Todo había resuelto demasiado bien, Aizawa estuvo de acuerdo conmigo en que regresara a trabajar al canal, en la empresa me recibieron inmediatamente con entusiasmo, Kuro me ayudó para acoplarme más rápido al ritmo de trabajo, aunque para ser honesta no se me dificultó en lo absoluto y a pesar de que mi idea era buscar una guardería donde cuidaran a Kazumi mientras Shota y yo íbamos a trabajar él se negó, así que después de mucho hablar llegamos al siguiente acuerdo.
Mientras que Aizawa estuviera dando clases por las mañanas en la academia yo cuidaría a la bebé y haría la comida y una vez que él estuviera en casa se quedaría a cuidarla y a preparar la cena mientras yo iría por la tarde al canal para trabajar y llegaría a tiempo para cenar.
De esta forma ambos compartimos las responsabilidades y además pasamos tiempo con nuestra hija sin dejarla en manos de extraños.
Con este nuevo ritmo de vida ya llevamos un mes que la verdad ha pasado muy rápido.
Si bien al inicio era algo nuevo y complicado para nosotros, con el paso de los días se volvió una rutina de lo más cotidiana y sin inconvenientes, hoy por ejemplo Shota tardará más en llegar a casa porque tiene entrenamiento con los chicos, así que para ahorrar tiempo preferí traer a Kazumi conmigo y alcanzarlo en la academia de ese modo yo puedo ir directo al trabajo y él regresa a casa con la bebé.
Una vez en la escuela fui directo al patio de entrenamiento y caminé a prisa sin soltar la carriola, mientras cruzábamos los pasillos de la academia atraímos las miradas tanto de profesores cómo alumnos aunque no les tomé importancia.
Una vez en el patio me quede en la orilla mirando en silencio la clase de Shota ya que verlo con sus alumnos era algo tan reconfortante.
Él no notó nuestra presencia, sin embargo los chicos no saben disimular y al vernos corrieron hacía nosotros, nos rodearon e ignoraron a su profesor.
¡Señorita Sayuri es usted!... gritó Kaminari.
¡y también trajo a la pequeña Kazumi!... exclamó Mina asomándose a la carriola.
Entonces la expresión de molestia desapareció del rostro de Aizawa y también se acercó.
Hola cariño ¿Qué hacen aquí?. Preguntó.
Bueno... es que se me hace tarde para llegar al canal, entonces traje a Kazumi para que se quede contigo ¿te molesta?. Cuestioné.
Claro que no, esta bien ya casi terminamos. Dicho eso volvió a su papel y miró inconforme a sus alumnos que rodeaban la carriola y ponían caras graciosas para hacer reír a la pequeña.
Muy bien ¡basta de jugar! ¡terminen de entrenar!. Exclamó y los chicos volvieron al campo de inmediato.
Ya que no nos observaban me besó y dijo despacio. Vete tranquila cariño yo la cuido.
En respuesta yo volví a besarlo y me despedí. Gracias amor, nos vemos para cenar. Dicho eso me fui a prisa.
Antes de salir volteé y alcancé a ver cómo Shota cargaba a la pequeña y con ella en brazos seguía trabajando. Era tan tierno.
Ya en el canal todo era un completo caos, el director no se encontraba así que toda la responsabilidad caía sobre mi. Definitivamente esta será una jornada muy larga.
Por la noche de vuelta en casa sólo quería descansar un poco, pero lo que vi en la sala del departamento hizo desaparecer todo el cansancio que tenía.
Profundamente dormidos estaban padre e hija en el sillón, se notaba que hace poco Shota había terminado de cocinar pues olía delicioso, en la sala había varios papeles desordenados junto con juguetes y biberones, eso significaba que él había estado trabajando y cuidando a Kazumi al mismo tiempo. Eso explicaba porque tanto cansancio.
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Perfectos Desconocidos
Fiksi PenggemarEl empezar desde cero en una nueva ciudad puede tener sus complicaciones, pero también sus ventajas, como pasar la mejor noche de tu vida en compañía de un extraño.