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E: Tu igual. – Así me quedé dormida al lado de mi mujer.

 

 

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Desperté y Wilhemina estaba a mi lado durmiendo. Empecé a despertarla y a darle besitos en su cara.

Ella hizo un puchero y se tapó con la frazada.

W: Déjame seguir durmiendo.-   Musitó en un hilo de voz.

E: Ya debe ser tarde, es mejor que te levantes.- Bajó las sabanas y ahora parecía una niña pequeña.

W: No.- Se aferró a mi cuerpo y no dejaba que me moviera.

E: Ya levántate, te tienes que ir.

W: Claro, y lo más que querías ayer era que me quedara. – Ella levantó las cejas sabiendo que tenía razón.

No lo dije nada y me levanté, pero Venable tomó mi mano y me detuvo.

E: Como no quieres que me levante, dime ¿tú sabías quien me perseguía? – Se quedó callada un momento  y me asustaba su respuesta.

W: No.- Sentía que no me estaba diciendo la verdad, pero la deje, tarde o temprano lo iba a saber.

E: Okay.- Dije no muy convencida de su respuesta.

 

Venable se levantó tiempo después, pero parecía rara, desde que le pregunte sobre quién me venía siguiendo.

 

W: Me tengo que ir.- Depósito  un corto beso en mi  mejilla y se fue.

Tenía que averiguar qué escondía Venable, y quien mejor que Alice.

 

Me alisté y salí en su búsqueda.

Volví a sentir ese sentimiento, pero no preste atención. Seguí caminando y  poco a poco sentía que algo se venía acercando a mí. Frené de golpe y me giré rápidamente, no había nada, solo el pasillo vacío.

Me asusté y empecé a correr por los pasillos, sentí que volvían a perseguirme.

Llegue como pude a la habitación de Alice, pero ella no estaba, golpee una y otra vez su puerta, pero no abrió.

¡Dios! Qué iba a hacer.

De repente se sintió el bastón de Venable y todo paró. Parecía como si Venable asustara a mí presentimiento.

E: ¡Venable! ¿Sientes eso? – Ella se acercó a mí enseguida y lo más rápido que pudo.

W: ¿Sentir qué? – Ella sabía muy bien de lo que estaba hablando, pero me guarde mis comentarios.

E: Nada, no es nada.- Venable puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y besó mi mejilla.

W: Todo estará bien.- Me refugié en sus brazos y ella siguió acariciando mi cabello. – Tranquila, siempre estaré aquí.

Y siempre lo estuvo.

El ambiente se volvió silencioso y no sabía que decir para que no lo fuera.

Su bella voz se escuchó.

W: ¿Te apetece salir a caminar? – Sus ojos estaban con un brillo que era capaz de alumbrar hasta el bosque más oscuro.

E: Por supuesto. – Ella ríe y me tomó de la mano y empezamos a caminar. Me asustaba que una persona nos viera, parece que Venable leyó mi mente.

W: Nadie nos verá, tranquila.- Me besó en los labios, quedé en blanco y ella río.

Caminamos en dirección a la cabaña, pero Venable se desvió del camino.

E: ¿Para dónde vamos?

W: Tranquila, ya lo verás.

Empezamos a ver un campo lleno de vegetación, árboles frutales, mucho pasto, animales y al final se podía apreciar una hermosa cascada.

E: Ve...Venable, esto es hermoso.- Ella asintió y seguimos caminando hasta llegar al lago y a la cascada.

Estábamos bastante alejadas de la cabaña y solo se escuchaba el sonido de la naturaleza.

E: Mira un árbol de cerezas. – Corrí en dirección hacia el árbol y me trepé igual que un mono.

W: Niña te vas a caer, baja de ahí. – Gritó Wilhemina, pero sentía como igual se reía.

E: No seas aguafiestas. – Me Escabullía sobre las ramas y Venable se reía.- ¡Atrápalas! – Venable seguía riéndose, pero finalmente se puso bajo el árbol y atrapó una cereza.  - ¡Vaya! No se te vaya a quebrar la mano de tantas cerezas que atrapas. – Me rio y siento un golpe en mi trasero.- ¿pero qué? – Wilhemina me había pegado con su batón en mi trasero.

W: La próxima será más fuerte, niña insolente. – Dio media vuelta y se dirigió hasta donde estaba tiempo antes de que la llamara.

E: Necesito ayuda para bajar, ayúdame. – Ella levantó las dos cejas y negó con la cabeza.

W: Tú solita te subiste, ahora debes bajar solita.- Una risa perversa se escapó de sus labios y no tuve otra opción que bajar por mi propia cuenta.

E: ¡Venable! – Grité cuando me resbale con una rama, Venable llegó en un instante y me agarró en sus brazos.

La escena de ir cayendo y Wilhemina corriendo para evitar que me golpeara fue bastante cursi.

W: Un día te terminarás matando.- Ella retomó su postura y yo solo podía reír en el suelo. - ¿Te parece gracioso?

E: Sí.- Solamente negó con su cabeza y se acercó al arroyo.

Se soltó su pelo y realmente estaba viendo una obra de arte. Su pelo revoloteaba por el viento que corría y un hermoso color rojizo se dejo ver.

Estaba parada mirando hacia el lago y su postura se veía más relajada, su largo vestido púrpura tocaba el suelo, su bastón estaba parado firmemente sobre el pasto.

E: Eres hermosa.- Me dejó ver sus hermosos dientes blancos y acarició mi mejilla.

W: No más que tú.- Nos fuimos acercando poco a poco, la distancia era mínima y nuestros labios empezaron a rozarse entre sí. La tomé con fuerza de la cintura y la lancé al agua. ¡Mierda! Ella no sabía nadar. Me tiré al agua y la sujeté entre mis brazos. - No lo vuelvas hacer. – Me dijo en un tono serio. Se veía hermosa, su cara brillaba y ella se  sujetaba con sus piernas alrededor de mi cintura y sus brazos rodeaban mi cuello.

E: Bésame.- No esperamos más y nuestros labios se volvieron a conectar, extrañaba tanto sus labios, el sabor de ellos y como me sentía al chocar contra los míos. El beso poco a poco iba subiendo de temperatura y ahora mis manos se encontraban en el trasero de Venable. Con fuerza la saque del agua mientras la seguía cargando en mi regazo.

Nos recosté en el pasto y nos continuamos besando, las manos de ella empezaron a bajar y ahora ella masajeaba mi trasero, lo apretaba y daba leves golpes en el.

Siento como una bandada de pájaros pasó por encima de nosotras y nos obligaron a separarnos.

Todas las aves que había en los árboles salieron volando. Con Venable nos miramos y sabía que algo pasaba.

No sé cómo, pero escuchamos la campana del instituto.

Oh no.

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Holiss
Espero que les haya gustado el capítulo.
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Lxs amoooooooo 💐

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