Bloodstream

XXVII

Alessia

1 Julio 2020

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."

Génesis 1:27.

"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne"

Génesis 2:24.

¿Si estaba tan mal por que se sentía jodidamente bien?

Las puntas de los dedos de la rubia trazaban patrones en mi piel.

-Aún estamos en el aula. -Exclamó Hanna como si no fuera lo suficientemente obvio. Ella estaba sentada en el escritorio con sus piernas rodeando mi cintura.

Atrayéndome más a ella.

Sus piernas descubiertas mientras sus prendas exteriores estaban arrojadas en algún lugar del piso.

-¿Cerraste bien? -Pregunté echando un vistazo hacia la puerta donde unas pequeñas persianas cubrían la ventana. Hanna asintió mientras seguía observándome. -Estás empapada. -Dije al mismo tiempo que uno de mis dedos rozaban su ropa interior.

-¿Te parece? -Pregunto levantando una ceja e intentando frotar mi dedo dentro de ella.

-Si. -Respondí tomándome un momento para observar sus pechos sujetados en su sujetador blanco.

Era hermosa.

¿Por qué la anatomía femenina siempre me había llamado la atención?

¿Por qué Hanna tenía que hacerlo mil veces más complicado?

Si hubiera tenido más tiempo podría habernos pintado.

Podría haber pintado cada detalle de su cuerpo con una brocha.

-Quiero intentar algo. -Exclame sin pensarlo mucho. Hanna conecto nuestras miradas. -Quiero grabarnos.

Observaría el video mil veces si eso significaba poder plasmarlo en un lienzo.

Observaría ese video y desearía tenerla cuando estuviéramos separadas.

-¿Quieres grabar esto? -Mis pinturas habían terminado en una orilla del escritorio junto con nuestros teléfonos. Hanna estiró su mano buscando algo.

-Si estás bien con eso... -Sabía que esto terminaría, sabía que en algún momento ambas nos separaríamos y yo terminaría amando a un hombre.

Sin embargo todos tenemos permitido tener secretos.

-Solo será para nosotras ¿Si? -Asentí y Hanna abrió la cámara de mi teléfono sin la necesidad de desbloquearlo.

La mayoría de las veces un secreto sólo se compartía entre dos personas.

Y yo estaba dispuesta a que esto sería el mío.

Hanna apoyo el teléfono sobre la pared después de haber comenzado a grabar y por un lado que una cámara estuviera grabando solo hacía que la humedad en mi interior aumentara.

-¿Qué harás con el video después? -Susurró Hanna en mi oído al mismo tiempo que su mano se colocaba en mi nuca. -¿Lo verás cuando estés sola? -Susurro esta vez sobre mis labios.

-Lo haré. -Admití porque, además de pintarla, quería hacer otras cosas a solas.

Hanna atrapó mis labios entre los suyos jugando con nuestras lenguas. Su necesidad se reflejaba en cada mordida que dejaba en mis labios y en la profundidad del acto.