E: ¿Cómo? - pregunté dudosa. - ¿Lo tienes en un cuadro o algo? - Empecé a mirar al rededor, pero no había ninguno.
S: Eva... No hay ningún cuadro, porque el hijo que tuve... - Hizo una pausa para respirar y poder seguir. -Eres tú.
E: Ajá... Vamos Sandra, no me hagas reír. -No voy a mentir, estaba teniendo un ataque de risa nerviosa. - ¿Cómo voy a ser tú hija? Sandra, nosotras nos hemos besado...
S: Sé que es difícil, pero es cierto Eva.
E: Ay, Sandra... ¿Esto es una broma, cierto? - me estaba transpirando hasta lo que no le da el sol.
S: Si que eres dura de entender. - Llevo su mano a su frente. - Eva, eres mi hija.
E: Pe_pero... no te das cuenta que yo tengo a mi madre y a mi padre fuera de aquí. - A mi cabeza le era imposible retener tanta información.
S: Pero ellos no son tus padres. Yo lo soy. - Caminó hacia mí y tomó mis manos, me solté rápidamente.
E: ¡¿Hace cuanto sabías?! - Dije haciéndome para atrás.
S: Hace unos meses... - agachó su cabeza rápidamente.
E: ¡¿Y no pudiste decirme?!
S: Fue antes del incendio, y cuando quería decirte siempre estabas con personas.
E: Pudiste... ¡Ay, no sé! Estoy confundida.
S: ¿Y crees que yo no? - Ella poco a poco iba levantando la voz.
E: ¡Por supuesto que no! Lo sabías y no fuiste capaz de decirme.
S: Lo siento, pero no. - Su voz se entrecorto. - no sabía que decir.
E: ¿Quién más sabe? ¿Lo sabe Cate? ¿Lo... lo sabe Wilhemina?
Ella no dijo nada, rápidamente avance hacia la puerta, pero Sandra tomó uno de mis brazos con un poco de fuerza.
S: Eva... Perdón, pero... -No la dejé terminar y me fui a buscar a Wilhemina.
X: Señorita Brown, tiene clases ahora. - Dijo una persona que no conocía.
E: Cállate vieja de mierda. - No sabía quien era, y tampoco quería saberlo.
Wilhemina estaba dando una clase y no me importó en interrumpir.
E: La necesito miss. Venable.
W: Estoy dando una clase, sino le molesta váyase, no tengo tiempo.
E: Va a tener que hacerse un tiempo. - De un brazo la saqué.
W: ¿Acaso estás loca? - Dijo con voz baja.
E: ¿Sabías que Sandra era mi madre? - Los ojos de ella se abrieron muchísimo.
W: Qué...¿Qué estás diciendo?
E: No te hagas la loca Wilhemina, sé que sabías.
W: Entonces para qué preguntas. - Dijo ella poniendo sus dos manos sobre el bastón.
Mis nudillos se estaban poniendo blancos y mi respiración empezó hacerse más rápida.
W: Señorita Brown, le voy a pedir que no vuelva a interrumpir mi clase, sino asumirá las consecuencias. - dio un golpe con su bastón sobre el suelo y luego prosiguió a entrar y cerrar la puerta con un portazo.
E: Pe- Pero... ¡ay! - Estaba tan enojada que no sabia que hacer con mi furia...
X: -Hol...- No lo pensé y mi puño llegó a la cara de esa pobre persona. - ¡Auch! ¡¿Qué diablos pasa contigo?!
E: ¡Ay, dios! Lo siento mucho... - Traté de ayudar a esa persona, pero no se dejó.
X: Empiece a cuidar sus impulsos Señorita... - Dijo levantándose del suelo una Señorita rubia y muy parecida a Wilhemina.
E: Yo... yo lo lamento mucho, no he tenido un buen día.
X: Ya me he dado cuenta, usted cree que como me trató en el pasillo es una forma adecuada de dirigirse a su superior. - Dijo ella levantando una ceja.
E: le ruego que me disculpe, pero quien es...
X: La vieja de mierda. ¿No se acuerda?
Mi maldita mala costumbre de meterme en problemas por la mierda...
E: Nop. - Dije haciéndome la tonta y haciendo una cara de no entender de lo que ella me hablaba.
X: Señorita Brown... me presento. - Dijo ella estirando su mano. - Cordelia Foxx.
E: ¿Cómo sabe mi nombre? - traté de levantar mi ceja, pero no resultó.
C: Yo lo sé todo... - Dijo dejándome ver una sonrisa.
E: Ah... pues muy bien. -levanté mis hombros y me traté de ir.
C: No se olvide que tiene clases... no llegue tarde. - Dijo ella quedando atrás mío.
E: Cómo qui...- La puerta del salón de Wilhemina se habré bruscamente haciendo que me golpeé en mi cara.
W: ¡Ay, por dios! ¿Eva, estás bien? - preguntó preocupada Wilhemina.
C: Al parecer hoy no ha sido el día de la Señorita Brown. - Dijo ella riéndose, pero que pesada la señora.
W: Tú... - Venable miraba con odio a la señora Cordelia.
C: Sí, yo... - sonrió con superioridad.
E: Creo que me voy a desmayar. - mi mano estaba con sangre. - ¡Eres una estúpida, casi me matas! - Dije mirando a Wilhemina.
Venable me miraba a mí y a la señora rubia.
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Hola 🙃
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El principio
RandomEn un internado alejado de la ciudad, una misteriosa pero sobre todo oscura mujer. Es directora de este establecimiento, conocida por ser una mujer fría, calculadora, anti-social, que quiere hacer cumplir las normas a toda costa. Pero que pasara cua...