Capitulo 36

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-Evan- su voz fue como un susurro.


¿Alguna vez han tenido un impulso tan grande, que incluso tratar de detenerlo te lleva toda tu fuerza de voluntad? Pues te puedo decir con certeza que es lo peor que te puede ocurrir, sentir como todos tus sentidos se despiertan para realizar aquello que tan desesperadamente tu cuerpo lucha por hacer, pero tu mente grita que no, la parte racional te lanza como dagas todas las razones por las cuales no deberías hacer aquello, es una pelea interna que es como un huracán, así me sentía en este momento; verlo avanzar hasta ella y rodearla con su cuerpo, protegiéndola, retrocedí, como si me hubieran abofeteado.

-Está bien, preciosa- tomo su cabello delicadamente mientras frotaba su espalda, le estaba dando todo el confort que yo no podía, lo odiaba ¿Por qué él podía tocarla? ¿Por qué le dirigía la palabra? ¿Por qué la protegía de esa forma? Como si yo fuera a lastimarla, me arrancaría toda la piel antes de tocarle un cabello.

Sali de la habitación a grandes zancadas, mientras una Lana me seguía de cerca, joder, cuando me la quitaría de encima, además de que como ella se atrevió a alzarle la voz a Cassandra, le arrancaría la lengua si pudiese, trate de respirar y controlar mi ataque de ira, era así siempre que algo malo le sucedía a ella.

- ¿Puedes detenerte? ¿podemos hablar? - Lana seguía insistiendo.

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿Por qué me tratas así? Llevas toda la noche así, no se para que me pediste que fuera tu cita si ibas a correr a los brazos de Cassandra en cualquier oportunidad.

La ira recorrió mis venas una vez mas ¿con que derecho se creía para hacerme esta estúpida escena?

- ¿Yo te invite? -pregunte con sarcasmo- creo que estas equivocada- la mire fijamente, sabía que mis ojos reflejaban toda la ira que trataba de controlar- creo que el llorar frente a mi- camine hasta que quedara atrapada en una esquina- y hablar sobre que no tenías pareja, me suena más a que fui una persona muy bondadosa, no tengo ninguna clase de interés en ti en los más mínimo- sus ojos se cristalizaron, le di la espalda y caminé un par de pasos- ah y ¿Correr a los brazos de Cass? Joder lo haría así tuviera que atravesar el jodido mundo.

Seguí mi camino, sabía que Logan tenía alguna prima lejana que cada temporada venia al pueblo y se quedaba en alguna habitación, así que me dirigí hacia ella, abrí la puerta y fui directo al armario, saque lo necesario y regrese lo más rápido, cass estaba recostada cerca de la ventada ahora ya abierta, Evan estaba a su lado, incluso y para mi sorpresa no la abrazaba ni trataba de reconfortarla ¿ella le habrá negado tocarla o hablarle? Lo único que notaba era la mirada iracunda de Evan, eso lo reconocía, sentía la misma ira que yo.

Me arrodille frente a Cass, tome delicadamente su mentón para que me mirara, cuando sus ojos verdes conectaron conmigo, algo dentro de mí se activó, trate de ignorar el sentimiento y lanzarlo hasta un rincón.

-Toma esto, cámbiate y saldremos de aquí ¿bien? - sabía que debería de abrazarla y protegerla hasta que ella tuviera la fuerza para reponerse, pero en este momento ella necesitaba que fuera fuerte por ella y le dijera que hacer.

Tomo todo y aunque lento se levantó y fue hacia el baño, cerró la puerta y mi mente pudo funcionar mejor, mire a Evan, lo detestaba, pero sabía que era lo correcto en este momento, además sabía que él no le haría nada y yo tenía que hacer algo al respecto con esos idiotas, me llevaría toda la noche, pero ellos se arrepentirían de lo que trataron de hacer, de eso yo me iba a encargar, cuando Cass salió de nuevo ya con la ropa nueva, me tomo todo el valor volver a hablar y más por lo que le pediría hacer.

-Necesito que estes bien, te iras con Evan, no quiero que pienses en nada ¿bien? Confía en mí, estarás bien, sé que Él te cuidara-mis palabras sabían a acido- te acompañare, hay una salida lejos de todos.

Me moví veloz hasta una puerta trasera, Evan fue corriendo por su auto para estacionarlo frente al punto donde nos encontrábamos, la noche era fría y más obscura de lo normal.

-Gracias- mi mirada recayó sobre Cass una vez más en la noche- por todo.

Las palabras se atoraron en mi garganta ¿Por qué no podía decirle nada? ¿Por qué no podía decirle que haría un trato con el mismísimo diablo tan solo por verla feliz? Que me atrevería a ver arder el mundo con tal de que ella estuviera segura, trate de decir algo, pero antes de mi tonto intento el auto de Evan se estaciono frente a nosotros y ella con una sonrisa triste se empezó a alejar, suspire ¿Por qué me sentía derrotado? ya viéndola a varios pasos de distancia pude articular algo.

-Te quiero, Ángel- me sentí más ligero, como si parte de un peso invisible se hubiera quitado de sobre mí, ella detuvo su caminar unos segundos que para mí se sintieron una eternidad ¿me escucho? ¿yo quería que lo hiciera? Sin una respuesta clara ella retomo su camino, vi como subió al auto de Evan y también la vi desaparecer junto a él, respire lo más hondo que pude, arregle mis ideas y con paso decidido fui a mi jeep para hacer esta noche un infierno.  

El Ángel PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora