El cielo que tripula el alimoche
sojuzga la barranca más profunda
de la tierra, vagina tremebunda
crujida por el hielo de la noche.
Cada luna, nacida a trochemoche,
se sacude la pátina infecunda
de la vulva que quiere barahúnda
de sol que la fracture y la desmoche.
Erguido crece el musgo de las piedras
buscando firmamentos que las hiedras
alcanzan sin tragedia ni censura.
Terrible es la razón que tiene sueño
y reposa su sexo sobre el leño
que troncha la destral de la locura.