Joaquin se duchó. Se sintió como la peor persona sobre la faz de la tierra. No sabía si era Azul la que le había malaconsejado, o si Emilio, aparte de ser tóxico, le quería. Pero había hecho llorar a su novio. Todavía podía recordar su cara, con lágrimas en los ojos y su labio inferior temblando, mientras sonreía amargamente. Con la toalla alrededor de su cintura, se tiró sobre la cama. Emilio se asomó a la puerta. Ya no estaba llorando, pero tenía los ojos hinchados.
-¿Puedo pasar? -Preguntó. Joaquín asintió, y él entró en el cuarto, despacio. Se sentó en el borde de la cama - ¿Quieres hablar de ello?
-No te odio. No me arrepiento de haberte conocido. Te quiero. Te quiero un montón.
-Mh –Emilio asintió–. ¿Puedo acurrucarme ...?
-Si. –Emilio se tumbó a su lado, abrazándole por detrás. Joaquín sintió el roce de su jersey con su piel desnuda, su olor invadiéndole, y sonrió -. Lo siento, no pensaba nada de lo que te he dicho.
-Me gustaría llegar al fondo de esto. Para ... ya sabes, resolver nuestros problemas. ¿Porque me dijiste todas esas cosas?
-Estuve hablando con Azul. Ella me dijo que estaba en una relación tóxica
-Mh. ¿Y qué te dijo ella?
-Dijo que era emocionalmente dependiente de ti porque me decías que nadie me iba a querer si no eras tú.
-Yo nunca te he dicho eso. Yo te quiero muchísimo. Ahora mismo, creo que nadie te quiere tanto como te quiero yo. Pero hay mucha gente que te puede querer. Eres maravilloso. Solo es cuestión de tiempo que alguien se enamore de ti.
-También me dijo que eres autoritario conmigo.
-Ah, Joaquin... Eso es parte del juego, por así decirlo. Pero si no te gusta, paro inmediatamente.
-No, no hace falta.
-No, tienes que decirme si no te gusta por que entonces hay que pararlo y ...
-Me pone que seas autoritario –cortó la discusión Joaquín.
-Bueno, sigamos -cambió de tema Emilio-. Te dijo que yo te manipulaba para usar tu cuerpo, ¿verdad?
-Si.
-¿Tú te sientes así, Joaco?
-No, para nada, me encanta todo lo que haces.
-No es si te gusta o no, Joaquín. ¿Te sientes forzado a hacerlo? ¿Te sientes forzado a decir que si a cosas? –El tono de Emilio sonaba preocupado, y sus brazos le pegaban a su cuerpo. Joaquín dudó unos segundos, intentando hacer memoria. Pero se dio cuenta de algo.
-No me estás llamando cariño.
-Porque no es momento para poner carga emocional sobre ti –contestó Emilio, confundido por el cambio de tema.
-Cuando empiezas a ponerte cachondo, tampoco me llamas cariño.
-Ah. Te has dado cuenta. Es por lo mismo. Para no poner carga emocional. –Joaquín giró para mirar a Seungbae a los ojos.
-Eso es muy dulce de tu parte. -Emilio rió.
-¿Ser un ser humano decente es dulce por mi parte? –Le besó con cuidado sobre la nariz–. Veo por donde van los tiros en esta conversación. Seguro que a tu mejor amiga no le hizo gracia que apartara a Alejandra de ti ayer.Lo siento si te molestó. Pero me pareció que te estaba incomodando. ¿Qué relación tienes con esa chica? -Joaquín suspiró. ¿Por dónde empezar?
-En el instituto, yo estaba muy confundido. - Empezó él -. No sabía qué me gustaba, a Alejandra le gustaba yo, pero yo sabía que ella no me gustaba. Teníamos ... ¿Cuánto teníamos? Creo que dieciséis, o diecisiete años. Bueno, ella me pidió salir. Azul tenía novio en esa época, y ella era la única amiga que me quedaba. Tenía miedo de quedarme solo, así que le dije que sí. –Tragó saliva. No es como si fuera algo doloroso, pero llevaba mucho tiempo sin hablar de sus años adolescentes.
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Sugar Master || Emiliaco
FanfictionJoaquin Bondoni no resaltaba mucho. La gente que no era cercana a él solo sabían que era un chico pálido callado, un poco cascarrabias y apenas entraba a los veinticuatro. Sus amigos sabían que era fanáticos de los gatos, pansexual y que tenía un no...