El empezar desde cero en una nueva ciudad puede tener sus complicaciones, pero también sus ventajas, como pasar la mejor noche de tu vida en compañía de un extraño.
Luego de que Shota se fue yo también salí como sin nada, resolví unos pendientes y luego fui a casa para abrir ese misterio paquete ya que la curiosidad me estaba matando.
Ya en mi departamento lo primero que hice fue alimentar a Mime o no se callaria hasta que lo hiciera.
Por fin fui a mi habitación y saqué el paquete de mi bolsa, al mirarlo con atención noté que era una pequeña caja negra y no pesaba.
¿Qué podrá ser?. Cuestioné en mis adentros mientras la examinaba.
Sin más la abrí, dentro había una delicada tela Blanca y sobre esta una nota:
En cuanto lo vi me acordé de ti hermosa ya que son igual de atrevidos y sensuales, espero que te guste nos vemos esta noche para que lo estrenes y te lo quite como se debe.
Hice a un lado la nota, la delicada tela y descubrí lo que había en su interior: un sexy juego de lencería negra, era de encaje, con muchas tiras y ligueros, debo decir que yo no era experta en estas cosas y me tomo un rato poder armar el rompecabezas.
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¡Woow Shota si que tienes buen gusto en estas cosas!. Exclame para mi misma.
Luego de admirar mi regalo decidí apresurarme con las labores del departamento, preparar la cena y ducharme ya que mi héroe no tardaría mucho en llegar.
Al terminar de ducharme comenzó una intensa y desastrosa lluvia de la nada, luego se sintió otro temblor, así que después del susto encendí la TV para saber un poco más de lo que pasaba.
Debido a la tormenta y el temblor se formaron grandes olas cerca de la playa y se impactaron, así que había varias construcciones y personas afectadas por eso muchos héroes estaban auxiliando en lo que podían entre ellos Eraserhead.
Vaya esto si es malo, lo siento por esas personas, pero lo necesitan más que yo. Dije para mi misma convencida de que esta noche no llegaría conmigo.
Un poco desanimada fui a la cama y me dispuse a dormir.
El sábado por la mañana luego del desayuno alguien tocó mi puerta y fui a abrir por demás emocionada pensando en Aisawa.
Para mi mala suerte sólo era Kuro quien fue a checar algunos detalles del equipo, los guiones y el itinerario para la grabación de la próxima semana, era algo que ya habíamos acordado, pero con tantas cosas lo olvidé.
Horas después mi compañero y yo finalmente terminamos con el trabajo y él se fue, así que me quedé sola y decidí llamar a casa.
Cuando al fin convencí a mi madre de que estaba bien y que el trabajo iba de maravilla me di cuenta que estaba agotada y no tenía ganas de nada.
Después de colgar el teléfono salí al balcón un momento junto con Mime para despejarme y ver el atardecer.
Cuando ya había caído la noche volví adentro saqué del refrigerador algunas cervezas, puse una película y me tiré en el sofá para beber y relajarme.
