Capitulo XVI: Dulce compañia

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-. ___, hey ___... ¡___!

Gritaba alguien, a quien escuchaba apenas, ya que ocultaba mi rostro con una almohada, posición que había adoptado para no escuchar la molesta voz de quien me hablaba.

-. Ni modo, ya se murió, en fin nadie la extrañará, yo me quedaré con la herencia.

Me giro abriendo lentamente mis ojos y mirando a mi hermano frente a mí.

-. Nadie se quedará con mi parte de la herencia. -Respondo desganada.

-. Hasta que te dignas a despertar, por poco llamo a todos para tu funeral.

El cielo estaba recién siendo alumbrado, lo que indicaba que era bastante temprano.

-. ¿Que hora es?

-. Las seis con treinta minutos.

El azabache me sonreía, noto que su ropa era la misma que ayer, subo mi mirada a su rostro que tenía unas ojeras de tres metros.

-. ¿Acaso dormiste anoche Marco?

-. No, me emocioné ayudando a Q.

-. ¿Y por eso disfrutas de hacer que yo me levante temprano?

-. Exacto, no quiero ser el único con cara de orto.

Le lanzo un cojín y luego me volteo dándole la espalda y abrazando las sábanas.

-. Ya estoy despierta, puedes irte. -Le ordeno.

-. No puedo, solo obedezco órdenes del señor William James Moriarty. -Dice burlón.

-. ¿Acaso quieres verme en pijama?

-. ¡Cielo nuestro que estás en el padre! ¡No gracias!

Suelto una risita al escuchar al chico salir del cuarto de inmediato.

Me levanto de la cama y me estiro soltando un bostezo.

Marco había abierto todas las cortinas, por ende la luz del sol inundaba mi cuarto.

Voy hacia el armario y saco una ropa simple, un vestido plano y unos zapatos sin tacón.

Me doy una ducha rápida, cepillo mi cabello con tranquilidad, la cual no duraría mucho.

-. ¡SOLO FALTAS TU ABAJO, ASI QUE MUEVETE Y TRATA QUE NO SEA A VELOCIDAD DE CARACOL! -Grita el mismo que me había despertado, por detrás de la puerta.

Me visto rápidamente y me pongo los zapatos, abro las ventanas y luego salgo de mi habitación.

-. ¿Y para eso tardaste tanto? -Dice Marco mirandome de pies a cabeza.

Le doy un golpe en el estómago.

-. ¡Sigues cayendo en todas las bromas, así solo serás blanco de más!

-. Yo seré blanco de tus bromas y tu estómago de mis golpes.

-. Cascarrabias.

-. Idiota.

Nos miramos ambos, y luego soltamos una risa.

-. Mejor vayamos a tomar desayuno. -Dice el azabache sonriendome y revolviendo mi cabello, yo asiento.

Bajamos hasta la sala, donde cada uno estaba en un lugar ubicado.

Louis estaba preparando el desayuno en la cocina.

Albert no se encontraba, al igual que Moneypenny y Q.

Moran estaba fumando mientras miraba a través de la ventana como pasaban por en frente un montón de jovencitas Londinenses.

JUDAS (William James Moriarty x Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora