MI ADICCIÓN.✔

CAPÍTULO 30.

STEFAN FIORE.

Jamás imaginé que Bruno sería tan cobarde y un mal nacido por despreciar a Alana y negar a su hijo... ¡Por un demonio! Su propio hijo. No le ha bastado nada sobre lo que Alana le ha dicho, sólo argumenta sin algún sentido o prueba que demuestre que es estéril en verdad; se ha dejado guiar por una mujer cuya vocación son los engaños y provocaciones a altos funcionarios que tienen una buena suma de dinero para estafarlos y darse lo que ella considera una vida de lujos y así despilfarrando dinero que no se ha ganado ella misma de forma limpia. Lo único que le interesa es la atención y lo que los demás puedan ofrecerle monetariamente para saciar sus gustos. Por su lado Bruno no quiso escuchar razones de ambas partes, hasta yo termine pagando los platos rotos, que a decir verdad fue lo mejor que me pudo pasar. Estar al lado de mi familia siempre fue y será lo más correcto. Pero por otro lado no dejo de pensar en Bruno y el que hará ahora en adelante que se encuentra sin nadie quien lo apoye por su estupidez de jugar al afectado. Ni siquiera a sus padres los deja acercarse, su máldito ego y hombría lo pone muy por encima de las personas que en verdad queremos ayudarlo. Y eso cansa a tal punto de alejarnos de él y esperar por migajas de empatia hacia nosotros.

Todo es una jodida mierda.

Han pasado siete meses ya, no hemos sabido nada sobre ella, ni siquiera Bruno lo ha hecho. Eso puedo afirmarlo, él no cederá jamás. Por desgracia su orgullo lo aleja de las personas que más quiere. Mostrar cariño para él es darle paso a sus enemigos a su vida.

Ahora todo es tan diferente, me ha costado un poco desde ese entonces no estar más en la vida de él y ese oscuro negocio. Pero jamás cambiaría lo que hoy estoy experimentado. Estar siempre con mi familia es lo mejor, no sé como es que cada día me perdía de ésto, el crecimiento de mi hijo me lo perdí por estar al lado equivocado. Donde no pertenecía pero sin embargo la amistad hacia él prevalecía sin esperar nada a cambio de su parte hacia mi.

No pienso más en ello y vuelvo a mi trabajo que he estado realizando en mi hogar, algo mejor para mi familia.

— Stefan, ¡ven de inmediato cariño!– grita Dalila y eso me altera. Algo malo sucede.

Corro lo más rápido que puedo hacia la casa, pues el campo me ha estado distrayendo estos últimos meses y la distancia de éste a nuestro hogar no es mucho y eso lo mejor.

Jadeante al llegar me altero aún más cuando veo en sus ojos lágrimas rodar y al instante la tomó de la cintura trayendola hacia mi. Ambos pertenecemos en silencio cuando me dice al oído que no es nada grave, al contrario es algo mejor.
Cuando ya la siento calmarse la alejo un poco de mi para que me de una explicación de lo que realmente está pasando.

— ¿Qué pasa mi amor?–  sujeto su bello rostro en busca de una respuesta, pero ella no dice nada y la veo sacar un objeto detrás de ella que conozco bien a pesar de haberlo visto hace años cuando esperábamos a Emanuele. Mis ojos se nublan por las lágrimas que amenazan con salir.

¡Carajo! No lo puedo creer.

— Vamos a ser papás de nuevo, mi amor.– la beso una y otra vez por la gran noticia que me ha dado. Mi bella y tierna esposa me dará otro bambino  —. Emanuele tendrá compañía muy pronto.

— Claro que si mi bella esposa.– lleno de besos su hermoso rostro importándome poco las lágrimas que bajan por éste.

No puedo describir la emoción tan grata que tengo en éste momento. Es como si fuera la primera vez siendo padres, se siente la misma alegría, el mismo sentimiento; es que simplemente no me lo puedo creer. Mi mujer va a ser mamá de nuevo a mi lado junto con nuestro hermoso bambino.