Capitulo XXIV: Torbellino

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La semana en la mansión fue bastante tranquila. Albert disfrutaba de su vino tinto en el sillón todas las mañanas con gran entusiasmo. Q, Marco y Moneypenny solo asomaban la cabeza para venir a comer y luego regresaban al taller para continuar con la construcción del carro. Moran solo visitó la mansión el miércoles debido a que Andre y Piedra tuvieron que regresar a la otra base. Louis lo reprendió por pisar las alfombras con los zapatos embarrados y por eso nunca volvió por su cuenta.

Fred y yo no estuvimos muy presentes en la mansión, ni siquiera para comer. Muy temprano en la mañana íbamos a los suburbios de Londres y regresábamos muy tarde. Nos habían encomendado la tarea de ir evaluando la mejora de la salud de los niños secuestrados y de comunicar a todos los padres lo ocurrido. Fue un escenario bastante triste, pues no todos los niños tuvieron la suerte de volver con vida.

En cuanto a William no se sabía mucho de él, estaba tan ensimismado con planear nuestra siguiente jugada que se veía incluso menos que Q y sus ayudantes, Louis le llevaba la comida en bandejas, porque ni salía para comer, en cierto modo era mejor, pues no hablaba con él desde la noche de la misión.

En este momento, junto con Fred estábamos en la casa de Charlie.

—. Tu pierna se ve excelente, dentro de unos pocos dias ya estara sana por completo. -Le decia al chico mientras le cambiaba sus vendas.

-. No se que hubiera sido de mi hijo si usted no hubiera aparecido, él en este momento estaria... -Las lagrimas de la mujer se escaparon de sus ojos. -. No se como podria agradecerle.

-. Agradezcale a mi jefe, si no fuera por él, su hijo no estaria entre sus brazos.

-. Pero señorita ____, usted fue la que asesino al hombre que queria hacernos cosas malas ¡usted es mi heroina!

-. Y creeme que no me arrepiento de haberlo matado pequeño Charlie, pero yo no te hubiera encontrado de no ser por mi jefe.

-. Su superior debe ser muy bueno con usted ¿Verdad? -Pregunto la mujer mientras acariciaba la cabeza de su hijo, pues desde que volvió no lo soltaba en ningún momento.

-. Si que lo es. -Respondo. -. ¿Pero por que usted asume eso?

-. Pues es que usted habla con un tono dulce cuando lo nombra o cuenta algo de él, se le nota en la voz y en la mirada la estima que le tiene.

-. Oh, si... le tengo bastante respeto y cariño. -Respondo dandoles la espalda a ambos y simulando buscar algo en el botiquin de cuidados.

-. Bueno Charlie, ya es hora de dormir, el sol esta a punto de ocultarse, ve a lavarte, cambiarte y a la cama.

-. Si mami.

El chico sale de la habitación para obedecer, la madre ordenaba las sábanas que le habíamos confeccionado Marco y yo a todos los niños del sector, pues carecían de mantas.

-. Señorita ____ ¿Podria hacerle llegar de mi parte este pie de limón y esta carta de agradecimiento a su jefe de mi parte?

-. ¿Podría solicitarle eso a Fred?

-. ¿Por que? Usted suena muy cercana cuando de hablar de él se trata.

-. Bueno, yo no lo he visto mucho ultimamente. -En realidad lo he evitado. -. Asi que el indicado para esa petición suya es Fred.

La mujer asiente algo decepcionada.

-. Esta bien. -Justo aparece el pelinegro jugando con el pequeño.

-. Es hora de irnos ____, la carreta nos espera afuera.

-. Oh señor Fred, me podria hacer el favor de entragarle esto a su jefe en forma de agradecimiento.

JUDAS (William James Moriarty x Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora