Azia
25 Marzo 2004
TW: Homicidio
Había contado cada uno de los días desde que él se había ido.
Sabía que era egoísta de mi parte querer que se quedara aquí.
La familia de Amber era bastante considerada conmigo, aunque algunos días no podía evitar sentirme fuera de lugar en una familia que no era la mía, Asher se había encargado de enviar a fin de mes un pequeño sobre con dinero para que los padres de Amber pudieran mantenerme.
Sabía que él hubiera querido que estuviera feliz hoy, era mi cumpleaños y Asher siempre lo celebraba como si fuera un día histórico.
Generalmente estaría saltando sobre mi hermano al mismo tiempo que ambos intentábamos que la masa de pastel quedará como en la receta.
Pero él no estaba aquí ahora para hacer el pastel juntos.
-Hey. -Unos movimientos hicieron que levantara mi vista de las mantas. Amber tenía ojos cafés y un cabello castaño que con el Sol hacía que tomaran un color ámbar claro. -Tenemos una sorpresa para ti. -Ella era tres años mayor que yo. Una manía que Asher me había dejado antes de marcharse era siempre ser consciente de los números.
No dije nada mientras Amber me dirigía hasta bajar las escaleras. Su casa olía a madera y era en gran parte gracias a las esculturas que hacía su padre.
Al principio estaba emocionada, en algún momento pensé que los problemas de dinero por los que Asher se quedaba despierto hasta la noche se habían terminado y que nos iríamos a vivir juntos con la familia de Amber.
Me había equivocado, las cuentas seguían creciendo y los números en rojo seguían multiplicándose, hasta que Asher logró conseguir un trabajo como profesor en Francia.
Tendría que volver a Francia y yo tenía que quedarme aquí.
-Amber. -Estaba a punto de llamar su atención cuando observé en el comedor a los padres de Amber con un pastel delante de ellos, dos velas de colores estaban prendidas.
-¡Felicidades! -Gritaron los tres al unísono. Agradecía tanto que hubieran recordado la fecha de mi cumpleaños, Amber se acercaba animadamente al comedor mientras me indicaba que me sentara.
Había cinco platos en la mesa. Cinco cucharas.
No tuve el suficiente tiempo para reaccionar y preguntar.
Su cabello era igual al mío, su sonrisa no se había desvanecido de su rostro, cargaba una mochila en su hombro.
Asher apareció por detrás de mí trotando ligeramente, exactamente así recordaba a mi hermano la última vez que me despedí de él.
-¿Me extrañaste? -Pregunto riendo después de que me impactara contra él en un abrazo haciendo que el se agachará hasta quedar a mi altura. -Un año más y tendrás diez. -Ahí estaba de nuevo su obsesión con las matemáticas, al menos me agradaba que lograra conseguir un empleo que combinara su pasión por ellas.
-Mucho. -Exclamé con emoción alargando la última letra de la palabra. No esperaba que después de mucho tiempo sintiendo que a pesar de estar con una familia, no me sentía realmente con una.
Era porque faltaba Asher.
Era porque faltaba mi hermano.
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Bloodstream
Romance-Me traicionaste. -¿Fuiste tan ingenua para creerlo? Cuando los demás deciden tu camino y te arrebatan la libertad desde temprana edad, escapar se convierte en tu única opción. Yo no pude hacerlo. - Morgan