lovely - lipsoul

O2O

—¡Ahí esta la de rapunzel!—ChaeWon dió saltitos de emoción mirando a la muñeca que tenía una sonrisa pintada y el cabello largo hasta la cintura del mismo cuerpo de plástico.

—¿A YeRim no le gusta ninguna princesa?

—Le gusta la princesa jasmine... mmh, unnie no se parece tanto a rapunzel, se parece más a cenicienta.—JungEun volvió a reír acomodando a YeRim que miraba todos los juguetes con ojos bien abiertos.

—¿Llevarás a Rapunzel?—JinSol dijo y su sonrisa se hizo más grande al ver los ojos brillantes de su sobrina mayor frente a ella.

—¿Podemos llevarla?—La peliazul asintió y ChaeWon se puso en puntitas para tomar el envase de plástico transparente que tenia a rapunzel ilustrada en el cartón.

—Y lleva a Jasmine para YeRim, asi pueden jugar las dos.

—Lo-

—No. pagaré yo.—JinSol interrumpió haciendo a JungEun rodar los ojos con una pequeña sonrisa.

—Se supone que yo invité.—ChaeWon tenía los dos envases en sus brazos y fueron hasta la caja donde los dejaron en una bolsa con el logo de la tienda.

Eran las 12 del día aproximadamente, fueron a sentarse a unas bancas que habían entre los pasillos del centro comercial para poder darle su comida a YeRim, mientras que su hermana mayor se divertía en la pequeña sección de juegos donde solo era ella y un niño un poco más alto pero seguro de la misma edad.

—ChaeWon se ve más feliz contigo...—
JinSol murmuró limpiando la comisura de los labios de la pequeña en sus brazos con una servilleta.

—Ella siempre es así.

—No las últimas semanas... por mi culpa, estaba callada todo el tiempo, era suerte que dijera más de cinco palabras en solo una oración, siempre estaba en su habitación dibujando. Y las veces que le pregunté que era lo que quería era: verte. Y yo... Me enojé por eso.—Siguió dándole de su papilla a YeRim ajena a la conversación—Estuve celosa... es una tontería. No me di cuenta de que... la razón por la que ChaeWon quería estar contigo, era por mi, y no porque tu eras mejor que yo o algo así.

—La felicidad de ChaeWon y YeRim aún no depende al 100% de sus propias emociones, sino de su entorno. Si ella ve que tu estas enojada: ella tendrá miedo. Si ve que estas feliz ella también lo estarás. Es como un dominó, si ninguno se cae, todo se mantiene de pie, pero si cae uno los demás caen con él.

—¿De verdad estudias robotica? Pareces más una psicóloga.

—Mi mamá es Psicóloga... y siempre estuve del lado de la lógica y hablar con ella me hacia explotar, no soportaba que mi madre me tratara como un paciente... No me daba cuenta de que era para ayudarme.

—¿Y ahora?

—Mmh... Hablamos a veces, no soy la persona más interesante con la cual hablar, sus pacientes son más importantes, supongo.—Está vez fue JungEun que limpió el rostro de YeRim manchado de la papilla—La verdad es que nos hemos alejado mucho por mi culpa, y es por eso que... hablar con ChaeWon, aunque sea una niña, se siente diferente, sus temas de conversación son tan... extraños a veces y divertidos.

—¿Sabes? Creo que... deberías hablar con ella y arreglar todo, incluso si ella te dice que el tema esté olvidado, debes sentirte bien contigo, si quieres decirle algo, lo que sea, díselo, antes de que sea tarde.

JungEun carraspeo mirando a la mayor.—¿Hubo algo que no pudiste decirle a tu hermana?

—Muchas cosas, siempre pienso en cosas que pude haberle dicho en algunas ocasiones. Pude haber sido mejor hermana muchas veces. Pero ese día... Hablamos por teléfono, me dijo que GeumJo iría por ella al trabajo y cenarian sushi, ella me invitó, le dije que no, porque me encontraba cansada. Ella estaba... muy juguetona ese día, me había hecho bastantes bromas a lo usual, y le prometí verla la semana que venía, y que llevaría un regalo para ella. —JinSol sonrió con tristeza limpiando por última vez a YeRim que ya había terminado su comida.—Pero no pasó. No sé si hubiese sido diferente si le hubiese dicho que si, tal vez seguiría viva, o tal vez su destino era morir ese día, no lo sabré nunca. No le pude decir que la quería ese día, no se lo dije porque estaba a punto de dormirme caminando a casa, porque ella había hecho bromas y para seguir con su juego colgué y le dije: "Adiós, idiota" jugando... No pensé que sería lo último que le diría.

—¿Y tú gusta como está yendo todo ahora mismo?—JungEun estiró su brazo solo un poco quitando las lágrimas que caían por las mejillas de JinSol silenciosamente sin darse cuenta.

—La verdad... Es que ya no puedo imaginarme viviendo sin las niñas..