Morgan
1 Diciembre 2011
23:33 hrs
Sabía que no podía continuar prolongando el pequeño pedacito de libertad al mismo tiempo que continuaba teniendo un cadáver en la habitación del baño.
Mi estómago amenazaba con devolver las pocas sobras que había comido, el olor era cada vez más fuerte y me había tomado mi tiempo antes de llamar a la policía.
Sabía que en cuanto ellos llegaran me llevarían y terminaría en una casa hogar hasta que cumpliera la mayoría de edad, cosa que no sonaba tan mal en comparación con la vida que había llevado hasta ahora, pero aún no estaba lista para dejar la tranquilidad que me invadía.
Unos minutos después de que había hecho la llamada las sirenas se escuchaban fuera del edificio y luces azules y rojas iluminaban las calles debajo. Unos pasos y unos golpes en la puerta hicieron que arrastrara mis piernas para abrir.
Dioses, ojalá hubiera podido evitar lo siguiente.
Un par de policías me arrinconaron haciéndome preguntas mientras lo que parecían ser médicos o paramédicos entraban al baño cargando una camilla.
-Morgan ¿Cierto? -Un joven pregunto sin levantar la mirada de su libreta de anotaciones. Alto y con su cabello castaño colocado en un pequeño chongo en su nuca. Asentí como respuesta.
Lamentablemente esa era yo. Morgan.
-Aun no me he presentado correctamente. Puedes decirme Arion y ella es Sabrina. -Exclamo señalando a la policía a su lado quien por lo que pude apreciar estaba examinando la casa en busca de señales.
Era un suicido y yo lo sabía mejor que nadie.
Pero su trabajo era asegurarse de que no había sido un homicidio. Algo que lógicamente les diera más papeleo y trabajo que hacer.
-¿Tienes más familia? -Pregunto Arion después de ver que no le había dado demasiada importancia a su presentación.
-No que yo sepa. -Dije jugando con las uñas de mis dedos.
-Bien. -Una pequeña sonrisa hizo que sus labios se curvaran por unos breves segundos. Suficiente para que yo lo notara, sin embargo, suponía que no era nada.
Solo sería una niña más que alimentar para el gobierno durante cuatro años más.
-Gracias por responder todas nuestras preguntas. -Habían sido preguntas bobas de rutina ¿Dónde la encontraste? Como si no fuera obvio ¿Dónde estabas antes de llegar? ¿A qué hora la encontraste? Omití el hecho de que por un tiempo no me importo donde estaba, mejor dicho, si estaba viva o muerta.
Y aún seguía sin importarme.
Pero si me importo el hambre que sentía mi estómago.
-Y lamento mucho tu perdida. -El policía coloco una de sus manos en mi hombro y la retiro después de unos segundos.
"Lamento mucho tu perdida"
Pero yo no había perdido nada.
No se puede perder una madre que no es una madre.
No había nada que lamentar.
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Después de lo que parecieron días que en realidad fueron minutos, los policías seguían en el baño murmurando en voz baja, quizá creían que no había sido un suicido.
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Bloodstream
Romance-Me traicionaste. -¿Fuiste tan ingenua para creerlo? Cuando los demás deciden tu camino y te arrebatan la libertad desde temprana edad, escapar se convierte en tu única opción. Yo no pude hacerlo. - Morgan