Capitulo 37

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El camino hacia la casa de Evan fue extraño, trataba de controlar mis pensamientos, mi ansiedad, mantener mis manos lejos de mi cuerpo, aun sentía que alguien presionaba sobre mi caja torácica, quería gritar, me sentía fuera de mi cuerpo, pero a la vez sentía todo a mi alrededor, tuve que fingir que nada pasaba mientras le enviaba un mensaje a Jaz diciéndole que sentía náuseas y me iba a casa, me costó convencerla de estar tranquila y fuera a casa de Trent al terminar la fiesta.

Tenía escalofríos ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué a mí?

Una vez que el auto se detuvo Evan bajo del coche, me abrió la puerta y con tal rapidez no logre darme cuenta cuando ya está sobre sus brazos, me cargo como novia y camino a paso firme hacia la puerta, trate de hallar mi voz.

-Está bien, puedo caminar- el me miro con confusión.

-Lo sé, pero eres mi apoyo emocional-sonreí débilmente, su forma de quererme hacer olvidar todo lo que había pasado, como si el fuera el que tuvo un evento traumático, y sin soltarme me llevo hasta su cuarto, me acomodo en su cama, sin embargo, ni siquiera mi curiosidad pudo apaciguar todo el daño emocional de esta noche, vi desparecer a Evan en lo que deducía su cuarto de baño, tardo tal vez algunos minutos, no sabría decirlo, todo esto era surreal, al salir se acercó con cuidado hacia mi- ¿Sabes que hago cuando me siento mal? Me gusta darme un largo baño, me cambio con lo más cómodo que encuentro y veo algo en la televisión, al menos eso hacía, ahora por fortuna en mis días difíciles te tengo a ti- mi corazón dio un vuelco ¿sería verdad o solo lo decía para hacerme sentir mejor? Pero la honestidad en su voz, tal vez esto estaba pasando muy rápido, pero me sentía bien a su lado, no tenía que fingir nada- así que seré compartido con dicho secreto, solo contigo-me tomo una vez entre sus brazos y nos dirigimos hacia su baño, mi corazón se encogió con lo que veía, había preparado una tina con agua caliente y mucha espuma, al igual había algunos pétalos de rosas flotando, lo mire y el pareció querer explicarme mejor- normalmente no tomo mis baños así, pero creo que alguna vez escuche que esto les gustaba a las chicas, espero que sea así, y te debo unas rosas nuevas, mañana las comprare de nuevo- ¿de nuevo? Mis ojos se cristalizaron- ey, preciosa, no llores, te comprare un nuevo ramo mañana, lo prometo, te aseguro que hasta será el doble de grande- me gustaba esta forma de quererme hacer olvidar todo lo malo- ahora te dejare aquí porque sería muy mal educado de mi parte quedarme, así que dejare tu apoyo emocional de un lado por unos minutos o lo que necesites, estaré fuera, puedes llamar si necesitas algo ¿vale? -asentí sin saber que decir y con el corazón a mil. 

El Ángel PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora