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JinSol no dudó en aceptar esta vez cuando SooYoung le dijo que la llevaría a casa, eran las 11:30 de la noche, debían cerrar a las 10 como máximo pero por la gente que había llegado al final de la jornada, tuvieron que extender mucho más el horario

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JinSol no dudó en aceptar esta vez cuando SooYoung le dijo que la llevaría a casa, eran las 11:30 de la noche, debían cerrar a las 10 como máximo pero por la gente que había llegado al final de la jornada, tuvieron que extender mucho más el horario. JinSol sentía sus brazos doler por todas las cajas que llevó y todo lo hizo en el día.

—Y eso que es la primera semana de vacaciones...—SooYoung dijo.

—¿Ayer fue así?

—No, Ayer estuvo casi vacío, hasta me fui antes.

La peliazul comenzó a revisar su teléfono, no había podido verlo en la mayoría del día. A pesar de que sólo tenía mensajes de JungEun el último la dejó un poco más preocupada.

"ChaeWon no se calma ¿Por qué no llegas?"

Bufó tirando su cabeza hacia atrás y SooYoung la miró de reojo sin descuidarse del camino.

—¿Sucede algo?

—Mm, mis sobrinas me esperan todavía.

—Yo te dije que podías irte antes—JinSol rodó los ojos. Ha SooYoung siempre era servicial.

—¿Cómo iba a irme? Seguirías allá si me iba.

—Pero yo no tengo a nadie esperándome en casa, Jeong.

No siguió hablando, sino hasta llegar donde le dio las gracias y subió por el ascensor con cansancio, el ascensor avanzaba lento y ella solo quería ver que las niñas estuviesen bien.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron se apresuró en ir hasta el departamento frente al suyo escuchando el llanto incluso a través de la puerta, tocó varias veces y JungEun abrió con ChaeWon en sus brazos, suspiró aliviada al verla.

—ChaeWon-ah, mira.—ChaeWon se dió la vuelta en brazos de JungEun al escuchar la voz de su tía y estiró sus brazos hasta ella.

La peliazul no dudó en cargarla y abrazarla contra ella, ChaeWon se aferró a su camisa sollozando.

—Ya estoy aquí, perdona por llegar tan tarde, mariposita.

JungEun las dejó pasar a ambas mientras la pelinegra se aferraba en un abrazo a su tía.

—No llegabas n-nunca, pensé q-que no ibas a volver, tía Ji.— A JinSol se le partió el corazón de solo escucharlo y solo la abrazo más fuerte esperando un poco para que se calmase. Después de unos minutos ChaeWon se separó de ella sacando sus lágrimas e hipando.

JungEun le tendió a JinSol un vaso de agua para ChaeWon que lo tomó con cuidado, tenía las mejillas rojas y los ojos hinchados.

—Deberías haberte dormido, es tarde.—ChaeWon negó bebiendo del vaso.

—Estaba durmiendo hace un rato, pero cuando despertó y vió que aún no llegabas comenzó a llorar.—JungEun le contó brevemente.

JinSol le contó sobre lo que había ocurrido en el trabajo, ChaeWon no tardó en dormirse en sus brazos abrazándose a ella mientras las dos mayores seguían hablando. JungEun le contó sobre el avance de su proyecto bastante emocionada, aunque JinSol no entendiera bien sobre todos los términos que ocupó JungEun también estaba feliz por ella.

—Perdón por no haberte avisado...Lo hubiese hecho antes y te hubieras ahorrado todo esto.

—Estabas muy ocupada. Solo me asusté, nunca había visto a ChaeWon llorar así.

—Hay una primera vez para todo ¿No?

—Supongo. Estaba entrando en pánico.—JungEun sonrió contagiando a JinSol.

Esa sonrisa, su corazón acelerado, quería estar más cerca, pero no quería asustarla, no quería romper su palabra de esperar a su respuesta.

—Gracias por ayudarme tanto, Jungie.

—No es un problema para mi, JinSol. Ya te he dicho el porque.

JinSol asintió.—Lo sé, pero eso no significa que no pueda decirte gracias.

JungEun sonrió apretando sus puños y desviando la mirada avergonzada por las palabras de su mayor.

JinSol decidió que debería irse a casa, estaba cansada y el día siguiente debía trabajar nuevamente, probablemente sería un día pesado otra vez.

Como de costumbre JungEun llevó a YeRim que estaba plácidamente dormida a su habitación. JinSol bostezo escuchando la pequeña risa de JungEun y la acompañó hasta la puerta.

JungEun se mantuvo en silencio por unos segundos y la más alta la miró confundida.

—¿Pasa algo?... ¿Podrás cui-

Se quedó en silencio.

JungEun tenía sus manos en sus mejillas mientras sus labios estaban quietos sobre los de JinSol. La peliazul estaba congelada en su lugar solo supo que JungEun se separó de ella al sentir el cosquilleo en todos su rostro y la calidez.

—Nos vemos mañana.—Se despidió.

—Se despidió

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lovely  -   lipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora