Capítulo 2.

1.2K 94 4
                                    

Viernes, 07 Noviembre 2014.

El sonido de mi celular retumbaba en mi cabeza, ¿quién demonios llamaba a las tres de la madrugada? 3:20 según mi reloj despertador, para ser exactos. Tomé mi teléfono del velador y la llamada entrante era de... ¿Josh? ¿Por qué llamaría a esta hora? Tapé mis ojos con mi brazo libre y me recosté de nuevo.

-¿Josh? – dije con voz ronca a través de la línea.

-¡Liam! ¡Gracias al cielo que contestas! –Sonaba preocupantemente agitado.

-¿Qué sucede?

-Niall, está encerrado en el baño, al parecer vomitando, y no me deja entrar a verlo. Los sonidos que vienen de ahí son horribles, joder ¡lleva media hora metido ahí dentro!

-¿QUÉ?- di un salto sobre la cama, quedando sentado entre las sábanas.

-Estábamos viendo una película con pizzas cuando salió corriendo hacia el baño, Dios, Liam, no sé qué hacer, tienes que venir, esto se ve feo.

-No se muevan de ahí, voy en camino.

Corté la llamada y salí con un solo movimiento de la cama. Tomé unos pantalones de chándal y todas las cosas que necesitaba para salir. Crucé la puerta con un fuerte portazo antes de correr escaleras abajo hacia el estacionamiento del edificio mientras me deslizaba dentro de una polera y mi abrigo. El motor de mi auto rugió al contacto de la llave con el acelerador. Salí a la avenida con rapidez, acelerando a lo que más daba. No me importaban las normas de velocidad, quería llegar pronto donde Niall.

Después de unos pocos minutos me encontraba atravesando apresuradamente la entrada del edificio, no me di tiempo de saludar al guardia, solo corrí hacia el ascensor. La puerta del departamento estaba entreabierta, de seguro Josh la habría dejado así para que entrara sin problemas.

Josh estaba sentado en la puerta del baño, con la frente apoyada en sus manos.

-Hola –susurré.

-Hey, has llegado.

-Sí, ya estoy aquí, ¿no ha salido? –hablé con preocupación.

-No, ni una sola vez, pero ha dejado de vomitar hace un rato.

Y como si Josh lo hubiera invocado, pude escucharlo. Era un sonido desgarrador, con pequeños gemidos de sufrimiento, sollozos y respiraciones entrecortadas; se me encogía el corazón. Cuando hubo calma otra vez me acerqué a la puerta y golpeé con delicadeza.

-Cariño, soy Liam. ¿Puedes abrirme?

Después de unos segundos se escuchó el suave 'click' del seguro. Le di una mirada a Josh, quien me asintió de forma sutil antes de girar la manilla y abrir lentamente.

Niall estaba encogido a un lado de la taza el baño, abrazándose a si mismo con brazos temblorosos. Su piel estaba espeluznantemente más blanca de lo normal y tenía los ojos teñidos de miedo, dolor y lágrimas.

Me quité el abrigo y lo envolví en él, sentándome a su lado y ayudándolo a apoyarse contra mi pecho. Se veía tan débil, como si fuera a quebrarse. Deposité pequeños besitos en su pelo mientras frotaba sus brazos con cariño para darle un poco de calor.

-Ya estoy aquí, todo está bien, babe.  –Susurré viendo como cerraba sus ojos y se relajaba entre mis brazos.

Cuando su respiración parecía estar más estabilizada comencé con las preguntas.

-¿Qué ha pasado?

-No lo sé, yo-yo solo comencé a sentirme mal y luego no po-podía dejar de devolver todo. –Su voz sonaba pausada y agotada.

-¿Ya pasó el malestar?

-No, pero no creo que tenga algo más dentro de mi cuerpo que pueda devolver.

-Ok ¿Crees que puedas levantarte?

-No estoy muy se-seguro.

-Bien, lo haremos de otra forma.

Me levanté con cuidado y pasé un brazo por debajo de sus brazos para ayudarlo a levantarse. Dejé que se sentara en la orilla de la bañera para ir por un vaso de agua.

-Toma cariño, bebe sólo un sorbo, te ayudará. –Acaricié su cabello mientras esperaba a que me devolviera el vaso para dejarlo en el lavabo.

-Te llevaré hasta tu habitación ¿bien? –Asintió despacio antes de agregar

-Quiero cepillarme los dientes antes.

Con cuidado se levantó hasta donde estaba yo, para sostenerse en mis brazos y hacer lo que quería. Una vez terminado se dirigió hacia mí

-Ya está, vamos a la habitación.

-No creas que te dejaré irte por tu cuenta en ese estado, ven aquí –pasé mis brazos por debajo de sus rodillas y entre sus brazos para levantarlo y salir del baño. Niall se abrazó a mi cuello y escondió su cabeza. No había señales de Josh por ninguna parte.

Con cuidado lo dejé sobre su cama para ayudarle a quitarse la ropa, quedando en boxers, y recostarse lentamente. Cuando hubo estado acomodado y tapado, me deshice de mis pantalones y polera para rodear la cama y acostarme a su lado, abrazándolo por la espalda y atrayéndolo a mi cuerpo.

-Niall, creo que ya es hora de que vayas al doctor, no puedes seguir con esto –murmuré dejando un casto beso en su espalda.

-Lo sé, no pensé que seguiría.

-¿Te parece si mañana te acompaño al hospital?¿En la mañana?

-Eso estaría bien... Ah, y Liam, lo siento por todo esto, no es algo que debieras ver –dijo con cansancio.

-Eres mi novio Niall, estoy aquí para cuidarte, no ha sido una molestia... Será mejor que te duermas, es tarde.

-Mhm... Buenas noches.

-Buenas noches cariño, descansa.

Sentí como apretaba más mis brazos a su alrededor acomodándose. Escondí mi cabeza en el espacio entre su hombro y su cuello respirando su particular aroma. No pasaron más que un par de minutos que ya ambos habíamos caído en manos de Morfeo.

~*~

Nota de la autora: Lo sé, los capítulos no han tenido mucho contenido por ahora y son bastante cortos, pero es la única forma de empezar con la historia. Tómenlo como una introducción. GRACIAS POR LEER.


Little Snowflake [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora