Los portales de Belén (XXV)

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Un ángel de la guarda despachaba 

la buena nueva en portada a las gentes, 

que embriagadas llevaban sus presentes 

ante el hijo del dios que germinaba. 

El refugio en posadas que buscaba 

encalló en unas cuadras indecentes 

y entre mansos y acémilas calientes 

vislumbró su futuro de almadraba. 

Hubo monarcas que hicieron estragos, 

hégiras, cruces y dogmas del Bien, 

pero antes tuvo que saldar sus pagos 

pidiendo en los portales de Belén 

créditos blandos a los Reyes Magos 

y vendiendo pasajes al Edén. 

Contad si son catorceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora