Capitulo 8

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Al día siguiente Jazmín mandó un mensaje diciendo que ningún profesor había hecho nada importante aun y que mis faltas estaban justificadas, también que hoy no podría ir a cuidarme porque su madre la había obligado a ir a cuidar a su sobrino.

Me sentía de buen humor, aunque un poco cansada pero aun así decidí hacer limpieza en el sótano, casi nunca iba ahí solo había cajas esparcidas por todo el espacio, pero con lo de ayer quería ver si mi madre Anastasia no había dejado algo por ahí que pudiera conservar de mi madre biológica, tal vez ella tenía cosas de mi madre que por obvias razones aún no quería darme, así que me puse en marcha y me dirigí hacia allí. Cuando entre era justo el desastre que imagine, cajas por aquí, cajas por allá, perfecto para mi tan subida hiperactividad, fui empezando por mis cajas para ver que tanto tenia de pequeña, entre ellas encontré fotos de mis cumpleaños, cartas, envolturas, vestidos, cosas de niñas, así que decidí pasar a las cajas de mi padre (adoptivo) en ellas solo encontré fotos de él y mi madre, fotos mías, de mis hermanas, libros, plumas, diplomas, sacos, nada interesante, solo cosas típicas de un hombre. Con más ansias camine hacia las cajas que estaban hasta el final tapadas, supuse que eran de mi madre biológica, me acerque a ellas desesperada esperando encontrar algo de ella, en la primera encontré ropa muy bonita, incluso vestidos demasiados hermosos para ser reales, conserve una blusa de encaje, unos cuantos pendientes y una foto de ella y papá, y entonces fue la primera vez que le vi el rostro, era hermosa, sus ojos eran verdes preciosos, su piel blanca, su sonrisa era cálida y llena de vida, tenía la sensación que la había visto antes, con lágrimas en los ojos abrace la foto, ellos eran mis padres. En la segunda encontré cartas y cosas por el estilo, y así fue todo, cuando llegue a la última caja, estaba completamente vacía, fue la que más llamó mi atención, porque habría una caja de ella vacía, frustrada la tire lejos, y golpee mis manos en el viejo suelo de madera, al hacerlo sonó hueco, como si algo estuviera debajo de aquellas viejas tablas, recorrí mis dedos por esta y encontré una abertura, la empuje fuera y se abrió, dentro había una caja un poco mediana, la saque con cuidado, sabía que había algo dentro de ella que sería muy importante, la tome entre mis brazos cuidadosamente y subí a mi habitación.

Una vez ahí, tome una ducha, pero cuando el agua caliente tuvo contacto con mi cuerpo, mi piel ardió, mire mis brazos donde el dolor era más intenso, tenía marcas de arañazos algo profundos, mire más abajo, mis piernas tenían las mismas marcas, menos notorias, pero aun así, me mire al espejo que estaba en el baño, mi cuello también tenía marcas, era mucho más débiles pero aun así pude notar su presencia, confundida volví a la ducha, limpie mis heridas, cuando cerré mis ojos, las imágenes vinieron a mí, yo gritado, lastimándome y llorando, entonces lo recordé, trate de calmarme, era algo que hacía desde pequeña, cuando mis padres me llevaron al psicólogo dijeron que tenía una tendencia a lastimarme a mí misma para calmar el dolor psicológico, incluso había episodios que recordaba y otros donde me sumía en la oscuridad y no recordaba hasta notar mis lesiones.

Me puse mi pijama y me recosté en la cama, trate de relajarme y no entrar en un episodio más, tome la caja entre mis manos y sin más la abrí, dentro de esta primero había cartas de mi mamá, unos cuantos anillos, una especie de tiara muy bonita, la saque y la acerque, era preciosa, no era llamativa, todo lo contrario, era casi igual que el diseño de la llave, pero esta terminaba con una gema en el centro, con curiosidad me la puse en la cabeza y fui al espejo, se veía preciosa como si fuera hecha para mí, me la quite con cuidado y la observe con más atención, en una esquina tenía la letra L.C grabada, mi madre se llamaba Cira, pero mi primer nombre empezaba con L entonces yo era un L.C, tal vez era para mí, tal vez un regalo para un cumpleaños o algo similar, me quede pensando, pero sabiendo que no encontraría una respuesta coherente la deje a un lado y abrí el cajón que tenía con llave y la coloque dentro.

El Ángel PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora