Capitulo 5

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Desperté sudorosa con una extraña sensación de pánico creciente y el sabor a fierro en mi boca. Retire las sabanas de mi cuerpo, camine a mi armario, tome ropa y fui directo a la ducha, cuando salí, note mis ojos aun hinchados, trate de ocultarlo con maquillaje, me arreglé justo como mi mejor amiga lo sugirió, mi mirada era cansada, pero lo sabía, solo tenia que fingir una gran sonrisa, nadie lo notaria.

Arreglada baje las escaleras, camine a la cocina donde se encontraba mi madre tomando el desayuno, rodee la mesa, bese su mejilla y tome asiento junto a ella, tomando la fruta picada que previamente estaba sobre esta.

- ¿Qué tal has amanecido?-pregunto tomando un sorbo de su café.

-Solo he tenido otro de esos sueños raros, pero todo bien- metí el tenedor a mi boca junto con un trozo de melón.

-Te ves muy bien ¿Quieres que Darren se arrepienta?- me giño un ojo y reí.

-Oh, por supuesto se va arrepentir, es un idiota.

-Nunca me cayó muy bien.

-A mí tampoco- las dos reímos.

-Vale, es tarde, a la escuela-tomo mi plato y lo llevo al lavavajillas.

-Oh maaaa, aún faltan quince minutos- me levante y tome mi mochila.

-Sí, y también es el primer día de clases Cass- me empujo en dirección del coche.

-cof, cof, cof, creo que me dará tos mortal, cof, cof, cof- fingí desmayarme y ella solo rio.

-Ya no caeré en eso Cass, sube al auto-sonreí.

-Bueno al menos lo intente- reímos y tomamos camino hacia el instituto.

Una vez que mi madre había estacionada frente a la entrada, baje del auto, no tenía mi carro porque había fallado desde la semana pasada, estaba empezando a pensar que mi propio auto no quería estar conmigo, según estaría para hoy en la tarde, por lo tanto dependería de Jaz para llevarme a casa al terminar las clases.

Camine hacia la entrada y fue entonces cuando sentí todas las miradas sobre mí, los murmullos resonaban, sabía que estaría en boca de todos por Darren, en realidad no me importaba en lo más mínimo. Sentí una mirada sobre mí y logre visualizar a la nueva pareja; Addy me sonreía tratando de decir que había ganado, ¿eso creía? Levante mi mentón, lleve mi cabello hacia atrás, camine sin prestar atención, por supuesto no sin antes regresar la sonrisa a la nueva pareja, eso claramente la cabreo, los susurros desvanecieron al igual que la felicidad de Addy y mi orgullo se mantuvo intacto.

Clase de Literatura era una de mis favoritas, amaba escribir y era una de las mejores en la clase.

-Buenos días alumnos- saludo el Maestro Hocking un hombre barrigón y con un bigote que si te acercaras demasiado probablemente terminarías sin un ojo.

-Buenos días- respondieron todos en coro.

-Como es el primer día de clases, apuesto que no pueden ni tomar un lápiz, mucho menos escribir así que simplemente tendrán esta primera clase libre, ahora vayan, tengo que planear bien su primer proyecto.

Todos soltaron gritos de alegría, mientras yo, aburrida tome mis cosas y salí del aula, este semestre me habían tocado algunas clases diferentes que a jazmín, lo que significaba que tenía la primera clase libre y sola.

Camine por los pasillos que parecían abandonados, a excepción de alguno que otro alumno que era demasiado perezoso para tomar la primera hora.

-Hey, ¡Cass!- saludo mi mejor amiga enganchando su brazo alrededor del mío- ¿Has visto a uno de los chicos nuevos? es totalmente caliente- expreso con ojos iluminados. Jazmín era tan, bueno, tan Jazmín.

-Buenos días Jaz, no lo he visto, pero mantendré los ojos abiertos- me reí por la expresión asesina que abordo su cara.

-Hablo enserio, es tan caliente como no puedes imaginarte.

-Oh que no te escuche decir eso tu Mariscal- reí y ella pareció avergonzarse.

-Mi novio es el más ardiente de todo el instituto y no tiene comparación.

-Claro, bueno, da igual ¿Cuál es tu siguiente clase?- pregunte sacando mi nuevo horario.

-Química ¿sabes cuánto aborrezco química? - hizo una mueca.

-Estoy muy segura que lo has dicho unas mil veces al año.

-Bien, como sea ¿a ti?

-Genial, igual, química- sonreí, amaba química, en realidad amaba casi todas las materias.

-Podría sentarme junto a ti, así compararíamos respuestas- batió sus pestañas hacia mí.

-¿Compararíamos respuestas o te pasarías estas?

-Sabes a veces uno quiere preguntar en forma linda, pero tú te aferras a desenmascararla, sabes que no soy buena en química y si repruebo de nuevo, estarás sola en la universidad- me apunto con su dedo.

-Bien, me rindo, claro que puedes sentarte a mi lado, vamos- le dije cuando divise el aula.

Después de escuchar a Jaz hablar sobre su nuevo auto, porque por cierto había chocado el anterior, entro la profesora y detrás de ella un chico alto, fornido, tez blanca, unos ojos azules profundos, cabello oscuro e ondulado, la verdad es que no podía quitarle la mirada de encima, era impresionante, por una fracción de segundo nuestras miradas se encontraron, sentí como una pequeña descarga recorriera cada parte de mi cuerpo, sentí incluso que deje de respirar.

-Te lo dije, esta que más que bueno- me apretó el brazo J.

-Sí, lo es- La profesora saludo y luego le hizo una señal al chico nuevo para que se presentara.

-Soy Evan, me acabo de mudar de florida.- su voz se me hacía conocida, no sabía de donde exactamente, pero habría jurado que la había oído antes.

-Bueno. Mucho gusto Evan, ahora antes de que tomes asiento, como me has comentado que vas un poco bajo en química te pondré con la mejor de mi clase, por favor siéntate a lado de Cassandra y Jazmín cámbiate con el señor Klain- J murmuro una pequeña maldición, tomo sus cosas y se sentó al final del aula junto a su nuevo compañero.

Evan tomo asiento a mí lado, le dirigí una pequeña mirada, pero él ni siquiera se inmuto ni un segundo, es como si para él no existiera, eso hizo que una sensación extraña se asentara en mi estómago.

Durante el transcurso de la clase trate de concentrarme en todo lo que explicaba la profesora, lo cual debo admitir que era demasiado complicado por la persona que se encontraba a mi lado, tan solo su presencia había que mi concentración se fuera por la borda, trate de no prestarle atención pero era casi imposible, minutos antes de que la campana sonara anunciando el cambio de clases la profesora hablo.

-Cass- alce la mirada de mi apunte, mierda ¿acaso había notado mi falta de concentración?

-¿Si?

-¿Podrías darle un pequeño recorrido a Evan y mostrarle donde es su siguiente asignatura? pueden irse ahora para que no lleguen tarde a su próxima clase- trate de sonreír, sabía que esto no era una pregunta donde podría decir que no.

-Claro- tome mis cosas y las guarde en el bolso, cuando ambos estábamos fuera trate de formar las palabras en mi cabeza- Bueno sabes mi nombre, así que no tengo que presentarme, entonces podríamos iniciar el recorrido por...- ni siquiera me dejo continuar.

-Mira, no soy idiota, creo que puedo encontrar mi clase y la escuela es pequeña- miro alrededor casi con desdén- y si no, creo que soy capaz de encontrar alguna otra chica que me dé indicaciones- me sonrió pícaro, que imbécil, en su máxima expresión amigos, sentí hervir mi sangre.

-Bien, como sea, por lo visto lo único que más vas a visitar es la oficina del director, al fondo a la derecha, idiota- desearía decir que se ofendió o al menos parecía sorprendido pero no fue así, su sonrisa estaba intacta, este chico gritaba problemas en toda la expresión, debía alejarme lo más posible.

-Vaya que carácter tan lindo- lo escuche hablar fuerte dado que yo ya me estaba alejando.

El Ángel PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora