MI ADICCIÓN.✔

CAPÍTULO 21.

ALANA COLLINS.

— Ayúdame a cambiar, amore.– me dice ante mi pregunta y viéndome fijamente a los labios me besa como si necesitará mucho mis besos, como si mis estos fueran su alimento.

— Siento algo completamente diferente hacía ti, como si...

— Te quiero.– me confiesa inesperadamente interrumpiéndome de lo que le quería decir.

No sé como interpretarlo, por lo que comienzo a llorar, no de tristeza si no de una felicidad enorme de que alguien distinto a mi madre me empiece a querer. Es exactamente lo que yo iba a confesarle y que él corresponda a mis sentimientos me hace querer gritar y saltar de la emoción que en mi pecho se aloja.

— No sabes cuanto anhele por escucharte decir esto. Yo también te quiero Bruno. No sé en que instante esté sentimiento surgió pero ahora es imposible ocultarlo, siempre estaré agradecida contigo por lo de mamá. Eres un ángel para nosotras.– se me es difícil continuar hablando cuando gruesas lágrimas bajan de mi rostro, la ausencia de mamá ahora me hace inestable, pero con la ayuda de Bruno se me es fácil afrontar la soledad que mi madre ha dejado por tiempo corto, anhelo verla, abrazarla y decirle cuanto la quiero y contarle sobre el gran ángel que Bruno es. Pero sé que por el momento no se va a poder, su recuperación es primero. Mamá siempre estará en mi mente hasta el día que la vuelva a ver de nuevo.

— Siempre estaré para ti pelirroja, fuiste algo inesperado para mi, totalmente nuevo y frustrante para mi, pero lo que jamás imagine es que algún día yo le estuviera confesando mis sentimientos a alguien que se ha vuelto tan importante a pesar luchar en contra de ellos creyendo que esfumarían de aquí.– señala su pecho haciendo referencia a su corazón. Me envuelve en un abrazo tan reconfortante, acaricia mi cabello y besa mi cuello al mismo tiempo haciéndome sentir mil emociones juntas dentro de mi cuerpo. Estragos que sólo él logra provocar.

Sé que pronto esté sentimiento será más fuerte y tendré que preocuparme, por que hasta ese momento no sabre si Bruno sentirá lo mismo, si su sentimiento de querer sea más que eso.

Ahora sólo me concentraré en ambos y en ser felices el tiempo que la magia duré.

— Quiero hacerte el amor ahora mismo.– me susurra cerca del oído y ante eso no puedo evitar los tan conocidos estragos que mi cuerpo siente cuando hace eso.

Mi cuerpo es débil ante él, mis sentimientos rondan en torno a Bruno D'angelo.

— No creo que aquí sea el lugar correcto Bruno. Vámonos.– le digo con los ojos cerrados cuando ha comenzado a besar mi cuello.

— Lo sé, pero ambos lo haremos especial si de verdad queremos estar juntos. El lugar no valdrá la pena si entregamos el alma en cada caricia, en cada suspiro, anhelando más del otro.– sus palabras me llenan el corazón, me enternece escucharlo hablar así. Lo mejor es que sólo yo, soy privilegiada de poder verlo y escuchar expresarse así.

Me toma de la mano y me conduce a un lugar más apartado de la muchedumbre.

— Confía en mi.– asiento sin decir nada. Nuestras miradas siempre atentas a los movimientos y expresiones del otro. Su mano acaricia mi abdomen por debajo de la ropa que llevo puesta.

Desabotona lentamente los botones de mi abrigo hasta quitarlo para proseguir con mi blusa. Baja mi pantalón y cuando estoy en ropa interior el hace lo mismo hasta quedar únicamente en bóxer. Tiende sobre el suelo su abrigo y me hace recostarme en el. Se sube encima de mi y termina de desnudarme una vez lo ha hecho él.