-Me tengo que ir, aún tengo que ducharme, ir a clases y prepararme para la tarde- una sonrisa pícara apareció en su rostro, asentí sin poder formular una respuesta, aun me sentía como drogada- ¿Quieres que te lleve de regreso a casa?- negué con la cabeza- ¿Acaso el gato te comió la lengua?-tome una respiración larga, lista para contestar, cuando se acercó peligrosamente a mi susurrando en mi oído con una voz ronca- Aunque podría jurar que no soy un gato y la lengua no es lo que quiero comer de ti- y me dejo ahí jadeando, mi corazón que anteriormente se había calmado un poco, ahora sentía que podría salir de mi pecho, sentía escalofríos recorrer mi cuerpo aunque sentía un calor intenso llenarme de pies a cabeza.
Cuando logre calmarme que aunque me avergüence me tomo más de 10 minutos, regrese a casa, tuve que tomar otra ducha, más larga que la anterior, me recosté en mi cama para ver si podía conciliar el sueño, resulto que después de dar vueltas y vueltas en mi cama, pude hacerlo.
-Cariño- sentí como alguien acariciaba lentamente mi cabello, abrí los ojos.
-¿Qué pasa, mamá?
-Todo está casi listo, prepárate, tus amigos no tardan en llegar-asentí y salió del cuarto.
Me dirigí hacia mi armario para tomar ropa, al final me decidí por unas medias calientes, una falda café y una blusa blanca manga larga, cepille y maquille ligeramente.
-¿Por qué los invitaste?- la voz de Liv susurrando me detuvo a la mitad de las escaleras ¿de quién estaban hablando?
-No creo que sea muy cómodo para Cass ver a la familia Venandi aquí- Cristel interrumpió ¿Qué ellos, que?
-¿Por qué seria incómodo para Cass?- esta vez fue papá quien hablo y pude jurar que mis hermanas compartieron una mirada, ellas eran las únicas que sabían que mi corazón roto era por Owen, cuando paso quise hablar con ellas y sin explicación alguna solo me dijeron que no tenía que mencionar ese nombre a nuestros padres y realmente no cuestione por ello y solo obedecí de cierta forma, mamá sabía que había tenido una ruptura que me había marcado, pero no sabía de quien se trataba, supongo que ahora se enteraría.
-¿Recuerdan aquel corazón roto de Cass?- supongo que mis padres asintieron porque no los escuche decir nada más- pues se trataba de Owen- mi hermana suspiro.
El silencio fue tanto que no pude resistirme, me arriesgue al asomar mi cabeza para ver a mis padres, lo único que miraba era el desconcierto de mi madre y el semblante de póker que papá solía tener todo el tiempo.
-Está bien lo discutiremos después- mi padre hablo.
-Ellos no pueden estar cerca de Cass, esto no está bien, esto no debió pasar- mamá susurraba preocupada con una voz apenas audible ¿Qué diablos pasaba? ¿Qué tenía de malo Owen?
El timbre de la casa sonó, asustada subi unos cuantos escalones y baje trotando como si toda aquella conversación no la hubiera escuchado- Yo abro- grite, todo me observaron asustados y sorprendidos, supongo que pensaron que había escuchado todo, trate de hacerme la desentendida, me pare en seco y hable- ¿Qué pasa? Parece que vieron un fantasma- planche mi falda con mis manos- ¿Acaso no me veo bien?- toque mi rostro- ¿Me puse mucho maquillaje?
-No cariño, no pasa nada, te ves hermosa princesa, lo que pasa es que creemos que algo se quemó, es todo- ese pinchazo en mi pecho, ese sentimiento de estar excluida de la burbuja, trate de que mis ojos no se llenaran de lágrimas y sonreí aún más.
-Vaya, creí que Mamá nunca quemaba nada- ella sonrió nerviosa- como sea abriré- me encamine a la puerta esperando que mi mejor amiga, trent o Evan estuvieran detrás de ella.
-Hola preciosa- Una sonrisa cálida me recibió, la mamá de Owen se encontraba parada frente a mí, al igual que su esposo, solamente ellos- disculpa Owen tuvo unos pendientes que hacer y me pidió que me disculpara en su nombre.
-Está bien, no pasa nada, adelante- me hice a un lado para que pudieran pasar.
-Anastasia, Waite, hace mucho tiempo que no nos vemos- la voz del padre de Owen retumbo en la casa, era fuerte e imponente, te hacia querer encogerte.
-Darek, si, tanto tiempo, de hecho quería hablarles de algunos asuntos ¿Podríamos pasar a la oficina?- ¿Asuntos? ¿Qué rayos estaba pasando? Preste atención a cada una de las reacciones, papá mantenía cara de póker como siempre, mamá se miraba nerviosa, la madre de Owen estaba seria y no paraba de observar a mamá, mientras el padre de Owen sonreía ampliamente.
-Por supuesto, vamos cariño, hablemos de negocios- una vez más la voz imponente del padre de Owen se hizo presente, coloco su mano en la cintura de su esposa guiándola hacia la oficina de mamá, ella solo me sonreía mientras desaparecían por aquel pasillo.
Mil preguntas pasaban por mi mente, pero sabía que no recibiría ninguna respuesta, me sentía extrañamente fuera de todo, mis hermanas se mantuvieron tranquilas hablando, como si ellas supieran exactamente de que iban a hablar y no querían que yo hiciera ninguna pregunta, pinchazo, pinchazo, pinchazo, sonrisa falsa.
Cuando el timbre resonó una vez más, me acerque a la puerta, detrás estabas las tres personas que esperaba, les sonreí y los invite a pasar.
-¿Dónde está mi tío?
-Está en el despacho con Mamá y la familia Venandi- lo dije lo más normal que pude y evite todas las miradas, no quería hacer una escena, no aquí, no frente a todos.
-¿Puedo hablar contigo, pequeña?- me sorprendió la petición de Trent, pero aun así asentí y nos dirigimos hacia el patio trasero.
-¿Pasa algo con Jazmín?- pregunte.
-No, todo está bien, pero noto que contigo no es así, te conozco, tal vez no de tantos años como Jaz lo hace, pero te conozco, algo pasa, sabes que puedes hablar conmigo también ¿Verdad?- era cierto, aunque mi principal pilar siempre es Jazmín, Trent estuvo para mi desde el primer momento como un hermano mayor, siempre cuidando de mí.
-Lo sé y te lo agradezco, siempre te he considerado como un hermano- lo mire a los ojos y en ellos pude reconocer nostalgia, él también era adoptado y sabía que tenía una hermana pequeña pero nunca pudo encontrarla ni conocerla- solo siento que soy excluida de ciertas circunstancias de la familia y eso me duele, ni siquiera se porque mis padres han invitado a esta reunión a los Venandi.
-Todos los de este pueblo manejan amistades viejas o negocios, así salimos a flote, no tienes que preocuparte, te aseguro que si fuera algo malo tus padres hablarían contigo sobre eso- asentí y el me acerco a él para envolverme en un cálido abrazo- no pasa nada pequeña, todo está bien.
Que él me lo dijera me calmo notablemente, no sé qué influencia tenía sobre mí, pero que él me dijera las cosas, me tranquilizaba bastante- Gracias Trent.
Cuando entramos mi mejor amiga pregunto si todo estaba bien, nosotros le aseguramos que sí y pasamos al comedor donde todos estaban sentados ya, la mirada de Evan estaba sobre mí en cada momento.
-Papá, te presento a Evan- Evan puso su mejor sonrisa y apretó la mano de mi padre.
-Hola hijo, un placer.
-El placer es mío, señor.
-Toma asiento, te presento a el señor y la señora Venandi, son padres de Owen, no sé si lo conoces- Evan asintió.
-Claro, estamos juntos en el equipo de americano.
-¿Eres el nuevo jugador, cierto?-la madre de Owen hablo.
-SI- Evan asintió, el timbre hizo presencia y confundida me levante ¿habían invitado a más personas?
-Yo abro- me dirigí hacia la puerta, cuando la abrí, mi respiración se cortó, me desplace hacia un lado dejando pasar, cuando estuvimos frente al comedor el señor Venandi hablo.
-Hijo, pensé que no ibas a poder acompañarnos hoy.
-El asunto quedo resuelto, termine antes de lo esperado y decidí acompañarlos- Owen sonrió ampliamente y yo solo quería irme a mi habitación y esconderme bajo las sabanas, me sentía cansada emocionalmente y esto siquiera había iniciado.
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El Ángel Perdido
FantasyCassandra Marshall fue maltratada en su infancia hasta que consiguió una nueva vida, una vida que ella solía llamar normal, la protección y amor que siempre deseo estaban ahí, sin embargo todo se distorsiona, nadie puede mantener las apariencias dem...