—Prometo que no lo haré—.

Isaac asiente y me acuesta, rodeándome con sus brazos y acercando mi cuerpo al suyo.—Te amo...—

Sonrío y respondo:—Yo también—.