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W: Jovencita, no me gusta que me pongan... - La callé cuando...

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(Creo que nunca describí a Eva, así que ya  está descripción de ella, y si ya la describí díganmelo... que tengo una cabeza de pollo)

Puse una mano en su boca y con la otra la agarré de la cintura.

E: Y, ¿usted? También me puso celosa. - Ella abrió los ojos y trató de hablar, pero mi mano se lo impedía.
Le quité la mano y ahora mis dos manos estaban en su cintura.

W: Yo no traté de ponerte celosa...- Iba a decir algo pero se arrepintió. -¿Por qué te pondría celosa?

E: ¿Usted me va a negar que tienes celos de Sandra? - Se quedó callada. - Vamos, dígame... ¿Está celosa o no de Sandra?

W: No me cambies el tema. - Rápidamente se excusó. - Al fin y al cabo no somos nada.

Eso dolió.

E: Tiene razón, mejor me voy. - me hice a un lado y salí de aquella habitación.

W: No fue lo que quise decir. - Gritó, pero no le hice caso y seguí mi camino.

Cómo se atrevía a decir que no teníamos nada, estuvimos a punto de besarnos, ella se pone celosa de Sandra, ella...
Mejor olvídenlo, no vale la pena.

Caminé por varios minutos hasta llegar a un tipo de fuente de agua o pileta.
Estaba tan alejada de todo, el agua brillaba y tenía un color hermoso, el sonido era magnífico, habían flores de color morado a los lados y un hermoso pasto.

Estaba tan sumida en mis pensamientos cuando siento una voz.

W: Si somos algo. - Me doy vuelta y la veo... tenía sus ojos un tanto cristalinos.
Se fue acercando de a poquito hasta quedar frente mío.

E: ¿Qué haces aquí? - le pregunte lo más seria posible.

W: ¿Tú que haces aquí? Descubrió mi escondite. - Soltó una pequeña risita que me hizo sentir mariposas dentro de mí.

E: Ah, bueno... entonces me voy. - Quise pasar al lado de ella pero me detuvo.

W: Deje de huir de una vez. - Ahora era ella quien me tenía tomada de la cintura. - Estamos solas, sin que nadie nos moleste. - Susurro en mi oído.

E: Y, ¿qué quiere hacer? - Ella respiró en mi oído haciéndome estremecer.

W: ¿De verdad lo preguntas? -  Acercó su rostro al mío y beso mi mejilla.

E: Creo que deberíamos conocernos mejor. - Quería besarla ahora, pero me quería hacer la difícil.

W: Usted no piensa eso, pero si es así. - Me sentó al borde de la pileta y ella se sentó al lado mío. - Empieza tú primero.

E: Bueno... qué puedo decir... Me gusta mucho la naturaleza, odio a mis padres... y estoy ena_ Y me gusta mucho leer, sí, leer... jajaja, emm... Edgar Allan Poe es uno de mis escritores favoritos, también toco el piano y el violín. - Ella ríe ante mi nerviosismo y eso hizo que me pusiera más nerviosa.

W: Okay... haré como que no escuche algo. - Puso un mechón detrás de mi cabello. - Bueno, ahora me toca a mí.
Bueno... a mí me gusta mucho estar sola, no me gusta que mucha gente esté cerca de mí, también me gusta la naturaleza, y estoy loca por una niña, Sus ojitos color grises, su pelo castaño, su hermosa figura y por supuesto... su perfecta y hermosísima cara.

E: Ah, y por qué no le hablas. - Ella me miró sin ninguna expresión.

W: ¿Me estás hablando enserió? - Preguntó levantando una ceja.

E: Pues... sí. - Soltó una bella carcajada.

W: Bueno... sigamos, me gusta mucho el sonido del piano, escuchar música clásica y también me gustaría mucho... amar. - Lo último me sorprendió.

E: Creo que ya se dé quien hablas. - Levantó la vista y negó con la cabeza.

W: Ya era hora. - Las dos nos reímos y hubo un momento de silencio donde solo nos mirábamos mutuamente.

E: Creo que me tengo que ir. - Me levanté, pero ella tomó con fuerza mi brazo, pero no para lastimarme.

W: Deja de huir. - Fue lo último que dijo hasta llevarme directo a sus labios.

¡Dios! Eran tan deliciosos, su sabor a Ciruela... eran tan calentitos.

Me tomó de la cintura y me juntó un poco más a ella, al fin probaba sus deliciosos labios.
Ella pidió permiso para entrar con su lengua y no se lo negué. Metió su lengua y empezó una batalla con la mía por quien tenía el control.
Deslice mis manos por su espalda hasta que sentí como se tensó.

E: ¿Pasa algo? - Pregunte al separarme de sus labios, pero aún los tenía a una distancia muy corta.

W: Sí, solo... - La callé y la empecé a besar de nuevo. Las manos de ella se iban dirigiendo más abajo hasta llegar al inicio de mi trasero. Por otro lado, mis manos estaba en su cara, para no incomodarla.

Nuestros labios no querían separarse del otro y cada vez que lo hacían era por tomar un poco de aire.

E: Tus labios son exquisitos. - Le susurré en voz ronca.

W: Cariño, esto fue lo mejor que me pasó. - La abracé y le di un piquito en sus labios. La abracé con tanta fuerza que no me di cuenta cuando...

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Holissss. Cómo están ¿?

Una cosa, nadie se dio cuenta de lo que estaba escrito hace uno o dos capítulos atrás ¿? Pensé que se darían cuanta djjsj

Espero que les haya gustado <3

Lxs amoooo ♡♡♡♡

El principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora