Capitulo XXI: Entrenamiento

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William había partido junto con su equipo, tendríamos una semana  y media la mansión para Louis, André, Q, Marco y yo, puesto que a Moneypenny también le designaron una misión.

En este momento, estaba en el jardín, acariciando el pelaje de Piedra a mi lado, mientras esperábamos al anciano que había ido a cambiarse de ropa.

Después de unos minutos, aparece este con un traje mas cómodo.

—. Siento la demora señorita ___, no quería interrumpir su despedida con el señor William.

—. Por favor André, solo ___, y no se preocupe, no me molesta esperarlo. —Me pongo de pie. —. Bien ¿Comenzamos?

—. Claro, pero primero le recomiendo estirar los músculos, haga un calentamiento previo, así como yo.

El anciano se sienta en el pasto, comienza a estirarse hasta tocar la punta de sus pies, no sin soltar un quejido de vez en cuando.

Imito su acción, calentando desde el cuello hasta los pies.

—. Listo, ya está, ahora póngase de pie.

Obedezco.

—. Póngase de pie frente a mí.

Lo hago.

—. Lánzame un puño con todas su fuerzas.

—. ¿Que?

—. Solo hagalo.

—. Pero puedo pegarle…

—. ___, necesito que me obedezca.

—. Si, lo siento.

Lanzo el puño con todas mis fuerzas, confiando en la palabra de este, el anciano en cosa de segundos esquiva mi puño, toma mi brazo, lo dobla y me lanza al suelo, agarrando mis dos manos sin poder moverme.

—. ¿Que acaba de…?

—. Esto se llama, defensa y ataque, generalmente se aprende solo una de las dos partes, enseñan a defenderse o a atacar, pero jamás nadie piensa en juntar ambas, póngase de pie y repita el ejercicio mas lento para explicarle.

Con su ayuda, me vuelvo a parar y repito el golpe de puño, solo que esta vez mas lento.

—. Le explico señorita, cuando lanza su golpe, yo lo esquivo hacía mi lado izquierdo, su mano pasa de largo y aprovecho de tomarlo con la mano que me defendí para hacer esta llave y enviarla al suelo de bruces.

—. Wow… impresionante.

—. ¿Esto? No es nada, créame, pero ahora le toca a usted.

Trago saliva, no quería hacerle el ejercicio al anciano, era anti ético.

—. Jejeje, sabía que no querría hacérmelo a mí, es por eso que el señor Marco nos ayudara.

El nombrado venía caminando con sus manos en sus bolsillos y una sonrisa adornada en su rostro, nos saluda con un gesto.

—. Viene bastante contento para saber que va a actuar como saco de Box. —Digo respondiendo su saludo.

—. Ese es el tema, que no lo sabe.

—. ¿Y como logró que aceptara?

—. Se puso bastante de buen humor cuando le entregué una nota que le enviaba una jovencita desde Francia, le pedí ayuda y acepto de inmediato.

—. ¿Jovencita? —Pregunto extrañada. —. ¿Cual era su nombre?

—. Su nombre era…

—. Hey ¿Que tal las clases? ¿Ya iniciaron? —Pregunta Marco llegando a nuestro lado.

JUDAS (William James Moriarty x Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora