Capítulo 18

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Narra Yola

Estaba en una sala blanca, me sentía muy feliz y tranquila de estar ahí,  estaba vestida de blanco y a lado de mí estaba una mujer alta, pelo blanco y también vestida de blanco, me llevó a una puerta y la abrió, de ella salió una luz tan brillante que me cegó.

-Todavía no es tiempo-me dijo la mujer y me empujó del otro lado de la puerta....

Desperté jadeando, parecía que no había respirado y lo único que quería era agarrar aire, sentí que era envolvida en un abrazo.

-¡¿Estás loca? !-me gritó Moni, estaba frente a mí, pero ¿quién me abrazaba?, volteo y veo a Aris, de inmediato me separé de él y me paré a abrazar a Moni.

-Lo siento, por favor, perdóname, nunca fue mi intención lastimarte-dijo mirándome a los ojos.

-No-dije fría

-Tú decías que todos merecen una segunda oportunidad-joder, tiene un buen punto, pero sigo enojada con él, si lo perdono sería una tonta.

-Mmmmm...no lo sé Yola-dijo Moni, yo iba a contestar pero suena mi celular,  lo sacó y veo quién me marcaba.

Seth

-¡Hija! ¿Estás bien? , se supone que nos veríamos hace una hora-joder, había olvidado que tenía que verlo.

-Sí, sólo se me hizo algo tarde, ya voy-le colgué.

Me acerqué y me despedí con un beso en la mejilla a Moni y apresuradamente le dije adiós a Aris.

Me dirijí a donde estaban Raito y Newt y me despedí de Newt con un tierno beso y de Raito con un abrazo.

Cuando llegué a la cueva donde siempre me encontraba con Seth, sentí algo extraño, pero lo ignoré y entré. Quise alumbrarme el camino pero no paso nada.

-Mierda-susurré, que estupendo -notese el sarcasmo-momento para ya no tener poderes . Me guíe con una luz, de al parecer una linterna, provenía de lo profundo de la cueva-mi papá-pensé y cuando llegué, la escena que ví no me agradó.

Estaba Shadow sobre mi padre,-quién estaba inconsciente- a punto de matarlo, agarré la espada que estaba en el piso y justo en el momento que Shadow le iba a encajar la espada a mi padre, logré que esta chocara con la que agarré, Shadow quedó perplejo al ver que fui yo quién lo detuvo.

-Hija, apartate-dijo enojado.

-No, tú no eres mi padre, el único hombre aquí, que es mi padre, es el que acabas de intentar matar. -el frunció el ceño ante lo que dije.

-Tienes toda la razón-se rió cínicamente y me dió una patada en el estómago, haciendo que cayera contra el frío piso de la cueva. Luego volvió la mirada a mi padre y yo reaccioné y volví a atacarlo.

-Concentrate en mí-dije enojada y lo empecé a atacar, se escuchaba como nuestras espadas chocaban y se veía una que otra chispa salir.  En un rápido movimiento, logró quitarme la espada que traía.

-Fin del juego-después de eso, me empujó con fuerza contra la pared, terminando en el suelo y de inmediato sentí una fuerte punzada en la cabeza, me toqué y cuando ví mi mano, esta estaba llena de sangre.

-Despidete de tu preciado padre-dijo frío y le encajó la espada.

-¡No! .¡ Eres un maldito hijo de...!-no terminé de hablar porque me voltio una cachetada, yo me toqué la mejilla en la que me había pegado y ardía, pude sentir como lágrimas empezaban a correr por mi cara.

-¡Eso te enseñará a respetarme! -dicho eso, me tomó del brazo con fuerza y me levantó del piso.

-¡Sueltame! -solloce, ya no aguantaba, no podía creer que no pude hacer nada.

two lightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora