Capítulo 19.

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P.O.V. Liam

Lunes, 2 Marzo 2015

Niall fue el último en entrar a la habitación y sentarse en el gigantesco sofá que nos habían puesto frente a las cámaras. Venía arrastrando una manta felpuda color vainilla que me parecía conocida, pero no recordaba de dónde.

-Niall ¿qué haces con esa manta? -preguntó uno de los chicos de producción. Todas las personas presentes en el estudio improvisado habían puesto su atención sobre él.

-Voy a taparme con ella -dicho esto, se acomodó a mi lado y se cubrió completamente, tapando su vientre. La manta era suficientemente grande como para tres de nosotros, Harry, que estaba al otro lado de Niall, se cubrió también.

-¿De dónde la haz sacado? -preguntó.

-La traje de casa, es acogedora y me hace sentir mejor -por eso me parecía conocida, era la manta que teníamos sobre nuestra cama.

Ben Winston entró y se sentó frente a nosotros, a un costado del sofá. El escenario era bastante similar a la transmisión en vivo que habíamos hecho el año anterior. Técnicamente estábamos haciendo lo mismo. Ben ya sabía lo de Niall, se lo habían dicho al llegar aquí y aún estaba un poco aturdido, se notaba en la expresión de su rostro, con el ceño levemente fruncido, como si no pudiese quitar algo de su mente.

Luego de la ronda de preguntas y de cantar un par de canciones cortaron la transmisión y nos dejaron volver a nuestras habitaciones. Ben se quedó un rato en el salón conversando con Niall y el resto nos fuimos de ahí lo más rápido posible. Últimamente estábamos teniendo muchos problemas con la producción, habíamos llegado al punto en que literalmente arrancábamos de ellos en cuanto se diera la ocasión.

No pasaron ni tres minutos de haberme acostado sobre el sofá de mi habitación que estaba profundamente dormido. La noche anterior no pude hacerlo como correspondía por cuidar a un rubio sofocado y con náuseas.

*

-¿Li? Liam, por el amor de Dios, eres un imbécil -uno de mis brazos fue levantado y tironeado con brusquedad- vamos, no puedo levantarte ¿recuerdas? tengo un bebé en las entrañas -más tirones- Liam, vamos a la cama, te va a doler el cuerpo si duermes aquí -no más tirones- ¡Joder Payne, mueve el culo!

Entonces desperté de una vez.

-¿Mmh?

-Ven -tomó mi mano y me guio hasta la cama, recostándome con cuidado, sentí como me quitaba las zapatillas y luego no recuerdo nada porque me había dormido otra vez.

Desperté aturdido al notar la oscuridad que me rodeaba. La única fuente de luz que podía distinguir venía desde la ventana. El cielo estaba despejado, y desde la cama se lograba una excelente vista de las estrellas.

Estiré mi cuerpo para descontracturar mis músculos y pude sentir una suave tela sobre mí. La manta felpuda color vainilla. Oh, Niall. Al encender la pequeña lámpara en la mesa de luz me encontré una nota sobre la madera, en una esquina de la hoja se encontraba el logo del hotel.

"Liam, te perdiste la cena, pero pedí tu plato y lo dejé en la mesita junto a la ventana. Puedes calentarlo en el microondas bajo el televisor. Nos estarán esperando en recepción a las 19:45 para llevarnos hasta el recinto del concierto, no llegues tarde. Espero que hayas dormido bien. Niall."

Una carita sonriente y un corazón se asomaban junto a su nombre.

A regañadientes me levanté de la cama y fui por la cena que me había dejado. Luego de comer me di una rápida ducha y me dirigí a la recepción mientras me acomodaba un gorro sobre mi desordenado cabello. Iba justo a tiempo.

El clima en Glasgow seguía siendo frío, pero para nuestra mala suerte, estaba un poco más temperado. No podíamos cubrir a Niall con kilos de ropa. Lou había salvado la noche apareciendo con unas enormes playeras de hockey que escondían a la perfección el embarazo. Pasamos todo el concierto con ellas.

*

Al abrir la puerta de mi habitación y encender las luces la soledad bajó sobre mis hombros dejando una profunda incomodidad. El lugar se sentía vacío, sin vida. La ausencia del rubio le calaba hasta el fondo los huesos.

Niall era como un Golden Retriever de cachorro, o como el ping-pong. Ligero, ruidoso e incesante. Su presencia no pasaba desapercibida. Y había pasado tanto tiempo pegado a él que ahora no se sentía cómodo sin él rondando a sus alrededores. Su vida era una concha vacía sin él en sus inmediaciones.

De mala gana me puse el pantalón de pijama y me metí bajo las frías sábanas. La manta felpuda aún conservaba su dulce aroma. Detestaba a la gente de producción, detestaba al idiota que había sugerido los pusieran en habitaciones distintas como consecuencia a la broma que habían hecho al volver de Londres.

Inicio Flashback

-Liam -gritó Niall en susurros- ¡Liam! ¡Ya! -las señas que hacía con sus manos desde el otro lado del pasillo me indicaron que era minuto de avanzar. Traía conmigo dos gigantescas bolsas negras con la ropa que usábamos con los chicos para los conciertos.

Producción se estaba encargando de recoger las cosas para irnos hasta la nueva locación, y a nosotros el aburrimiento nos había llamado a jugarles una pequeña broma.

Al llegar hasta él le pasé una de las bolsas y seguimos avanzando. A este punto teníamos que morder nuestros labios para aguantar la risa. Se escuchaban los gritos de gente buscándonos.

Ya estábamos casi fuera cuando Niall se tropezó con el cordón de su zapatilla y causó un estruendoso ruido.

-Mierda -las voces ahora se escucharon a metros de nosotros.

-Vamos, vamos, vamos, vamos -lo tomé del brazo y apuré nuestro ritmo, no íbamos a lograr salir, teníamos que escondernos. Los peces gordos prácticamente nos pisaban los talones.

La puerta de lo que parecía ser un armario de servicio apareció a nuestro lado y no dudamos ni un segundo en meternos ahí.

El espacio era realmente reducido, podía sentir las piernas de Niall entre las mías, nuestras respiraciones pesadas y entrecortadas estaban completamente mezcladas.

-Creo que no somos ninjas -susurró.

-Claro que lo somos, pero tú eres un ninja torpe y ruidoso -besé sus labios justo antes de que la puerta se abriera y un Paul ligeramente sonriente nos sacara de ahí.

Fin Flashback

Tres horas más tarde seguía sin pegar un ojo. Se había dado mil vueltas en la cama y nada sacaba al ojiceleste de su cabeza, la manta impregnada en su olor que tenía entre sus brazos tampoco ayudaba.

En su cerebro sólo había espacio para dos palabras que se repetían una y otra vez

'lo extraño, lo extraño, lo extraño, lo extraño, lo extraño, lo extraño'

A la cuarta hora ya se había rendido, no le importaba haberse hecho dependiente de otra persona, quería a su rubio con él, ahora.

Arrojé las cobijas hacia un lado y me puse las zapatillas sin siquiera abrocharlas. La producción se podía ir al demonio. No pensaba dormir si no era con Niall.

Cruzó los pasillos del hotel cubierto con la ya más que famosa manta. Sacó la tarjeta que abría la habitación de Niall, él mismo se le había dado en caso de emergencia cuando le había venido a desear las buenas noches, y abrió la puerta con sumo cuidado.

Estaba todo oscuro y Niall dormía plácidamente en medio de la cama. Lanzó las zapatillas lejos y se metió bajo las sábanas junto a él. Abrazándolo por la espalda.

-¿Liam? -la adormilada voz de su novio cortó el silencio que los rodeaba.

-Shh...

-Pero pueden...

-No.

-¿Qué pasa si...

-Niall.

-¿Mm?

-Calla, y duerme. -dejé un beso en su nuca y me acomodé a su lado, listo para caer en los brazos de Morfeo.


Little Snowflake [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora