lovely - lipsoul

O12

Para el día siguiente JinSol despertó junto a su sobrina aferrada a ella y en posición fetal, eran las 9 de la mañana y JinSol debía entrar a las 4 a su trabajo así que no podía quedarse todo el día en cama por más que quisiese.

Despertó a ChaeWon y luego a YeRim meciendola y jugando con ella para que estuviese de buen humor y las bañó a las dos juntas como siempre solía hacer, era más fácil, las tenía a ambas a la vista sin riesgo a que algo pudiese pasar sin su supervisión.

Cortó un poco de manzana que YeRim aceptaba gustosa y ChaeWon también, preparó unas tostadas simples y comieron viendo la televisión en la sala.

JinSol no había hablado con HeeJin, sabía que decirle tal cosa solo porque estaba triste fue incorrecto, no estaba segura de cómo debía disculparse para recibir una respuesta positiva, pero preferia hacerlo en persona que por mensajes así que esperaría ansiosamente hasta el día siguiente para verla en clases.

Luego de su desayuno, le dijo unas mil veces a ChaeWon que cuidará de YeRim mientras ella se daba una ducha, y fue la más rápida que pudo tener para no dejarlas solas por mucho tiempo, confiaba en su sobrina mayor, pero seguía teniendo cortos cuatro años y cinco en unos meses a cumplir.

Llegó hasta la sala colocándose unos calcetines a tropezones y las vió a ambas en la sala jugando, pero también notó algo más, que... no le gustó tanto y era la primera vez que lo veía.

ChaeWon se mantenía alejada de YeRim aprovechando que podía mantenerse de pie por más tiempo sin complicaciones sosteniendo uno de sus peluches en lo alto, YeRim trataba de alcanzarlo quejándose y sollozando por la frustración.

JinSol no sabía que hacer.

Sabía más que nada que los hermanos peleaban con regularidad así como ella y su hermana a pesar de las grandes diferencias de edad, y pidió no pasar eso junto a sus sobrinas porque JinSol preferia siempre, no discutir ni entrar en una discusión, pero esto era diferente y lo sabía, debía de hacer algo porque ella era el adulto.

La más alta de las niñas seguía con el ceño fruncido manteniendo el peluche fuera del alcance de su hermana menor. YeRim ya cansada de no poder lograr tomarlo no le preocupó con su puño tomar varios mechones de cabello de su hermana mayor tirandolos y haciendo a ChaeWon quejarse.

La peliazul rápidamente se acercó a las dos quitando la mano de YeRim del cabello de ChaeWon y cargandola, como era de esperar trató de soltarse para tomar el peluche y al ver que no podía solo comenzó a llorar.

—¿Te tiró muy fuerte?— JinSol preguntó.

—¡YeRim me quiere quitar mis cosas!—ChaeWon apuntó al borde de las lágrimas.—Siempre quiere quitarme mis peluches, son míos.

JinSol estaba comenzando a entrar en pánico, YeRim seguía con su rabieta de tomar el peluche y ChaeWon estaba a nada de llorar y no se lo iba a dar a su hermana menor, aunque era comprensible. JinSol buscó con la mirada hasta encontrar otro peluche y mostrándoselo a la mayor.

—¿Entonces le prestas este? Así las dos tienen un peluche, para que no peleen.—ChaeWon dudó pero terminó asintiendo lento con pequeñas lágrimas corriendo por sus mejillas. La peliazul dejó a su pequeña sobrina sentada en el suelo y por más que pensó nunca hacerlo, fingió una voz del peluche que terminó haciendo reír a YeRim y quedarse con ese.—ChaeWon-ah, ven.

La mayor quitó las lágrimas de ChaeWon de sus mejillas.

—¿Ahora sí está mejor?—La pequeña asintió manteniendo su peluche en uno de sus brazos.—Veré si JungEun puede quedarse con ustedes esta tarde... ¿Eso te parece bien?

—¡Sí!—JinSol rió apretando la mejilla de la menor juguetonamente y fue a buscar su teléfono y escribirle a su vecina.

JungEun tardó unos minutos en responder como naturalmente hacia y dijo que si, que estaría desocupada. Al parecer la peliazul no era la única que había caído ante sus sobrinas.