Perfectos Desconocidos

FRAGMENTO 24

Despacio entré a la casa tratando de no hacer ruido, sin embargo esto fue inútil porque en cuanto cruce la puerta Ray corrió a abrazarme.

¡Ya estás bien mami! ¿cómo te sientes? Y... Aisawa ¿porqué no esta contigo?.

...Bueno él tuvo algo que hacer por eso no esta aquí... pero lo importante es que estoy bien no fue nada grave. Dije tratando de cambiar el tema.

Si y ¿porqué te desmayaste?. Preguntó de nuevo.

Bueno pues...

Si hija dinos ¿qué fue lo que te pasó?. Cuestionó mi madre llegando a la sala.

Ah... no se preocupen no es nada grave... el doctor dijo que todo fue a causa de mal pasarme estos días, por eso de dormir poco, no comer bien y estar estresada y presionada, pero con unos días de buena alimentación y descanso todo va a estar bien. Afirmé ya que éste no era el mejor momento... otra vez para contar lo de mi embarazo.

Lo ves hija yo tenía razón cuando te dije que te tomarás las cosas con calma, pero como siempre no me haces caso le das mucha importancia a las cosas, te presionas demasiado y acabas descuidandote, debes cuidarte más si no quieres que algo grave te pase. Finalizó mi madre.

Si tienes razón, por ahora creo que todos necesitamos descansar y ya es tarde, así que vamos a dormir ya mañana hablaremos con más calma. Sugerí tratando de disimular el nudo que traía en la garganta.

En cuanto llegué a mi habitación me dejé caer sobre la cama presa del cansancio, la frustración y demás emociones que me invadían y no las comprendía del todo.

Después de años en soledad al fin tenía a alguien a mi lado que me amaba y estaba dispuesto a todo por mi, pero como inexperta que soy en esto de las relaciones amorosas estoy hechando todo a perder todo por minimizar las cosas, restarle importancia y no confiar en mi pareja plenamente.

¡Demonios soy una estúpida!. Exclame ahogando un grito de frustración en mi almohada donde intente sacar algo de todo lo que me presionaba, pero esa sensación tan extraña e incomoda no desaparecía.

Ya sin fuerzas me cambie y me acosté, sin embargo por más que intenté no podía conciliar el sueño y sólo daba vueltas en la cama impaciente.

No sé qué hora era cuando por fin me vencieron el sueño y el cansancio, por un momento me quedé dormida hasta que...

De pronto desperté de golpe al sentir que no estaba sola, giré rápidamente algo nerviosa y descubrí una figura oculta en las sombras que me sorprendió pero al mirarlo bien pude reconocerlo.

Siento mucho sí te asuste no fue mi intención. Dijo en voz baja.

Descuida estoy bien.. ¿qué haces aquí Shota?. Pregunté en tono serio mientras me levantaba de la cama y encendía la luz.

La verdad es que no podía dejar las cosas así. Afirmó acercándose a mi.

No voy a reprocharte otra vez por no contarme todo... pero... lo único cierto aquí es que ambos tenemos culpa en esto de la falta de comunicación y que yo no puedo estar sin ti.

Entiendo que por como me viste no me hayas dicho nada, pero no estoy de acuerdo con tu desconfianza porque nuestra relación va en serio y también me disculpo sé que mi reacción de hoy no fue la correcta, es sólo que me sentí traicionado y actúe como un imbécil... el punto es... que de verdad Yuri yo te amo y sin importar todo lo que pasó o lo que dijimos esto que sentimos no cambiará NOS AMAMOS, tan es así que nuestro amor ya dio fruto.

Ante sus palabras sólo lo miré en silencio.

Lamento todo lo que pasó hoy, también todo lo que dije y por eso te propongo algo amor... claro sí tu estas de acuerdo... vamos a empezar de nuevo cómo si yo no lo supiera y tu me darás la noticia por primera vez... ¿qué dices cariño quieres volver a empezar?. Cuestionó tomando mis manos, buscando mi mirada y poniéndose de rodillas frente a mi.

Claro que estoy de acuerdo amor, hay que volver a empezar todos merecemos una segunda oportunidad y más con algo tan importante. Afirmé dándole la razón y besé despacio su frente.

Bueno en ese caso hagamoslo de una vez. Dijo y se fue hasta el balcón cerrando tras él las puertas.

Tocó despacio la puerta y dijo. Amor ya estoy aquí, a caso querías hablar conmigo.

Inmediatamente entendí la idea y respondí. Si cariño pasa por favor es importante.

Las puertas se abrieron, Shota entró y se acercó a mi.

Dime Yuri de que quieres hablar, parece que es algo serio. Afirmó.

Si es cierto cariño, la verdad es que lo que te voy a decir nos va a cambiar la vida a ambos, pero no te preocupes que no es nada grave de hecho es algo muy bonito que nos dará fuerza para seguir adelante en todo lo que se nos presente. Aseguré tomando sus manos que temblaban un poco y lo miré a los ojos.

¿Qué pasa mi gatita?... lo que sea puedes confiar en mi porque te amo con todo mi corazón recuerdas. Dijo pegando su frente a la mía.

Si, yo también te amo, eres lo más importante en mi vida, al igual que Ray y nuestro BEBÉ. Susurré lentamente.

¡Cómo!. Exclamó Aisawa sorprendido.

Así es amor tendremos un BEBÉ. Exclame poniendo sus manos sobre mi vientre y mirando atentamente el brillo en sus ojos que era hermoso.

¡ESTOY EMBARAZADA! ¡AISAWA SHOTA VAS A SER PAPÁ!. Grité con emoción y lo besé apasionadamente.

Él correspondió gustoso, me rodeó con sus brazos y me pego a su cuerpo.

Esa es la mejor noticia que me han dado en toda mi vida te amo mucho Yuri, gracias por esto. Dijo pegando su frente a la mía ahí pude ver otra vez ese brillo especial en sus ojos y la emoción también regresó.

También te amo Shota, no hay porque agradecer sabés que esto fue un trabajo de dos. Aseguré y reí un poco al verlo sonrojado.

En ese momento sentí como él nudo que había en mi garganta y mi estómago desaparecieron por completo dejándome respirar y sentirme libre pues al fin todo estaba claro y ya no le ocultaba absolutamente nada a mi amado, así que ya podíamos ser felices.

Me alegra mucho haber aclarado todo esto ahora ambos podemos descansar, ya que este fue un día demasiado largo. Afirmó Aisawa sentándose junto a mi en la cama.

Ven amor vamos a dormir ya es tarde, después de todo esto los tres necesitamos descansar. Aseguró acomodando las cobijas y entrando en mi cama.

Me acomode a su lado y lo miré confundida.

¿Los tres?. Cuestioné.

Si cariño los tres. Tú, el bebé y yo. Decía mientras ponía su mano sobre mi vientre y me pegaba a él para sentir su calor.

Cierto... tengo qué acostumbrarme a que ahora no soy sólo yo. Afirmé y me acomodé entre sus calidos brazos.

Te amo. Susurró despacio en mi oído.

También te amo. Dije en voz baja a punto de quedarme dormida.