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Era la primera vez que JinSol salía con sus sobrinas para algo más que no fuese la escuela, ChaeWon iba dando saltitos de la mano de JungEun y YeRim estaba en los brazos de su tía balbuceando tratando de formar alguna que otra palabra, JinSol a ve...

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Era la primera vez que JinSol salía con sus sobrinas para algo más que no fuese la escuela, ChaeWon iba dando saltitos de la mano de JungEun y YeRim estaba en los brazos de su tía balbuceando tratando de formar alguna que otra palabra, JinSol a veces le daba algunas sílabas fáciles de juntar que YeRim repetía con algo de dificultad, pero reía al ser felicitada.

Habían decidido por ir al centro comercial y simplemente caminar por las diferentes tiendas, nada muy sofisticado, pero el recinto era bastante grande como para gastar varias horas viendo las tiendas.

—Creo que sería un buen momento para comprarles ropa a las dos. Están creciendo muy rápido.

JungEun estuvo de acuerdo y mientras la pelinegra mayor cantaba las canciones que le enseñaban en su jardín de niños hacia la rubia para que se las aprendieran entraron a una tienda de ropa infantil, habían varias personas adentro, la mayor parte obviamente con un niño o con bebés.

—¿Hay algo que te guste, wonnie?— Caminaron por los pasillos de ropa con diseños de dibujos animados y animales extrañamente coloridos y fantasiosos.

—¡Quiero un vestido! Un vestido así como el de rapunzel tiene que ser morado.—Aseguró parándose en puntitas cómo si eso le ayudase a ver mejor, pero no alcanzaba ni la mitad de los colgadores de ropa.

—¿Es tu princesa favorita?—JungEun preguntó a lo que la pelinegra asintió emocionada.

—¡Sí! Tiene el pelo rubio y largo... ¡Cómo tú.—La rubia rió.—¿Tú tienes un vestido morado? Así puedes ser rapunzel.

—Mmh... Creo que no tengo uno.

—¡Tienes que tener uno, JungEun unnie!—Ambas adultas rieron mientras buscaban el vestido morado que tanto ChaeWon quería. En el trayecto, YeRim prefirió pasar a los brazos de JungEun y ChaeWon tuvo que tomar la mano de su tía tirandola hacia la parte donde los vestidos se encontraban para buscar.

—Aquí hay morados.—Indicó JinSol mostrando una fila de cinco vestidos, probablemente los últimos de tal color, revisó hasta dar con la talla de ChaeWon colocándolo simple por encima para ver si quedaba con el largo de su pequeña sobrina.—¿Te gusta este, Wonnie?—La nombrada asintió con una gran sonrisa.

ChaeWon nuevamente había estado como esa niña que hablaba hasta los codos junto a JungEun, le contó sobre sus días, cosa que no hizo los últimos días con su tía que le pedía silencio. YeRim estaba tranquilamente acurrucada en el hombro de la rubia jugando con la costura de la camisa de JungEun como siempre.

—YeRim-ah mira.—La pequeña niña entendió dirigiendo su mirada a donde JungEun sostenía un overol de mezclilla que serviría para ese verano de pantalón corto.

ddi.—Murmuró y luego mostró sus dientecitos delanteros. Inconscientemente JungEun sonrió, la más pequeña lentamente aprendía palabras y a formar oraciones, obviamente aún le era difícil, pero le quedaban muchos años para aprender.

—Lo compraré yo.— JinSol frunció el ceño a punto de quejarse.—Es mi regalo para YeRim por su cumpleaños.—Interrumpió incluso antes de dejarle hablar.

—Bien... Sé que no voy a convencerte.

nop.—JungEun hizo una mueca parecida a una sonrisa que hizo a la mayor reír bajo.

ChaeWon fue hasta ellas tirando la mano de JinSol hacia otro de los pasillos mostrándole una camisa color blanco con mariposas en varias partes. Nuevamente buscaron una talla para la más pequeña y ella aceptó gustosa a la prenda.

Finalmente compraron el overol de YeRim y dos camisetas manga corta, el vestido de ChaeWon y su camiseta con mariposas. JungEun pagó lo que había dicho y lo demás fue de parte de JinSol, aún cuando JungEun casi no le deja hacerlo.

—¡Tía Ji, mira!—ChaeWon les hizo detenerse a mirar la tienda. Era una tienda colorida de juguetes, mayormente niños con sus padres dentro, algunos llorando y haciendo berrinches, lo normal en ese tipo de lugares. Pero ChaeWon apuntaba un estante de casi dos metros de largo y un poco más de uno de largo con un cartón que simulaba un marco con las letras del logo de Disney y la palabra: princesas escrita con colores, eran muñecas de unos 30 centímetros.—¿Podemos verlas? Por favor...

JinSol lo pensó, la verdad era obvio que quería entrar para poder complacerla, pero comprar sería el problema, y no por el dinero... bueno, en mínima parte si. Pero se refería más bien a los berrinches y rabietas constantes de su sobrina mayor, y lo que podía pasar al entrar.

—Podemos entrar, pero, no puedes portarte mal ahí dentro ¿Te gustan los niños que lloran asi en las tiendas?—JungEun habló. La pelinegra negó con una mueca.—Entonces tampoco lo harás.

—¡Lo prometo!—Extendió su meñique con emoción y JungEun lo entrelazó con el suyo con cuidado de no lastimar a YeRim en sus brazos.

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lovely  -   lipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora