BRUNO D'ANGELO.
6 MESES DESPUÉS
No aguanto más, me estoy volviendo loco; estar un día más sin ella me está matando. Ya le di el tiempo suficiente, su tranquilidad se jodio por que es momento de hablar aunque no quiera hacerlo, mi hijo tiene que crecer a mi lado así me cueste pagar por todo lo que he hecho.
¡Con un demonio! Sé que yo tuve toda la culpa de todo pero también tengo derecho de ello, los quiero a mi lado.
Hace días me tomé el atrevimiento de averiguar todo sobre su paradero. A decir verdad me sorprendió bastante todo lo que ha sucedido durante éste tiempo en su vida. Me alegro por la señora Sarah que ha hecho de nuevo su vida. Pero lo que más se lleva mi atención es mi bella esposa; su posición en una de las empresas más importante de Chicago, es lo que más prende. Se ha de ver toda una jodida diosa dando órdenes y luciendo como toda una gran empresaria.
Sin esperar a más tomó todos los documentos que creo necesario para éste viaje y me encaminó al hangar para tomar mi avión con destino a Chicago. Me voy solo sin decirle a nadie, ni siquiera a mis padres, pues lo haré cuando ya me encuentre allá y Alana esté dispuesta a verlos. En cuanto Stefan sabía que haría todo por detenerme, pero es que ya no aguanto más, ni un jodido mes más dejaré pasar.
Veo a Luna descansar en el asiento enseguida al mio y no puedo evitar reír, por que ella será la única bien recibida.
Mi llegada a esta ciudad es de noche y creo necesario descansar para así mañana verla donde sea que se encuentre, sé donde vive y donde trabaja y por eso creo saber donde ella estará más tiempo el día de mañana.
Vuelta tras vuelta hasta al fin quedar dormido junto a la pequeña bola de pelos de Luna.
Me levanto a primera hora un poco soñoliento por las pesadillas de anoche. Me visto y salgo rumbo a su trabajo. Las manos me pican y no puedo estar más nervioso por todo lo que posiblemente se aproxima.
Volveré a verla, a escucharla y respirar su olor que tanto añoraba.
- Gracias, Julio.- le agradezco al hombre que me ha acompañado desde Italia y bajo quedando enfrente del enorme edificio.
Es hora.
Entró con un portafolio en mano y una vez en el elevador presionó su piso. Todo lo he investigado sin perder ningún detalle. Me gusta tener todo en orden y con lujo de detalle respecto a las personas que más quiero. ¿Soy posesivo? Tal vez.
- Disculpe señor, ¿tiene alguna cita con la señorita Alana?- me cuestiona la secretaría cuando ve mi intención de entrar sin siquiera anunciarme antes. No le respondo y sigo mi camino - Señor, no puede entrar así...
Una vez abro la puerta la veo, la veo tan hermosa con su ceño fruncido y asombrada por mi presencia. Nadie dice nada. Ella sigue en shock y yo sólo quisiera correr hacía ella y besarla hasta que falte nuestro aire.
- Alana, trate de detener al señor pero no quiso hacerme...
- Déjalo así linda, gracias.- y con eso su secretaría se va dejándonos solos. O eso es lo que pensaba.
Se ve jodidamente hermosa.
- ¿Se te ofrece algo?- dice aquella presencia masculina que se encuentra a su lado sosteniendo a...mi hijo. Quien se cree para hacerlo.
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MI ADICCIÓN.✔
Lãng mạnHoy pienso en el día en que te mire, Fue la primera vez que quedé cautivado por la belleza de una hermosa y sensual mujer. Recuerdo que ese día fue el más alegre, Pues nunca en mí vida lo olvidare, por que supe también que el amor a primera vista ex...