~1~
Domingo, ya es domingo, el maldito último día de vacaciones, me lo he pasado demasiado bien durante el verano, no quiero dejarlo atrás. He ido a varias fiestas junto a mis amigas, he paseado por la playa, me he ido de viaje de fin de curso con Darian, allí pasé mi primera borrachera, y ha sido alucinante, todo me daba vueltas, pero conseguí olvidarme de todas las cosas que han perturbado mi mente durante estos tres últimos meses, incluyendo al cabrón de Jacob. Es difícil recordar todas las cosas que he vivido durante todo el verano, pero mentalizarse de lo que viene, es todavía más complicado.
Voy a empezar bachillerato, no me lo creo, por fin puedo escapar de mi antiguo insti, e irme a uno mucho mejor, lejos de mi horrible barrio, con gente nueva, un aire distinto, y por supuesto sin tanto olor a porro por las calles, era insoportable, ni dar un paseo se podía. Por suerte mis padres y yo nos hemos mudado a otro lugar, en Seattle, el aire es mucho más limpio y no es tan solitario, hay mucha más gente por la calle, y desde luego todos parecen muy agradables. No sé, me apetece empezar una nueva vida aquí, sin prejuicios, sin tanto barrio bajero, sin Jacobs...
-¡Britney ¿Cuántas veces mas vas a hacer que te llame?!- La voz de mi padre hace que cualquier cosa que este pensando se esfume y me levante de un brinco de la cama, apresurándome para vestirme lo antes posible y bajar a desayunar.
Mientras saco toda la ropa de mi armario en busca de la camiseta negra de The Rolling Stones que me compré el otro día y unos pantalones vaqueros no muy ajustados para ponerme, puedo oír las irritantes voces de mis padres discutiendo, creo que piensan que no me doy cuenta de que discuten, porque en cuanto me ven se callan, pero lo cierto es que sí que me entero, no pueden chillar más.
-¡¿Puedes dejar de gritarle así a la niña?!-Mi madre siempre intenta defenderme cuando cree que mi padre se pasa conmigo.
-Y ¿tú quieres dejar de ponerte siempre en mi contra? Por dios-
-Ya estamos otra vez, mira no me apetece discutir ahora contigo, así que vete a pasear un rato-
-Si señora- Se queja mi padre saliendo del salón a grandes zancadas, dando un fuerte portazo, que hace que retumben las paredes, al salir de la casa.
Bajo las escaleras una vez me he vestido. Lista para ir de compras con mi madre, me hace mucha ilusión porque tengo unas ganas tremendas de comprarme una talla más de sujetador, este ya me queda un poco pequeño, además también voy a ir a por ropa nueva, la que tengo está bastante vieja, y si voy a cambiar de vida tendré que mudar de piel también.
-Mamá, me tomo una tostada y vamos-
Para mi sorpresa, mi madre está tumbada en el sofá con los ojos cerrados, pero todavía un poco húmedos de haber llorado tras la discusión con mi padre. Me sabe mal despertarla, así que me voy a tomar primero el desayuno, y si todavía no se ha despertado llamaré a Darian un rato.
Subo a mi cuarto por las numerosas pero pequeñas escaleras, todavía no me acostumbro a subir escalones para llegar a mi cuarto. El antiguo sitio donde vivía hace tan solo unas semanas, era un pequeño apartamento con un pasillo que llevaba a todas las habitaciones, excepto el salón y la cocina que se entraba en ellos desde el vestíbulo. Para lo único que necesitaba usar escaleras allí era para coger las cajas de navidad que se encontraban encima de mi armario, pero eso es solo una vez al año, y ni siquiera subía yo, lo hacía mi padre que "es el hombre de la casa" y supuestamente es el único que puede con el peso.
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Contigo y sin ti
RomanceBritney Paige, ese es mi nombre, pero el comienzo de los peores y mejores días de mi vida tiene otro nombre; William Kaest. Y por suerte o por desgracia me tocó enamorarme de él.