Little Snowflake [En Edición]

Capítulo 7.

Domingo, 23 Noviembre 2014

Dejé mi bolso en el maletero del auto, cerrando la puerta, y me giré hacia Niall y Zayn, me miraban desde un lado del auto, esperando para despedirse.

-¿Están seguros que van a estar bien?

-Si –respondieron ambos con gracia- no es como si jamás hubiéramos estado sin ti Liam, somos adultos, podemos cuidarnos –agregó Niall.

-Pero el bebé...

-Vamos a estar bien –me interrumpió Niall.

Me acerqué a Niall y el me besó despacio, lento y dulce, como siempre hacía cuando quería transmitirme algo; estarían bien. Me alejé unos centímetros para abrazarlo y mirar a Zayn.

-¿Cuidarás de ellos?

-Claro que si, bro. Vete ya, vas a llegar tarde a la cena.

-Si necesitan cualquier cosa, me llamarán y yo volveré.

-Liam –Niall puso sus manos en mis mejillas y sus azules ojos me atraparon- Vas a subirte a tu auto, conducirás hasta Wolverhampton y te quedarás ahí hasta el jueves, pasarás tiempo con tus padres, les contarás sobre el bebé.

Asentí por un segundo, cerrando los ojos, moría por ir a casa, pero no quería dejarlos. Niall volvió a atrapar mis labios con los suyos antes de alejarse por completo y mirar hacia el auto estacionado un par de metros detrás de mí. –Vete ya, vamos a estar bien.

A regañadientes me despedí de ambos con un abrazo y me dirigí a la puerta del piloto.

-Te amo –dijo Niall despidiéndose con la mano.

-Te amo también cariño –tomé una pausa antes de mirar al morocho- Zayn, estoy dejando a mi familia en tus manos.

-Que cursi eres Liam, súbete al maldito auto. -Le hice caso y entré de una buena vez.

-Que tengas un buen viaje- gritó Niall.

Prendí el motor y salí de ahí, tenía dos segundos para irme antes de que mi autocontrol se fuera a la basura y termine volviendo con Niall.

Estacioné fuera de la casa de mis padres, mi casa. El tráfico había estado tranquilo, por lo que había llegado un poco antes de lo planeado. Se sentía extraño volver, solía olvidar cuanto extraño este lugar.

Tomé mis cosas y salí del auto, hogar dulce hogar. Hice sonar el timbre un par de veces antes que mi padre abriera la puerta.

-¡Liam! Hola –me rodeó con sus brazos, en un abrazo de un par de segundos- ¿cómo has estado?

-Bien ¿cómo han estado ustedes?- Entramos a la casa y él cerró la puerta tras de mí, estaba todo exactamente como antes.

-Oh, muy bien. Tu madre está de compras, no debe tardar en volver.

-Mhm... ¿estás viendo un partido de football? –dije apuntando al televisor.

-Sí, ha empezado hace unos minutos, podemos verlo si quieres.

-Claro.

Nos quedamos frente al televisor hasta que mi madre llegó a casa y me ofrecí para ayudarle con la cena.

-¿Cómo han estado las cosas con el trabajo? –preguntó.

-Uhm, bien, estamos de vacaciones, así que todo está bastante tranquilo.

-¿Y tú Liam, cómo estás? Te ves un poco cansado.

-Estoy bien, han habido muchas cosas en mi cabeza últimamente, eso es todo.