1. Indicios de lo impensable

933 47 1
                                    


Deku

Era hora de una prueba en equipos, los cuales habían sido divididos y yo terminé siendo emparejado con aquella amable chica Ochako Uraraka, pero para mí infortunio, me tocó de villano quien tenía bastante practica siéndolo. Pese a los constantes desaciertos que a los que tuve que hacerle frente mientras mi mente divagaba entre mi pasada y mi presente relación con Kacchan, logré hacerles frente a sus constantes insultos y noquearlo, esperando que Uraraka pudiera hacer lo mismo con Iida, aquel chico que me elogió tras aprobar el examen de ingreso.

Tras nuestra victoria, Kacchan no hizo más que una gran explosión mientras se hacía paso para salir del edificio y yo caía rendido entre escombros y mi pulso a tope, pero satisfecho con mi desempeño; no estaba considerablemente herido. Empezaba a sentirme cada vez más a gusto con el don que me fue otorgado; quiero demostrarle a All Might que soy un digno sucesor.

Tras salir de la enfermería, casi pierdo la compostura al encontrar a Kacchan, despojado de parte de su traje de héroe, charlando con mi mentor y nuestro héroe favorito, All Might quien le aconsejaba seguir adelante pese a los contratiempos. Como siempre con su actitud arisca, solo se limitó a ofrecerle una mueca antes de que susodicho profesional abandonara la sala, para que solo restara una expresión que rara vez había visto hacer a Kacchan; impotencia. Sus manos estaban convertidas en puños y su mirada estaba perdida en un punto fijo del suelo.

Estaba dispuesto a retirarme, pero el cambio repentino en el rostro del rubio me conmovió; sus puños se aflojaron y su rostro permaneció fijo en el monitor. Ante la sorpresa, y la creciente curiosidad, quise acercarme para tener una mejor imagen de la escena y vaya que no era para menos. Sabía que Mashirao Ojiro y Hagakure Toru eran quienes harían de villanos, pero se vieron totalmente opacados por Todoroki Shoto, quien eclipsó incluso a su compañero de equipo con solo congelar el edifico. Está de más decir que estaba muy impresionado.

En el examen del Prof. Aizawa había dado una muestra de su poder, pero no dejaba de ser impresionante, a tal grado de que incluso Kacchan mantuviera la mirada estupefacta en el monitor, y para ser sincero, no sabía qué me impresionaba: que el equipo de Todoroki lograra completar el examen en tan poco tiempo o que mi eterno acosador se sintiera intimidado por alguien más; conociéndolo, sabía que nunca permitiría que nadie viera esa expresión de asombro.

Yo también me sentí abrumado por aquella impresionante habilidad, pensando que es solo la mitad de su potencial, y que su lado izquierdo no se había manifestado hasta ahora, aún más considerando que su padre era conocido por su increíble dominio del fuego.

Antes de tentar aún más a la suerte, me escabullí sigilosamente para no ser percibido por el usuario de las explosiones, para ir junto al resto, quienes cuando llegué, murmuraban sobre la ejemplar ejecución de Todoroki, incluido All Might, quien elogió su habilidad.

Luego de ser reprendido por All Might por resultar herido durante el combate, corrí para alcanzar a Kacchan pues sentía que le debía una explicación, sin mucho éxito.

Con una última mueca, se alejó a paso seguro sin mirar atrás, mientras yo sostenía mi brazo herido. Tenía razón, aún había mucho que debíamos mejorar, pero este era solo el primer semestre de todo lo que nos esperaba.

Todoroki

Esa mañana había despertado empapado en sudor, teniendo esa recurrente pesadilla de cuando obtuve el permanente recuerdo de por qué no le daré el gusto a mi viejo de usar mi lado izquierdo.

El chofer, como en otras ocasiones, me depositó en la entrada de la academia y nueva vez, comenzaba el murmullo, en especial de las chicas, que solía manifestarse una vez ponía un pie en las instalaciones; era estresante. A veces desearía que mi apariencia no delatara mi ascendencia. Me coloqué en mi asiento mientras el resto de mis compañeros se hacían presentes en el salón. Yaoyorozu fue una de las primeras en llegar, quien me saludó en cuanto tomó asiento. Nuestras familias se conocían desde bastante tiempo, pero fue en la prueba de recomendación cuando logramos conversar un poco más. Siempre había sido muy educada y ejemplar, era agradable estar con ella.

Formas Parte de MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora