Capítulo 3.

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Me desperté alrededor de las nueve de la mañana, Niall dormía tranquilamente a mi lado. Parecía un ángel dormido, mi ángel.

Me levanté con cuidado de no despertarlo y me dirigí a su closet, debía haber algo que me quedara bien. Después de tomar una rápida ducha y vestirme con una polera y Jeans, de Niall, me senté a su lado para despertarlo.

Deposité un dulce beso en sus labios, separándome rápidamente para mirarlo con extrañeza, tenía la piel caliente y levemente enrojecida.

-¿Niall? –Dije acariciando su mejilla –Niall, despierta.

-Mmmh –soltó con voz ronca.

-Despierta cariño.

-¿Qué hora es? –preguntó mientras tomaba la sábana para taparse por completo.

-Un cuarto para las diez, debemos ir al doctor ¿recuerdas? ¿Te sientes mejor? ¿Estas acalorado?

-Sí, un poco. No quiero levantarme, Leeyum.

-Vamos Ni, te traeré un café mientras te cambias.

-Ok.

Cuando volví a la habitación, Niall estaba ya cambiado, con un buzo.

-Toma- susurré acariciando su cadera.

-Gracias – tomó un sorbo del café antes de ponerse a toser por montones.

-¿Ni?

-Dios... que asco.

-¿Qué pasó? estaba bien cuando lo probé –le quité la taza y le di un sorbo, no tenía nada malo

-No, es-es el olor... Creo que voy a vo-vomitar – Corrió hacia su baño para apoyarse en el lavamos intentando parar las arcadas.

Deje el café a un lado y me dirigí a su lado

-shhh, tranquilo- acariciaba su espalda intentando calmarlo.

-Yo... lo siento, no-no puedo tolerar el olor –dijo entre profundos suspiros.

-Está bien, tranquilo –tomé sus manos para girarlo hacia mí y rodearlo con mis brazos- tranquilo – dije acariciando su cabello.

-¿Qué me está pasando Liam? –dijo entre sollozos en mi cuello.

-No lo sé, pero iremos al doctor para saberlo, vas a ponerte bien.

*

Eran cerca de las once y media de la mañana cuando aparqué mi auto en los estacionamientos del Hospital Privado Windsord.

-Buenas tardes, tenemos una hora con la doctora Matthews- dije hacía la recepcionista del piso en el que nos encontrábamos.

-¿Tiene una hora reservada?

-Sí, a las once con cuarenta minutos –ella fijó su mirada en la computadora antes de responderme.

-¿A nombre de Niall Horan?

-Exacto.

-Bien, puede esperar en los asientos de la izquierda, lo llamarán en unos minutos –Me regaló una amable sonrisa mientras me separaba del mostrador e iba a sentarme con el rubio.

Una enfermera se acercó para hacernos llenar la ficha de Niall y luego llevarnos hasta la habitación 32. La doctora Matthews parecía ser la mujer más amable que podrías encontrar en ese edificio, con su largo cabello ondulado, enorme sonrisa y belleza inigualable. Nos hizo pasar y sentarnos frente a su escritorio, todo en la habitación era blanco con detalles verdes, te daba una sensación acogedora no muy común en los hospitales.

-Buenos días, tú debes ser Niall ¿no? –dijo apuntándole.

-Sip, el mismo –contestó con gracia.

-¿Y tú...? –Alargando la última letra hasta que yo le interrumpiera –Soy Liam, Liam Payne.

-Bueno, es un placer atenderles chicos, mis hijas no me creerán cando se los diga –todos reímos con el comentario antes de que ella agregara con amabilidad –Antes de empezar con las cosas formales me gustaría decirles que prefiero que me llamen Olivia, y que todos sus datos estarán protegidos por las políticas de privacidad del recinto, nadie que yo no autorice podrá ver sus archivos, para que se sientan seguros. -Ambos asentimos, dejando que ella continúe con la charla -Niall ¿qué es específicamente lo que sientes?

-Ehm, principalmente náuseas, vómitos, mareos, cansancio y duermo más de lo normal, suelo sentirme acalorado, me he desmayado un par de veces y he empezado a sentir repulsión por algunos alimentos o sus olores.

-¿Hay alguna razón por la que creas que tu cuerpo se ha comportado de esta forma? ¿Cuánto tiempo llevas con esto?

-Solía pensar que era por el estrés de la gira, pero ha terminado hace ya más de una semana, y todo empezó casi dos meses atrás  –Tomé su mano apretándola con cariño, sabía lo difícil que habían sido estos meses para él.

-Liam, supongo que tú eres cercano a Niall, por eso lo has acompañado. ¿Mantiene algún tipo de relación?

-Somos novios –Respondí con calma.

-¿Han tenido algún tipo de problema que pudiera generar malestar en Niall?

-Nope.

-¿Has notado algún otro cambio en él aparte de los que ya se han mencionado?

-Sólo esos que yo recuerde.

-Ok, entonces, si fuera estrés los malestares ya deberían haber desaparecido casi completamente, y por como hablan deduzco que han ido aumentando progresivamente –Ahora hablaba mirándonos a ambos, se notaba que sabía lo que hacía, habíamos caído en buenas manos- me gustaría hacerte unos análisis para saber si existe algún cambio hormonal que esté afectando tu cuerpo, o bien, algún virus que podrías haber cogido, aunque creo que es la opción menos factible, te ves bastante saludable. Puedo mandar la orden para que te hagan los exámenes ahora mismo con mi asistente, y luego vuelven con los resultados, así salimos de la duda de una vez ¿les parece bien?

-Sería perfecto –respondimos ambos al mismo tiempo, a veces, parecíamos mentalmente sincronizados.

Niall debía hacerse exámenes de sangre y orina y yo no podía entrar con él, se había quedado con un chico llamado Lucas Wilde, el enfermero asistente de Olivia, no parecía mal chico. Por mi parte, debía ir a comprar galletitas de jengibre y una botella de agua para Niall, según las indicaciones le quitarían un poco las náuseas y podría comer algo.

Había pasado cerca de media hora cuando Niall se sentó junto a mí en la sala de espera, depositando un suave beso en la comisura de mis labios.

-¿Cómo te ha ido? –le dije aprovechando de pasarle la comida y la botella de agua.

-Bien, me he mareado un poco con la sangre, pero estoy bien. Gracias por la comida ¿comiste algo?

-Me he tomado un café hace un rato –Niall tomó una de las galletas y se la comió con inseguridad, pero después de un rato volvió a sacar otra, sonriendo.

-Puedo comerlas, no me dan náuseas, son buenas –sonreí ante su comentario, Niall y su amor por la comida, jamás cambiaría.

Después de un rato nos llamaron otra vez para volver con la doctora, ella ya había revisado los resultados y debía tener una respuesta, esperaba que no fuera nada grave.

-Bueno, afortunadamente no tienes ningún virus, todos tus índices están extremadamente saludables, solo hay una cosa que está fallando y es, como había pensado, las hormonas.

~*~

NDA: 

Les deseo a todos un feliz WWAT y que la suerte -para conocer a los chicos- esté de vuestro lado.

Little Snowflake [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora