Hanna
"Quizá en otra vida."
Había terminado.
Lo único que me había dejado era un papel con tinta derramada en cuatro palabras.
Mis manos aún sostenían el papel al mismo tiempo que mis ojos vagaban en cada palabra.
Quizá en otra vida podríamos tenerlo.
Quizá en otra vida ella no me traicionaria.
Quizá en otra vida ella se quedaría.
No importaba si ahora era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, aun seguía sintiéndome atrapada en las mismas sombras.
Y quizás eso nunca cambiaría.
Quizá nunca podría recuperarme.
Quizá no recordaba cuánto tiempo estuve encerrada en la habitación hasta que Kassandra me obligo a ponerme de pie.
—¿Hanna? —Tampoco recordaba cuanto tiempo Kassandra se quedó mirando a una esquina de la habitación, como si estuviera dejando que sus recuerdos nublaran su vista.
—¿Si? —Pensé que la voz provenía de Kassandra hasta que mi mirada se encontró con una pelinegra.
Una pelinegra sin las facciones que me dedique horas a trazar con la punta de mis dedos.
—Azia.
La misma Azia que había dejado el bote en la nevera de Morgan como un regalo.
La misma Azia que creí conocer y ahora deseaba no hacerlo.
—¿Puedo? —Pregunto cuando entendió que no tenia intención de responder.
—¿Por qué aún no estás huyendo como Morgan? —Mis propias palabras sabían amargas en mis labios. —Son buenas en eso ¿No?
Me gustaría decir que me arrepentí de cada palabra al ver el rostro de Azia.
Me gustaría decir que las últimas palabras de nuestro final no podían lastimarme.
Me gustaría decir que no reconocí que ese papel era el mismo del libro.
Yo siempre tendría una pulgada de ella.
Ella se había llevado la parte faltante de mi.
—Tal vez si escucharas lo que tengo que decir, entenderías porque somos tan buenas huyendo.
—Creo que lo he entendido bastante bien.
—¿Lo haces o solo confías en la historia que Morgan manipuló? Aún hay piezas que faltan ¿No?
—No hagas eso. —Kassandra habló por primera vez desde que había entrado a la habitación.
—Hablaré, si estás dispuesta a escuchar.
¿Estaba dispuesta a escuchar como Morgan había ocultado las partes más dolorosas?
¿Estaba dispuesta a romperme más por ella?
¿Estaba dispuesta a recoger pieza por pieza en el momento que me rompiera?
—Habla. —Exclame porque una grieta más ya no importaba. Yo ya estaba hecha pedazos.
Mi propia sangre estaba contaminada.
No le había importado lastimar con tal de asegurar el crecimiento de su imperio.
No le había importado arrebatarles la vida desde pequeñas.
Y la misma sangre que había cometido tales actos, también se arrastraba debajo de mi piel.
ESTÁS LEYENDO
Bloodstream
Romance-Me traicionaste. -¿Fuiste tan ingenua para creerlo? Cuando los demás deciden tu camino y te arrebatan la libertad desde temprana edad, escapar se convierte en tu única opción. Yo no pude hacerlo. - Morgan