¿Qué hacer con esta impúdica cortina
si al hombre toda paz le es sospechosa
y qué con la alegría caprichosa
rumiando el batallar que se avecina?
¿Adónde sus quehaceres encamina
la calma desnutrida y azarosa
y dónde deslizar la mariposa
que en las armas cargadas se fulmina?
¿Por qué escapar del feudo en que mis pasos
hollaron las raíces de la tierra
en busca de otros triunfos y fracasos?
¿Por qué el entendimiento en sí se encierra
cuando es Marte quien rompe nuestros vasos
suspirando en el cuerno de la guerra?