MI ADICCIÓN.✔

CAPÍTULO 27.

ALANA COLLINS.

Estar de nuevo de regreso me hizo comprender que añoraba tanto está casa así como a mamá. Jamás debí ser tan ilusa y dejarme engañar por Bruno, ahora estoy pagando las consecuencias de ello; sin embargo algo bueno salio de eso, es algo tan hermoso o más bien una linda personita me acompañará por el resto de mi vida.

Mamá acuña mi rostro entre sus cálidas manos y no pará de besarme ambas mejillas mientras llora o más bien ambas lo hacemos por volvernos a ver.

— ¿Hace cuánto saliste del hospital?– pregunto bastante aturdida por verla ya de pie y... en buen estado a pesar de haber quedado en coma.

— Hace dos meses Alana.

No puedo creerlo, todo éste tiempo estuve engañada por Bruno con falsas noticias de que mamá estaba aún en coma.

— ¿Qué?

— He tratado por todos los medios en conseguir alguna información sobre tú paradero, y lo único que pude obtener del hospital es que sólo un hombre iba a preguntar por mi salud y mi evolución. Después de eso desapareció.

Definitivamente ese es Bruno. ¡Máldito! No sabes cuanto te estoy despreciando en éstos momentos, saber que rechazas a tú propio hijo y ocultarme el mejoramiento de mi madre es lo peor que pudiste hacer.

Para mi ya estás muerto Bruno D'angelo.

—Eso ya no importa mamá. Moría por verte y abrazarte una vez más.– la abrazo bastante fuerte y recuerdo que tengo que contarle sobre mi bebé. Y para que todo encaje empezaré por el día en el que conocí a Bruno. Él mismo que hizo de mi vida un infierno cuando no me quiso más en su vida "por mi engaño"  —. Mamá tengo algo que decirte.– asiente y la guío a la sala para ponernos más cómodas para lo que le voy a decir.

— Cuando quieras hija, toma tú tiempo.

— Estoy embarazada mamá.– sus ojos se agrandan y el silencio se vuelve eterno entre ambas  —. Sé que todo te resulta extraño y confuso ahora, pero te explicaré cada detalle de como sucedieron las cosas antes y después de que cayeras en coma.– ella por el contrario no dice nada y comienzo a relatarte todo desde cuando conocí a Bruno y los meses que pasé con él en Sicilia, Italia.

— ¿Me quieres decir que aquel hombre que conocí, es el papá de mi nieto?– asiento y a la vez sonrío por que lo ha llamado "mi nieto".

— Él mismo que ahora se atreve a negarlo aunque las pruebas son más que claras.

— Definitivamente alguien lo ha engañado respecto a su esterilidad. Pero no te preocupes hija, él se perderá de éste hermoso bebé que ahora crece en tú vientre.– mamá acaricia mi vientre y besa mi frente. Necesitaba tanto ésto, su dulzura y su comprensión es de lo mejor que puede existir en éste mundo  — Mi niña está esperando un bebé.– sonríe mientras me besa.

Más tarde subo a la que era mi recámara a descansar. Estoy agotada de todo lo que estoy pasando, mi mente está absorta solamente a recordar ese terrible día, todo lo que él me dijo fue lo más mortal que le pudo pasar a mi débil corazón.

Sólo yo me enamoré como una estúpida. Bruno jamás me correspondería como yo lo hubiera querido.
Ahora sólo somos yo y mi bebé, no dejaré vencerme por nada, incluso su recuerdo quedará extinto conforme pasé el tiempo. Y con eso último mis parpados se cierran debido al cansancio.