lovely - lipsoul

O13

Ese día JinSol se quedó un rato en casa de JungEun luego de llegar al trabajo, YeRim como de costumbre estaba encima de JungEun todo el tiempo buscando atención balbuceando y la rubia daba palabras simples para que la pequeña imitara, era muy tierno de ver.

ChaeWon explicaba lo que habían hecho ella y la rubia en la tarde con su singular alegría haciendo gestos y haciendo reír a JinSol, ella recordaba hacer lo mismo cuando era niña.

Cuando fueron unos minutos pasado las diez JinSol prefirió irse luego de ver a ChaeWon cabeceando en el sofá, era pasada su hora de dormir y YeRim estaba ya dormida, así que no tuvo más opción que ser ayudada por su vecina a llevar a sus dos sobrinas a su habitación.

— Gracias.

— No hay de qué.— JungEun le sonrió levemente.— Me ha costado aprender, pero son adorables la verdad.

— La has cuidado bien.

— Para ser mi primera vez cuidando niños...

— Lo sé. ChaeWon se porta bien... y estoy segura de que no habrá problema, YeRim es más complicada, aún es más pequeña.

JungEun asintió.— odio cambiarle el pañal.

— Somos dos.

— Deberia irme, es tarde y tu debes levantarte más temprano. Te veré mañana.

— Claro, descansa.— Acompañó a la rubia hasta la puerta viendo como ella abría la puerta de su departamento e hizo un gesto para despedirse.

— Tu también.— Fue lo último que escuchó hasta que la puerta se cerró y ella hizo lo mismo.

Y esa noche, no pudo parar de Sonreír.

— ¡No quiero ir con esto!— Al parecer a ChaeWon ya no le daba vergüenza hacer berrinches contra su tía. JinSol perdía la paciencia.

— Es solo una sudadera ¿Quieres tener frío después?

— ¡No quiero!— Torpemente intentó quitarse la sudadera y la peliazul bufó.

— ChaeWon ya basta. Me harás llegar tarde a la universidad.

La pequeña niña negaba evitando la mirada de JinSol sobre ella tratando aún de quitarse la prenda que tanto le molestaba. — ¡No me importa!

— Es solo una estúpida sudadera ¿Que es lo que te molesta tanto de este maldito pedazo de tela?— ChaeWon se quedó quieta mirando a la peliazul y quitó sus manos de la sudadera.— Bien, vamos, o llegaré tarde.

Cargó a YeRim y tomó sus cosas para salir del departamento, ChaeWon se mantenía en silencio y JinSol sabía porque, tenía en cuenta que hablarle asi a sus pequeñas sobrinas podría afectarles mucho más que cuando un padre lo hacía, porque era diferente, JinSol no tenía la misma paciencia que su hermana, ni ella misma entendía como su hermana pudo soportarla a ella tanto años cuando se comportó como una estúpida todo el tiempo. Pero ellas eran pequeñas, ChaeWon podía ser muy inteligente para su edad, pero seguía no entendiendo muchas cosas, y probablemente era difícil para ella tener que cambiar toda su rutina, para los niños es difícil cambiar su rutina.

Dejaron a YeRim en su guardería despidiéndose de la amable señora y JinSol Cargó esta vez a ChaeWon que ni siquiera la miraba y no dijo nada en todo el camino, la pequeña comenzó a jugar con una de las asas de la mochila de su tía.

— ¿Perdona, sí? No quise decir eso, Wonnie.— La pelinegra formó un leve puchero y sus ojos se cristalizaron, JinSol dió leves caricias en su espalda.— Tu tía Ji lo siente mucho. Solo trato de cuidarte y también es difícil para mí el que vivan conmigo de un día a otro.— JinSol suspiró.— No es que no las quiera, es que no lo esperaba.

ChaeWon se calmó unos minutos después con una pequeña conversación que JinSol siguió con emoción para que su sobrina hablara más como siempre hacía y funcionó... a medias.