MI ADICCIÓN.✔

CAPÍTULO 32.

BRUNO D'ANGELO.

Los tormentosos sueños siguen su curso constante de aparecer cada noche sin retraso ni demora. Mis ojeras son aún más notorias por las noches de agonía y desvelo cada día que estoy sin ella a mi lado, ella es mi todo, ella era mi calmante para alejar los sueños que me atormentan desde niño. Hasta éste punto puedo decir que la amo, que estoy loco por ella, que se volvió mi todo; y desde que la vi en aquella cafetería sabia que se volvería mi más grande delirio y mi talón de Aquiles. Hoy sufro su ausencia y la de mi bebé que probablemente ha nacido ya. Papá tenía razón, me enamoré de ella justo el día que la conocí y no quise aceptarlo por ego, soberbia y masculinidad que pensaba poseer. Si no me he acercado ya a ella es por darle ese espacio que tanto necesita aunque por dentro me esté quemando por verla ya, me perdí de toda la faceta de su embarazo, que sin dudar se veía tan hermosa como siempre aunque no la haya visto. También oculté su existencia a mis padres. ¡Dios! Ellos estarán más que felices por ello, eso se queda corto a como de verdad tomarán tal magnífica noticia, estoy listo para contarles y la reacción que tomarán contra mi por ocultárselo.

Mi hijo está ya a su lado, lo sé por el tiempo que Alana se fue de aquí. Sonrío de oreja a oreja al pensar que la mujer que me enamoró me dio la más grande bendición y por idiota me he estado perdiendo justamente eso, ese momento que debió ser el mejor del mundo, ella lo vivió sola sin mi. Probablemente sea un bambino o una bambina llena de vida igual a ella, portando su belleza. Puedo imaginármelo con su mismo color de pelo a esa personita tan indefensa, o igual al mío. ¡Dios! No sé como será, estoy tan frustrado por no saber como tomar todo ésto.

Desesperado tomó mi auto y voy rumbo al hogar de Stefan cuidando que nadie me siga aparte de mis hombres que cuidan mi espalda. Aunque me he convencido a dejar ésto, mi padre se niega a eso, sé que es peligroso por las amenazas constantes que he recibido aunque no sepan quien soy en realidad, pero saben de cuanto es el territorio asignado a cada mafia, por lo que cada una recibe ese mensaje de mierda amenazando a mi apodo y que pronto descubrirán mi identidad y darán muerte posteriormente a mi persona.

Eso jamás logró intimidarme hasta ahora que tengo una familia que me nace cuidar y proteger de todo peligro. No dejaré que nada me suceda, ni siquiera a ellos. Quiero conquistar de nuevo a Alana así me cueste la vida intentarlo.

Pronto estarás conmigo mi musa pelirroja. Mi delirio para toda la eternidad.

Media hora después de conducir por el sendero de árboles y adentrarme al bosque llego a la mediana casa de Stefan, que a decir verdad me enorgullece que haya ocultado la identidad de su familia y la ubicación de ésta, su casa está muy bien oculta de cualquier peligro prominente.

- Bruno.- saluda Stefan cuando llega de inmediato hasta mi.

Lo saludo con un caluroso abrazo que logra impresionarlo pero que corresponde de inmediato al escucharme sollozar. Jamás creí que me quebrará de ésta forma con él, pero no puedo contenerme al saber de lo que me he perdido por mis idioteces.

Me alejó y me limpió las lágrimas. Él no dice nada y espera a que hable, se lo agradezco en parte por que no sabría que decir. Tardo un poco pero lo hago, hablo honestamente con él por primera vez desde que se marchó.

- Sé que me ves ridículo que yo haga ésto y me quiebre ante ti pero...- tomó una bocanada de aire y continuó -. No aguanto más Stefan, el tiempo ha pasado y no saber de ella me mata, sé que mi hijo a nacido ya por el tiempo que ha pasado desde entonces y eso me carcome aún más. Necesito verlos.