Capitulo 29

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La vi correr hacia mí, y mi corazón empezó a latir desde que la vi ahí bailando, tenía un brillo único, irradiaba luz y lo más irónico era que ella no lo notaba, aun así mi corazón no deja de acelerarse con tan solo verla, y joder, cuando la sentí enrollarse alrededor de mi cintura, ni siquiera puedo explicar cómo se sintió, solo la sostuve firme, como si el soltarla significara perderla, la mirada que me sostuvo era llena de entusiasmo, alegría, sus ojos verdes brillaban, ella iba a ser mi punto débil, jamás había tenido uno, ni siquiera con aqua, y cuando sello sus labios con los míos lo confirme y mis preocupaciones se fueron al carajo, lo iba a intentar, aunque no fuera por siempre, lo haría, tenerla una parte de vida ya era un gran regalo.

-Lo lamento- sus mejillas se volvieron rosadas.

-No tienes que disculparte, creo que me gusta que marquen el territorio- le guiñe un ojo, sabía que ella había estado celosa de la otra chica del equipo contrario y era jodidamente caliente.

-¿Qué se siente ganar tu primer partido con los lobos?- Desvió su mirada e intento desenrollar sus piernas de mi cintura y aunque mi instinto no la quería dejar ir, la baje lentamente.

-Creo que diré bien para no ser egocéntrico, pero era un partido ganado desde el principio.

-Bien, creo que es muy cierto, pero ahora viene la mejor parte de ganar un partido de temporada- en cuanto termino de hablar su amiga rubia se acercó corriendo hacia ella, en su mirada se podía notar que quería gritar de la emoción sobre todo esta escena pero se abstuvo o al menos lo intento.

.....

Cuando Jazmín se acercó corriendo hacia nosotros podía notar a kilómetros que quería gritar emocionada por toda esa escena, pero se resistió o al menos lo intento.

-Pequeños y dulces humanos –raro- la mejor parte después de la victoria ¡Fiesta!- Trent se acercó trotando.

-Bueno chicos si gustan acompañarnos, la fiesta es el casa de Logan.

-No es que ellos quieran, es que tienen y como es la tradición- la interrumpí.

-Creo que eso ya es algo antiguo.

-Calla, tenemos que empezar a retomar viejas tradiciones- me guiño un ojo, Evan nos miraba confundido- la tradición es que los jugadores lleguen con una hermosa porrista en hombros, pero obviamente no cualquier porrista, solamente, ya sabes, una porrista especial- esta vez le guiño un ojo a Evan, sentí mi temperatura elevarse.

-Claro creo que ese no es un problema- Evan paso su brazo alrededor de mis hombros, para él era tan natural, pero mi corazón latía desbocado.

-Bien ya que todos estamos en la misma sintonía, otra tradición es que mientras ustedes van a darse una ducha nosotras tenemos que hacer lo mismo y arreglarnos juntas, así que hasta luego- la rubia me tomo del brazo y nos hizo trotar hasta el equipo de porristas.

-Vaya Cass, tu si sabes cómo marcar territorio- Becca me codeo y yo solo me tape la cara avergonzada.

-Por dios, no me torturen más- todas rieron y nos adentramos al estacionamiento, nos montamos cada quien en los autos y condujimos hasta la casa de becca, su casa era fácil tan grande el campo de futbol e igual de fácil nos asignó 6 baños diferentes para poder tomar una ducha rápida, una vez terminábamos, todas teníamos que ir al cuarto más grande y ahí empezar a arreglarnos todas juntas, era tradición siempre hacer esto, siempre en la casa de la capitana, era divertido y mantenía al equipo unido.

Después de una hora todas estábamos listas, yo había optado por un una blusa ajustada blanca con un suéter delgado y una falda color azul, me sentía, bien, hace tiempo que no me sentía tan segura de mi misma, tan bonita, simplemente libre, cuando termine y me mire al espejo era como ver a otra persona, pero sabía que era algo bueno, por fin podía ver la luz al final del túnel.

-Por dios, chicas, todas lucen hermosas- Becca nos miró a todas como una mama orgullosa.

-También tu Becca, eres preciosa.

-Gracias, bebes, ahora vamos a tomarnos algunas fotos antes de que lleguen los chicos.

Duramos algunos minutos tomando fotos, cuando una chica del equipo se me acerco, la verdad no había tenido la oportunidad de hablar mucho con ella, su nombre si no recordaba mal era Lana.

-Hola Cass- sonrió tímida.

-Hola, Lana ¿Qué pasa?

-Sé que no tuve que esperar hasta ahora pero ¿Podemos hablar un momento fuera?

-Si, por supuesto- realmente no tenía ni idea de que podía ella querer hablar conmigo a solas, una vez fuera del cuarto caminamos hasta la parte baja de la casa, cuando las risas de las chicas se dejaron de oír ella suspire y empezó a enrollar sus dedos entre si dándome a entender lo nerviosa que estaba- está bien Lana ¿Qué pasa?

-Sé que soy nueva en el equipo, también sé que la mayoría de las chicas de allí arriba te adoran y te extrañaban en el equipo y sé que eres una excelente porrista, yo solo no quiero tener problemas.

No tenía ni la más mínima idea a donde iba ella con todo esto- Tu también eres muy buena y somos como una familia, si algo de incomoda o está mal puedes hablarlo con todas.

-Yo, lo se, es solo que- miro nerviosa hacia fuera como si se agotara su tiempo.

-Hey, Lana, ¿Todo está bien?- me acerque a ella, la tome suavemente de los hombros y di un apretón firme, dándole a entender que todo está bien, fuera lo que fuera todas trataríamos de apoyarla y ayudarla.

-Perdona, es solo que, alguien me gusta, realmente, y esa persona me ha invitado hoy a la fiesta pero no quiero causar problemas.

Fruncí el ceño eso no tenía nada de malo, a lo lejos se escuchaban los autos de los chicos, un par de segundos y llegarían, ella se puso más nerviosa.

-Bien ¿Acaso él te hizo algo y ya no quieres ir? ¿Es algo así?- ella negó rápidamente- Esta bien, ¿él es novio de alguien del equipo?- ella volvió a negar, realmente mi cabeza estaba dando vueltas y no entendía nada- ¿Quién es, Lana?- los autos se escuchaban más cerca y desvié mi mirada al primero en estacionarse, mantuve mi respiración por un momento, un jeep, mire a Lana que miraba nerviosa el auto y todo encajo, Owen la había invitado a ella, trate de respirar otra vez "finge indiferencia es lo que él está haciendo" y por primera vez le hice caso a esa voz en mi cabeza, sonreí y mire a Lana que esperaba por mi reacción asustada- Lana, está bien, Owen y yo no somos nada, todo quedo en el pasado, puedes ir ahí y estar tranquila- ella pareció volver a la vida con mis palabras y su sonrisa se volvió radiante, escuche los pasos apresurados bajando las escaleras y su cara de terror volvió, la abrace- Todo está bien, Lana, nadie te va a juzgar.

Las chicas terminaron de bajar y Becca abrió la puerta, respire profundamente y me arme de valor para lo que venía a continuación.

El Ángel PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora