Little Snowflake [En Edición]

Capítulo 21.

P.O.V. Niall

Sábado, 14 Marzo 2015

Gracias a los excelentes cuidados de Olivia me había recuperado maravillosamente del incidente de hace un par de días atrás, los malestares aún no se iban del todo, pero al menos había vuelto a mi estado de salud normal.

Harry y yo llevábamos ya una hora en el supermercado, comprando las cosas necesarias para abastecer el departamento por al menos un mes. Entre menos salidas tengamos que hacer Liam y yo, mejor.

Hablando de Liam. Se había quedado en casa, con Zayn y Louis, nos habíamos pasado la mañana discutiendo que cosas sacar del departamento, que traeríamos del suyo y lo nuevo que compraríamos. Ahora se encontraban haciendo la mudanza, haciendo el trabajo de los machos que pretendían ser. Mientras nosotros hacíamos las compras.

La habitación que habíamos escogido para el bebé era la siguiente a la nuestra, luego quedaban dos habitaciones más y el estudio.

Una de las habitaciones de visitas sería ocupada parcialmente por nuestras madres, que se turnarían para visitarnos y ayudar con mis cuidados hasta la llegada del bebé.

La siguiente había sido reclamada por los chicos, especialmente por Louis, para los casos de emergencia o necesidad.

El departamento soñado de un adolescente se convertía lentamente en un hogar agradable y eficiente para una familia.

Harry llevaba el carro de compras lleno de cosas detrás de mí, mi tarea consistía en echar cosas al paso mientras recorríamos los pasillos. Cada cierto tiempo escuchaba pequeñas risitas muy mal disimuladas.

-¿Qué?

-Nada -los hoyuelos se marcaban en sus mejillas.

-¿Cómo que nada? Te llevas riendo un buen rato.

Su tono de piel bajó al menos dos tonos en un segundo.

-Sí, lo he notado -reí.

-Lo siento.

-¿Por qué era? -me di la vuelta y seguí con nuestro recorrido.

-Vas con las manos apoyadas en la espalda y los codos flectados hacia atrás, es la típica pose de un embarazo -lo pensé un momento antes de responder, y tenía razón.

-No puedo evitarlo, este pequeño está bien alimentado -ahora ambos reímos.

La verdad era que mi panza estaba enorme, y pesaba montones. El diminuto ser humano se hacía notar.

Antes de ir a casa pasamos por una librería y compramos un par de cuentos infantiles. Ahora que Niam estaba más desarrollado, costaba calmarlo en las noches o cuando se agitaba demasiado, quizás esto sería un buen estímulo para él, así como la voz de Liam.

Al llegar a casa, casi parecía otro lugar.

Todas las habitaciones estaban reorganizadas, la mejor de todas era la que había quedado completamente vacía.

-¿Qué te parece?- Zayn apareció apoyado en el marco de la puerta. Con un paño se quitaba el polvo de las manos.

-Me gusta mucho -volví a girar sobre mis pies, imaginando el cuarto lleno de las cosas de Niam.

-Ha cambiado bastante -sonrió.

-Todo ha cambiado bastante -un pequeño golpecito se hizo notar.

-Eh, ¿te gusta? -le hablé a mi vientre- tienes la mejor ventana- Zayn soltó una risita y me dejó a solas, no sin antes mencionar que Liam tenía el almuerzo casi listo, que no tardara mucho.