Finales del siglo XIX, Reino Unido, Orfanato en las afueras de Londres.
Sentada en aquel banco, diariamente, sintiendo que cada día era igual al anterior, me hallaba en aquel salón solitario donde solo podía escuchar el eco de mis pisadas.
Mi casa, era un orfanato pequeño, pero cómodo, no podía quejarme del trato de las hermanas, eran muy amables ¿Como terminé ahí? No tengo la menor idea, pero la comida y las camas eran buenas, después de todo los ricos "Bondadosos" hacían donaciones a aquel lugar.
¿Que hay de mi? Tengo actualmente ocho años de edad, no tengo amigos, ya que paso siempre en esta sala en la que me encuentro, acompañada de la aguja, el hilo y las telas donadas, haciendo los uniformes de las hermanas, sábanas y a veces ropas para mis compañeros del lugar.
No es que me queje de mi trabajo, todo lo contrario, a veces sueño con convertirme en una costurera profesional, poder viajar por Europa, que mi nombre esté en la boca de todos como la mejor diseñadora de Gran Bretaña.
-. Hija mía. -Exclama la de blanco y negro con sus ropas características en el borde de la puerta. -. Se lo mucho que te gusta tu trabajo, pero ya es hora de dormir.
La miro y asiento con una sonrisa, me pongo de pie y comienzo a guardar los trozos de tela.
Al verme obedecer, la mujer se retira, dejo el lugar impecable, pero todo listo para volver mañana.
Los niños ya se encontraban todos con sus camisones, unos cuantos al verme pasar me sonríen.
Quizás no tenía amigos cercanos, tampoco habían de mi edad, pero eso no quiere decir que no me agraden, ni que tenga una mala relación con ellos.
-. ¡___! -Me dice un pequeño mostrándome su atuendo. -. ¿Los hiciste tú?
Pongo mis manos en mi espalda y asiento con una sonrisa.
-. ¡Haces ropa muy linda! ¡Hasta me dan ganas de no cambiarme de ropa!
Todos los niños sueltan una risa, pero también me agradecen.
Desordeno el cabello de quien me alagaba.
-. No hay de que agradecer, saben que me gusta confeccionarles estas prendas, pero ahora basta de charla ¡A probar esos pijamas y a dormir!
Todos los niños, incluyéndome, entramos en las sábanas, apagamos la luz y nos dormimos.
{...}
Me despierto de la nada, el sol aún no salía, me levanto debido a que no tenía sueño.
Cubro mi camisón con un chaleco de lana, me pongo los zapatos y salgo del cuarto sin emitir ruido alguno.
Subo las escaleras, hasta llegar al último cuarto del orfanato, abro y me encuentro nuevamente en el taller, me siento en mi silla y comienzo a terminar lo que ayer había comenzado.
Aunque primero me cambio de ropa.
-. Listo. -Digo estirando la prenda ya acabada, mirando el resultado, me levanto, me estiro mirando por la ventana y suelto un suspiro.
El sol ya había iluminado el cielo, las calles ya estaban bastante pobladas.
El toque de mi puerta interrumpe mi contemplación, giran la perilla y alguien pasa.
-. Buenos días mi niña. -Me saluda la hermana con su sonrisa característica.
-. Linda mañana ¿Verdad? -Contesto sonriendo.
La mujer me asiente, fija su mirada en la prenda colgada en el asiento que acababa de terminar.
-. ¿Un traje? ¿Para quién es? Se ve bastante grande.—Me pregunta la misma.
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JUDAS (William James Moriarty x Tu)
RomanceCuando él me llama yo estoy lista, lavo sus pies con mi cabello si así lo necesita. Lo perdono cuando me miente acerca de sus planes y quiero detenerlo... quiero que viva. El es un rey sin corona y yo soy solo una santa tonta, Y esto es tan cruel...