Estaba sentada en la sala de la mansión, estos días han sido esperas interminables de órdenes para la siguiente misión.
La última que lleve a cabo salio bastante bien, pero Liam insistía en que aún me faltaba practicar y aprender el uso de objetos corto punzantes.
Por suerte esta última semana me había salvado de practicar, pues Liam estaba ocupado y no había podido conseguir un profesor para mi.
Se anunció la llegada de alguien en carro, Louis se apresuró por abrir tanto el porton de la mansión como la puerta y por ella entró Moran y Fred.
—Chicos. —Saludó Albert poniendose de pie y estrechando la mano de los dos—. Me alegro que llegaran hoy.
—Buenos días Albert. —Saludó el coronel, luego se giró hacia mi. —Señorita _____, que bueno verla denuevo. —Saludó con una reverencia.
Siempre quise que Moran dejara ese odio hacia mi persona, pero ahora que sucedió me cuesta acostumbrarme a su cambio de actitud.
—Tambien me alegra Coronel, ¿Que tal estas Fred?
—Bien _____, muchas gracias.
Louis le trajo una taza de té al menor, y al Mayor un Whisky.
Moran se sentó frente a mí, intenté esquivarle la vista, pues estaba mirándome.
El coronel se puso de pie y fue donde mi.
—Señorita ¿Me acompaña al jardín un momento?
Albert, que se llevaba un sorbo de vino a la boca, bajó su copa y miró alarmado a Louis.
—Claro. —Asiento poniéndome de pie.
Albert le pega un codazo a Louis y con los ojos le señala al rubio (como si no estuviera viendo tambien) a mi y al coronel caminar juntos hacia el jardín.
—¿En qué puedo serle de ayuda Coronel? —Preguntó cuando ya estábamos alejados de la puerta.
—Quería informarle que ya la olvidé, o al menos en gran parte.
—Me alegra oír eso. —Sonrío.
—Pero —interrumpe—, si algún día me quisiera dar una oportunidad yo estoy dispuesto a ser su persona.
—De verdad que me honra con su ofrecimiento, pero lamentablemente mi corazón ya le pertenece a alguien. Se que hay muchas mujeres que cumplen con sus estereotipos, solo debería dejar de juzgar mal a las chicas y darles una oportunidad de mostrar su potencial.
—No puedo darle la oportunidad a cualquier chica, primero deben mostrarme de que están hechas.
Suelto un bufido, pero asiento.
—Siento envidia del hombre que tiene su corazón ¿Sabe? —Miro al coronel que continúa hablando—. Al menos espero que él le corresponda.
Abro mi boca para responder, pero vuelve a adelantarse.
—Señorita _____, creo saber quien es el dueño de su corazón, y aunque le tengo mucha estima y respeto, usted debería saber que no será correspondida por él.
—¿Disculpe? —pregunto algo dolida. Lo sabía por supuesto, pero era distinto escucharlo de otra boca.
—El tiene un plan desde muy pequeño, ha estado años, casi una vida estructurandolo ¿Cree de verdad que por una mujer (que se que no es cualquier tipo de mujer) él dejara todo?
—Tampoco quiero que deje todo, yo no quiero ser una piedra de tropiezo coronel, quiero ser un motor de progreso en su plan.
—Esta bien, pero usted ¿No desea en algún momento de su vida, estabilidad, amor, un esposo y una familia?
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JUDAS (William James Moriarty x Tu)
RomanceCuando él me llama yo estoy lista, lavo sus pies con mi cabello si así lo necesita. Lo perdono cuando me miente acerca de sus planes y quiero detenerlo... quiero que viva. El es un rey sin corona y yo soy solo una santa tonta, Y esto es tan cruel...