Bailaba al ritmo de la música, con Marama de fondo, y una jarra de fernet en la mano.
buscaba a Mateo en la multitud pero no lo encontraba, reste importancia y seguí bailando con Malena.
—hay quilombo —sentí como me empujaron.
Observe como todos iban hacia un mismo lugar, y como chusma siempre, fui también a ver que pasaba.
Estaba Mateo frente a frente con Lucas, y podría decir que me sorprendió, pero no es así, sabia que en cualquier momento se iban a hagarrar, han venido teniendo cruces los últimos días, y se tiran esas miradas en los recreos, que te das cuenta que las cosas no están nada bien entre ellos.
—Deja de meterte, te lo digo en serio Lucas—lo señaló.
suspire y me fui.
ya está, me harté de que me oculten las cosas, no soy pelotuda y todos están raros, y estoy segura que algo tiene que ver con el cruce que vienen tendiendo. Algo no me quieren decir, y yo para el boludeo no estoy.
—¿A donde vas?—me frena Camilo.
—me voy a la mierda, Lucas y Mateo se van a cagar a piñas, me tienen podrida ocultándome que pasa, y no te hagas porque seguro sabes. Si se quieren hagarrar que lo hagan tranquilos, no me meto más, vengo intentando que resuelvan las cosas sin ni si quieran entender una chota de lo que pasa, y me toman de pelotuda todos, callandose cuando llego, no se que pasa, pero no tengo ganas de estar haciéndome la cabeza— hable enojada para salir del boliche.
me abracé a mi misma y camine, tenía un cagaso, andar sola a esta hora es re peligroso. Senti como un auto paro, y sin mirar empecé a caminar rápido, me tocaron bocina, mi corazón empezó a latir a mil, pero al sentir la vos de Nahuel sentí como el alma me volvió al cuerpo.
—la re concha de tu vieja Nahuel, casi me da un paro—me tape la cara con las manos.
—perdón, es que te vi, y es re peligroso que andes sola, son las 4 de la mañana boluda.— dijo desde el auto—subi que te llevo.
ni lo dude y me subí. Arranco y había un silencio incómodo.
—¿Vas para tu casa no?— pregunto.
—sisi—dije— y vos que andas haciendo?—pregunte para romper un poco el hielo.
—nah, me peleé con Uma y me alcé a la bosta, ya me tiene los huevos por el piso.
hice una mueca, sintiendo pena por la situación.
—yo venia de un boliche.—hable.
— vi una historia, no quiero sonar mal ni nada, pero ni camilo ni ¿Mateo se llamaba?—asenti— ¿ninguno te acompaña? no da para que andes sola a esta hora.
—no es que, me fui sin avisar, no me gusto una situación y me alcé a la mierda también— reí.
después de un rato, llegamos a mi casa. El estaciono, y yo le agradecí y me bajé. Estaba por cerrar la puerta del auto, pero algo me frenó.
—Em... Nahuel—lo mire dudando.
—¿si?
—no tenes donde quedarte no?—pregunte.
—no pero, me estiro acá atrás y duermo re piola—sonrio.
carraspie mi garganta—no querés pasar, digo si querés... es que estoy sola... pero tipo no es en ese sentido... ya sabes... es que para que estés más cómodo... pero si no querés no pasa nada... solo que...—me interrumpió riendo.
—tranquila, te entendí—me miro sonriendo.—¿no pensas que va a ser raro?—pregunto.
hice una mueca—sí, pero...—suspire— no me molesta que te quedes.
—¿estas segura?... ¿digo tu novio no le va a molestar?... uh la puta madre eso sonó ... no lo quise decir así... pero no te quiero causar problemas... digo, si no vas a estar incómoda...—lo interrumpí riendo al ver que ahora el se había puesto nervioso..
—tranquilo te entendí—rei imitando sus palabras— boludo en serio, pasa—sonreí.
—bueno— sonrió.
se bajó cerrando bien el auto, camine con el detrás y frunci el ceño al sentir esas cosquillitas en la panza. Me removió un poco, no voy a mentir, pero es que así empezamos, los dos nos poníamos nerviosos.
entramos y colgué las llaves, me rasque la cabeza sin saber que hacer.
—Eh, si quieres dormi en mi pieza, yo duermo en la de mi mamá—hable.
—dale—dijo— em— río — viste te estaba por decir, esa situación de ahí afuera, me hizo acordar mucho a cuando éramos más chicos, así empezamos te acordás.
—boludoo, pensé lo mismo—reí.
—es que fue muy parecido, nada más que viste en ves de auto andaba en mi bicicleta fiel— reímos, ya que tenemos un montón de anécdotas con esa bici.
—eh mira, tengo unas cervezas sin abrir, a mi se me re pincho la joda y tenía unas ganas de seguir, vos estas bajon, estamos igual los dos. Si pinta ahogar las penas—reí.
—Yo no estoy bajon—hablo— estoy con vos Mar—sonrió dulce
nos quedamos mirando fijo, desde lejos, pero sentía esa gran conexión que teníamos desde chicos.
salete asustada al sentir como tocaban muchas veces la puerta.
y no había visto, pero estaba segura que detrás se encontraba Mateo.
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jejeje, no me maten
aparecí, después de una banda ajzjajz
no tengo idea cuando voy a volver a actualizar, puede ser mañana, o pasado, en una semana o un mes, quien sabe😀
