Joaquín Bondoni no resaltaba mucho, la gente que no era cercana a el solo sabia que era un chico pálido y callado, un poco cascarrabias y a penas entrando a los veinticuatro.
Sus amigos sabían, además, que le gustaban los gatos, que era pansexual y que tenia un novio diez años mayor que el. Pero ninguno de ellos había visto las rozaduras que dejaban las cuerdas en las muñecas, tampoco sabían que tenia un tatuaje en la nalga derecha que decía "Propiedad de Emilio Osorio" y un amplio surtido de mordazas, dildos y toda clase de artefactos que le prevenían de correrse cuando no debía, tampoco sabían que nada mas llegar a casa, su novio se convertía en su amo y ni siquiera el sabia con cuantas personas había tenido sexo.
Probablemente ondease las 50, entre hombres y mujeres, pero nadie sospechaba nada de eso mientras Joaquín se besaba con su novio, que estaba apoyado contra la pared de la puerta de la universidad. Tampoco mientras su mejor amiga Azul le acompañaba a clase y se refería a su novio como señor, para que Joaquín suspirase y le dijese que se llamaba Emilio.
-En el fondo, nada tiene demasiado sentido, debería no arriesgarme y seguir con el ritmo de trabajo que tengo, pero si pongo esta idea en mi practica mi nivel de trabajo bajara un poco, aunque también pueden bajar los beneficios, ¿entiendes?- pregunto Emilio, Joaquín no contesto. Emilio sonrió y enredo una mano en su pelo, suspiro y se hundió un poco mas en el sillón, entre sus piernas, Joaquín estaba de rodillas. No estaba autorizado a llevar pantalones en casa, gemía levemente, con el pene de Emilio metido hasta el fondo de la garganta y los ojos cerrados, Emilio le acaricio el pelo de nuevo.
-La próxima sesión tenia pensada que fuese pasado mañana, ayer y antes de ayer tuviste una no quiero forzarte mucho, he visto esos pezones, están al rojo vivo.-dijo, al tiempo que metía una mano por la camiseta de Joaquín, acariciando uno de sus hinchados pezones, causando un gemido.Suspiro de nuevo y miro al techo.-Me apetecía dejarte descansar, al menos un día, pero si ahogas tus gemidos en mi polla, ¿Cómo esperas que me contenga? con lo guapo que eres.
- ¡Ah! ¡Espera, espera!- agarró su cabeza y le acerco a él, Joaquín gimió notando como se le dilataban los músculos de la garganta, un tibio liquido bajo por su esófago, mientras el tragaba, se separo lentamente una vez había acabado.
-Oh, cariño... ¿estas bien? -pregunto Emilio, abrochándose el pantalón, Joaquín asintió tragando saliva.Odiaba la sensación pastosa que le dejaba el semen en la boca, con vergüenza intento cubrir su erección, sabia que si su amo la veía le obligaría a masturbarse delante de el y si le veía masturbarse tendrían sexo.
Verdaderamente, ni su ano ni su recto ni su próstata estaban preparados para eso, pero Emilio le dejo marchar sin una palabra, dándole una pequeña nalgada cuan paso por su lado (en su nalga derecha, su parte favorita). Joaquín ni siquiera se molesto en encargarse de su erección, dentro de unos minutos se habría ido era un malgasto de energía innecesario. En cambio, saco sus apuntes de literatura occidental y empezó a pasarlos en limpio y a resumirlos.
Estudiar, como la mayoria de cosas en su vida, era algo que haci por inercia, no sabia por que le habia dado por estudiar Literatura, ni como iba a mantenerse ocupado cuando acabase la carrera, prpbablemente empezaria hacer una maestria y liego un doctorado o cualquier cosa.Necesitaba mantenerse ocupado, aunque fuese con algo que no le apasionaba, no necesitaba trabajar ya que con el trabajo de Emilio, su hobby como escritor y el dinero de las sesiones tenian mas que suficiente para los dos, es mas compartian tarjeta de credito, si iba por la calle y encontraba un abrigo que le gustase, solo tenia que pasar la tarjeta por el lector, daba igual el precio. Ese día al llegar a casa, Emilio le diria "te has comprado un abrigo", "si" contestaria el, "¿lo has hecho por algo en concreto?" preguntaría Emilio, "me gustaba" contestaria y entonces Emilio sonreiría y le diria "no pasa nada, te lo mereces" y entonces le llevaria a la cama y harian el amor varias veces seguidas.
[....]
-Me encantan tus apuntes Joaquin, parecen apuntes de chica, con rotulitos para títulos y esas cosas con subrayadores- comento Azul, mirando su cuaderno, Joaquin sonrió, pero no contesto. -Por cierto el otro dia me encontré un libro escrito por el señor.
-No se porque te empeñas en llamarle señor, tiene solo treinta y tres años y se llama Emilio.-Azul suspiro.
-Me pone enferma que le llames Emilio, me da asco, es demasiado mayor para ti.
-Ya lo hemos hablado, llevo casi cuatro años con el, no pienso dejarle.
-¿Y por que no? No creo que te convenga.
-Azul, lo quiero.
-¿Y por que lo quieres? ¿eh?
-¿Honestamente? -Joaquin sonrió- Porque me trata con cariño y me folla de las mil maravillas. - Azul se tapo las orejas, poniendo los ojos en blanco.
-No entiendo esa obsesion, es mucho mayor que tu, nisiquiera es guapo, básicamente es tu puto sugar daddy, seguro tiene mundo y medio de fetiches. -Joaquín sonrió levemente, si ella supiera.
-No me importa que se mayor que yo Azul, repito, lo quiero, lo quiero mucho, es lo unico de mi vida que no hago por simple rutina.
Bri_farfan
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Sugar Master || Emiliaco
FanfictionJoaquin Bondoni no resaltaba mucho. La gente que no era cercana a él solo sabían que era un chico pálido callado, un poco cascarrabias y apenas entraba a los veinticuatro. Sus amigos sabían que era fanáticos de los gatos, pansexual y que tenía un no...