Veintidós.

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—Adiós —Louis intentó correr pero la mano de Harry agarrando su muñeca lo detuvo.

—¿Dónde están las chicas?

—En la casa, creo que debo de ir con ellas —se excusó, en vano, el rizado rió sin gracia. Sabía que estaba asustado.

—Pues, si están en la casa no tendría nada de malo dar un por paseo por aquí.

—¡¿De verdad crees que voy a caminar por un cementerio abandonado con una casa antigua?! Amigo, estás mal de la cabeza —quiso liberar su brazo del agarre de Harry, pero no se lo permitió.

—¡Oh, vamos! No puedes tener miedo a esto —señaló los pedazos de lápidas que aún permanecían allí—. ¿Louis Tomlinson tiene miedo? Ese es un buen dato para los demás.

—No serías capaz —lo retó.

—Me conoces poco —sonrió cuando el castaño bufó. La sonrisa desapareció cuando éste le tomó la mano con fuerza.

—Mientras no me sueltes la mano, me quedaré contigo —el color carmesí subió a ambos rostros. 

Caminaron entre las losas con cuidado de no pisar alguna y caer. El propósito del rizado era llegar a la antigua casa de madera al final de todo aquello; se veía interesante. Pero el propósito de Louis era lo contrario. Él tan sólo quería que se dieran la vuelta y corrieran junto a sus hijas.

Y, por si claro no está, nunca sintió tanto miedo y adrenalina.

—Harry, maldita sea contigo. Quiero volver.

—No te he soltado la mano.

—Te detesto —Harry rió. Sabía que lo decía como un berrinche y eso le causaba gracia. 

Continuaron en silencio. Cinco minutos después, llegaron frente a la casa. Subieron las escaleras del porche, causando crujidos por parte de éstas. La mano del ojizaul se apretaba cada vez más fuerte con la de Harry. Abrieron la puerta y, tras asegurarse de que no había nadie mediante algunos gritos, entraron a la residencia. Su primer mala impresión, fue el olor. Parecía que miles de animales habían muerto allí.

—Hueles mal, Louis —mordió su lengua para aguantar una risotada.

—Vete a la mierda —rodó los ojos con irritación.

—Está bien —soltó su mano e hizo un amague de irse. La expresión de horror en el rostro del castaño no tuvo precio, provocando que su carcajada saliera. Entrelazó nuevamente sus manos.

—Idiota.

—Amable.

—Me lo han dicho.

—¿Que eres amable? —asintió—. ¿No te han dicho que eres precioso? —ni siquiera supo porqué eso salió de su boca, sin embargo no sentía arrepentimiento alguno. Sonrió.

—Unas cuantas veces —sus cuerpos comenzaron a acercarse. No era algo que ellos hicieran, ni siquiera estaban consientes del ambiente en que se encontraban o de lo que hacían.

—¿Así que no soy especial? —hizo un puchero. 

Sus respiraciones se chocaban. Era la segunda vez que todo aquello pasaba, pero por alguna razón, deseaban que aquella vez fuera diferente. 

Vas demasiado rápido, Harry, pensó el rizado para sí mismo. 

—Claro que sí, la tuya fue la mejor —comenzaron a acercar sus rostro cada vez más, incluso sentían que sus labios estaban a punto de rozarse cuando un estruendoso ruido los hizo separarse de repente, asustados.

—Vino de arriba, estamos muertos —el ojiazul abrazó el gran cuerpo de Harry, horrorizado.

—Quédate aquí abajo, yo iré a ver —le susurró.

—Por supuesto que no te dejaré solo en esto —frunció el ceño, mirándolo directamente a los ojos, sosteniéndole la mirada. El ojiverde se rindió, suspirando.

Subieron con cuidado las escaleras, y al igual que las del porche, los crujidos no hicieron falta. Al llegar a lo más alto, notaron que una de las tres puertas de allí arriba estaba entreabierta, supusieron que de allí venía el estruendo. Asintieron preparados y juntos patearon la puerta. 

—No puede ser —el ánimo de Louis cayó. 

Un conejo les había arruinado el momento, chocando contra un jarrón y haciendo que éste se estrellara y partiera contra el piso. Cientos de trozos de porcelana se encontraban esparcidos.

—Creo... creo que es hora de irnos —Harry habló.

—Me da igual —dijo el castaño con hostilidad. 

El rizado notó el cambio de humor en Louis, de inmediato supuso la razón. Él quería que se besaran. Era innegable que él quería lo mismo. La idea de volver a realizar aquello fue inevitable de pensar.

—Ven —tiró de su brazo y bajaron las escaleras con rapidez.

Harry lo pensó, ¿debía hacerlo? ¿Qué consecuencias traería? ¿Estaba él enamorado para querer hacer tal cosa? Dejó de pensar. Sabía que si seguía haciéndolo se arrepentiría. Giró a Louis y tomó su rostro entre sus manos.

—Me da igual lo que digan los demás.

Y lo besó. Besó a Louis Tomlinson. Louis de inmediato le correspondió el beso, al principio algo aturdido. Fue algo tímido, sin embargo especial para ambos.

Segundos después, se separaron para tomar aire. Sin ser consientes de que dos pares de ojos azules los observaban desde una ventana.

—¿Harry...?

—¿Sí?

Creo que estoy enamorado de ti.

—¿Louis?

—Dime.

Eres correspondido.

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N/A: Si chicos, lo dejé acá.

No chicos, no me odien.

Gracias por sus votos, comentarios y por el apoyo incondicional que le dan a esta fic. Los aprecio muchísimo a todos. La gorda les manda besitos.

PD: Quiero contestar sus comentarios pero cada que contesto se mandan a otro que nada que ver D: cuando wattpad arregle todo les prometo que contestaré la mayoría de sus comentarios. Quienes están desde el principio me conocen y saben que alguna vez les contesté al menos un comentario, o incluso más, y que si no lo hice nunca es porque nunca lo he visto. Me parece incorrecto que comenten si el autor no mira los comentarios, pero saben que yo lo hago.

PD2: Pregunten todo lo que quieran, no tengan vergüenza. DEJEN DE SER FANTASMAS ahr. En el próximo capítulo les contestaré todas sus preguntas, i promise. Puede ser tanto personal como de la fic, pero ojo, no les haré spoiler ;)

 Besitos by yo.


Dance Dads || l.s (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora